lunes, 12 de noviembre de 2012

MENTE ELÉCTRICA

La mente no para de cambiar de negativo a positivo, de positivo a negativo. Esas dos polaridades son tan básicas para la mente como lo son para la electricidad. Con un polo, la electricidad no puede existir igual que la mente. 

De hecho, en lo más hondo, la mente es sutil electricidad; es eléctrica. Por eso el ordenador puede realizar su trabajo y a veces mejor que la mente humana. La mente es simplemente un bioordenador. Posee esas dos polaridades y continúa moviéndose. De modo que el problema no es que a veces sintáis momentos mágicos y otras momentos oscuros. La oscuridad de los momentos sombríos será proporcional a la magia de los momentos mágicos. Si alcanzáis un pico más elevado de positivo, entonces llegaréis al más bajo del negativo. Cuanto más elevado sea el alcance del positivo, más baja será la profundidad del negativo. Así que cuanto más alto lleguéis, más profundo será el abismo que tengáis que tocar. 

Debéis entender lo siguiente: si tratáis de no tocar los peldaños más bajos, entonces los picos más elevados desaparecerán. Os moveréis en un terreno llano. Eso es lo que muchas personas han logrado hacer; temerosas de las profundidades, se han perdido las cumbres. Uno ha de correr riesgos. Tenéis que pagar por la cumbre, y ese precio es vuestra profundidad, vuestros momentos bajos. Pero vale la pena. Incluso un momento en la cumbre, el momento mágico, vale una vida entera en las profundidades más oscuras. Si podéis tocar el cielo un momento, podéis estar preparados para vivir el resto de la eternidad en el infierno. Y siempre es proporcionado, a medias, al 50 por 100.

DÍA A DÍA
OSHO
Día 39

AMOR FLUYENDO

Lo básico es no preocuparse por el resultado; lo esencial es pensar, meditar, acerca de la fuente. Si mi gesto es un perfecto gesto de amor o no, no es la cuestión. Si el amor está fluyendo o no: esa es la cuestión. Si hay amor, encontrará su propia técnica; si hay amor encontrará su propia habilidad; pero si no hay amor y eres habilidoso en la técnica, la técnica no puede encontrar su amor, recuerda esto.

Osho

LA MENTE NORMAL ES EL CAMINO II

En cuanto al significado del nacimiento y de la muerte de la mente, y de su auténtica vacuidad, es como un claro espejo que refleja las imágenes: la mente es el espejo y los fenómenos las imágenes. Cuando la mente se apega a los fenómenos, se involucra en las causas y condiciones externas, originando el nacimiento y la muerte de la mente. Cuando no se apega a los fenómenos permanece en la auténtica vacuidad de la mente.

Los seguidores escuchan que es posible llegar a percibir la naturaleza búdica; los seres iluminados ven la naturaleza búdica con sus propios ojos. Cuando alcanzas la no-dualidad, los términos son los mismos, en esencia no se diferencian, aunque tengan diferentes usos. Lo que en un estado de ignorancia  se denomina consciencia, en un estado de Iluminación es llamado conocimiento; seguir el principio se denomina Iluminación, seguir las cosas se 
denomina ignorancia.

Vivir en la ignorancia es dejar de percibir la mente original. Estar iluminado significa alcanzar la mente original. Una vez iluminado, conservas este estado para siempre, sin caer nunca más en la ignorancia. Es como cuando sale el Sol, no se mezcla con la oscuridad; cuando emerge la luz solar del conocimiento y de la sabiduría, no puede subsistir la oscuridad de las aflicciones.

Cuando comprendes la mente y los objetos, las vanas ideas dejan de surgir. Cuando las vanas ideas dejan de surgir, reconoces lo no-creado. Posees lo esencial, ya no necesitas cultivar el camino ni sentarte a meditar. Dejar de cultivarlo y de meditar es la pura meditación de aquellos que han realizado la vacuidad.

Ahora bien, si verdaderamente comprendes este principio, con precisión, y en lugar de fabricar acciones vives una existencia según tu destino, satisfaciendo tus mínimas necesidades estés donde estés, disciplinando tu conducta cada vez más y acumulando acciones puras, mientras puedas continuar de ese modo, ¿por qué preocuparte por no haber alcanzado todavía el conocimiento?

Ma-tsu (709-788)
LAS ENSEÑANZAS DEL ZEN

LA MENTE NORMAL ES EL CAMINO (PARTE I)

El camino no requiere ningún tipo de práctica, simplemente no lo llenes de ignorancia.

¿Qué es la ignorancia? Mientras tengas una mente fluctuante, con tendencias artificiales o compulsivas, todo eso es ignorancia.

Si quieres comprender el camino directamente, la mente normal es el camino. La mente normal está libre de artificiosidad: se halla más allá de lo correcto o incorrecto, el apego o el rechazo, la extinción o la permanencia, la banalidad o la santidad. Una escritura dice: «La conducta de los seres iluminados no es la misma que la de la gente común o la de los santos».

En este preciso instante, estés andando, de pie, sentado, reclinado, afrontando 
situaciones o tratando con la gente, todo es el camino. El camino es el reino de la realidad. A pesar de las innumerables e inconcebibles funciones existentes, ninguna está más allá del reino de la realidad. Si no fuera así, ¿cómo podríamos hablar de la enseñanza de la mente original? ¿Cómo podríamos hablar de la inagotable lámpara?

Todos los fenómenos son fenómenos mentales; todos los nombres son denominaciones mentales. Todos los fenómenos surgen de la mente; la mente es la raíz de todos los fenómenos. Una escritura dice: «Cuando aumenta ni disminuye. Puede ser grande o pequeño, cuadrado o redondo; se manifiesta en formas visibles en concordancia con las cosas y los seres, como la Luna reflejándose en el agua. Su efusiva función no echa raíces: no agota la acción deliberada ni permanece en la no-acción. La acción deliberada es una función de la no-artificialidad; la no-artificialidad es la base de la acción deliberada. De aquel que no se apega a la base, se dice que es independiente, semejante al espacio. (continuará)

Ma-tsu (709-788)
LAS ENSEÑANZAS DEL ZEN

domingo, 11 de noviembre de 2012

AMIGO DEL MOMENTO PRESENTE




INCONDICIONAL

En cuanto sabes qué es el amor, estas listo para dar; porque sabes que cuanto más das, más tienes. Cuanto más le ofreces a los demás, más irá surgiendo en tu ser.

 El amor jamás se molesta mucho en pensar si el otro es o no merecedor de recibir. Esas son cosas mezquinas, actitudes mezquinas. El amor jamás es mísero. La nube jamás se molesta en meditar si la tierra es merecedora de recibir su don. Llueve sobre las montañas, llueve sobre las rocas, llueve por doquier. Da sin poner ninguna condición, sin ataduras. 

Y así es el amor: simplemente da, disfruta dando. Quienquiera que esté dispuesto a recibir, recibe. No necesita merecerlo, no necesita estar en una categoría especial, no necesita cumplir ningún requisito. Si todas estas cosas fueran necesarias, entonces lo que das no es amor. Debe de ser otra cosa y aún desconoces qué es el amor. En cuanto sabes qué es el amor, estas listo para dar; porque sabes que cuanto más das, más tienes. Cuanto más le ofreces a los demás, más irá surgiendo en tu ser. 

La economía corriente es totalmente diferente: si das algo, lo pierdes. Si quieres tenerlo, evita darlo. Recógelo  se mezquino. Es el caso opuesto que con el amor: si quieres tenerlo, no seas tacaño; de lo contrario, estará muerto, se estancará; apestará, morirá. Sigue dando, y se te manifestarán fuentes nuevas, corrientes frescas fluirán a tu ser. Cuando tu acto de dar es incondicional, total, la totalidad de la existencia empieza a entrar en vosotros.

OSHO
Día a Día (día 38)

sábado, 10 de noviembre de 2012

DOS PUNTOS


Hay dos puntos: la fuente desde la que se mueve la flecha, y el fin que alcanza la flecha. La religión siempre está interesada en la fuente desde la que se mueven las flechas. A dónde van no es la cuestión; lo básico es desde dónde se mueven: porque si vienen de un ser sin temblor, darán en la diana; ya han llegado, porque en la fuente está el fin, en el principio está el fin, en la semilla está el árbol, en el alfa está el omega.

Osho
Fuente (Osho Despierta)

SEGURIDAD

No hay seguridad en ninguna parte. La vida es insegura, y no tiene fondo... es ilimitada.

En la misma petición de seguridad creas el problema. Cuanto más pides, más inseguros estarás  porque la inseguridad es la misma naturaleza de la vida. Si no pides seguridad, jamás estarás preocupado por la inseguridad. Si empiezas a pedir que los árboles sean blancos, entonces habrá problemas. El problema lo creas tú, no los árboles... estos son verdes y tu pides que sean blancos. No pueden hacerlo, no pueden comportarse de esa manera. 

La vida es insegura, el amor es inseguro. Y eso está bien, porque de lo contrario estaríamos muertos. La vida puede ser una seguridad solo si estas muerto; entonces todo es una certeza. Debajo de una roca hay suelo. Bajo una flor no hay ninguno; la flor es insegura. Una leve brisa y la flor se puede dispersar, los pétalos pueden caerse y desaparecer. Es un milagro que la flor esté ahí. La vida es un milagro, porque no hay razón para que sea. Es simplemente un milagro que tú seas, porque de lo contrario hay muchos motivos para que no existieras. La madurez llega únicamente cuando aceptas esto. Y no solo lo aceptas, sino que empiezas a disfrutar con ello.

OSHO
Día a Día (día 37)

¿DE DÓNDE VENIMOS?


BUCAY, IMBÉCILES MORALES (ÚLTIMA PARTE)

.............La palabra imbécil la heredamos de los griegos (im: con, báculo: bastón), quienes la usaban para llamar a aquellos que vivían apoyándose sobre los demás, los que dependían de alguien para poder caminar.

Y por último...

Los imbéciles morales, sin duda los más peligrosos de todos. Son los que necesitan permanentemente aprobación del afuera para tomar sus decisiones.

El imbécil moral es alguien que necesita de otro para que le diga si lo que hace está bien o mal, alguien que todo el tiempo está pendiente de si lo que quiere hacer corresponde o no corresponde, si es o no lo que el otro o la mayoría harían. Son aquellos que se la pasan haciendo encuestas sobre si tienen o no tienen que cambiar el auto, si les conviene o no com-prarse una nueva casa, si es o no el momento ade-cuado para tener un hijo.

Defenderse de su acoso es bastante difícil; se puede probar no contestando a sus demandas sobre, por ejemplo, cómo se debe doblar el papel higiénico; sin embargo, creo que mejor es... huir.

Cuando alguno de estos modelos de dependencia se agudiza y se deposita en una sola persona del entorno, el individuo puede llegar a creer sinceramente que no podría subsistir sin el otro. Por lo tanto, empieza a condicionar cada conducta a ese vínculo patológico al que siente a la vez como su salvación y su calvario.

Todo lo que hace está inspirado, dirigido, producido o dedicado a halagar, enojar, seducir, premiar o castigar a aquel de quien depende.

Este tipo de imbéciles son los individuos que modernamente la psicología llama COdependientes.

Un codependiente es un individuo que padece una enfermedad similar a cualquier adicción, diferenciada sólo por el hecho (en realidad menor) de que su “droga” es un determinado tipo de personas o una persona en particular.

Exactamente igual que cualquier otro síndrome adictivo, el codependiente es portador de una personalidad proclive a las adicciones y puede, llegado el caso, realizar actos casi (o francamente) irracionales para proveerse “la droga”. Y como sucede con la mayoría de las adicciones, si se viera bruscamente privado de ella podría caer en un cuadro, a veces gravísimo, de abstinencia.

La codependencia es el grado superlativo de la dependencia enfermiza. La adicción queda escondida detrás de la valoración amorosa y la conducta dependiente se incrusta en la personalidad como la idea: “No puedo vivir sin vos”.

Jorge Bucay
El Camino de la Autodependencia
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