miércoles, 29 de agosto de 2012

VENCER PERDIENDO


Peleas con otros porque
vas acumulando basura dentro de ti
y tienes que tirarla afuera.
La guerra no es el problema,
el problema es el ser humano.
Y la guerra no está afuera,
la guerra está adentro.
Y si no has peleado la guerra internamente,
la pelearás afuera.
Si has peleado la guerra internamente y
has salido victoriosa, entonces la guerra cesará.
Es la única forma.
Osho

LA MONTAÑA DE AZÚCAR


Había una vez una hormiguita que, vagando por el mundo,
encontró una gran montaña de azúcar.
Muy contenta con su descubrimiento, cogió de la montaña
un pequeño grano y lo llevó a su hormiguero.
"¿Qué es esto?" preguntaron sus compañeras.
"Esto"–respondió la pretenciosa–"es una montaña de azúcar,
la he encontrado por el camino y he decidido traerla aquí."

Es así el sabio orgulloso:
coge una pequeña migaja, encontrada por el camino,
y pretende haberse llevado el mismo Himalaya.

La Sabiduría es una gran montaña de azúcar;
de esta montaña solamente conseguimos
llevarnos ínfimos pedacitos.
Malba Tahan

lunes, 27 de agosto de 2012

EXPERIMENTACIÓN

Permanece siempre abierto y con ánimo de experimentar:.. siempre listo para adentrarte en un sendero que nunca antes haz caminado. ¿Quién sabe? Aunque resulte inútil, será una experiencia.
Edison trabajó durante casi tres años en un determinado experimento y fracasó setecientas veces. Todos sus colegas y estudiantes se sentían absolutamente frustrados. Él llegaba cada mañana feliz y a rebosar de júbilo, listo para empezar otra vez. Era demasiado: ¡setecientas veces y tres años desperdiciados! Todo el mundo estaba prácticamente seguro de que no se iba a conseguir nada. Todo parecía inútil... solo un capricho. Se reunieron y le dijeron: «Hemos fallado setecientas veces. Ya es un fracaso absoluto. No hemos logrado nada. Tenemos que parar». Edison soltó una carcajada y dijo: «¿De qué están hablando? ¿Fracasado? Hemos tenido éxito en descubrir que setecientos métodos no serán de ninguna ayuda. ¡Cada día que pasa nos acercamos cada vez más a la verdad! Si no hubiéramos llamado a esas setecientas puertas, no habríamos podido saberlo. Pero ahora estamos seguros de que hay setecientas puertas falsas. ¡Es un gran logro!». Esta es la actitud científica básica: si puedes decidir que algo es falso, te estas acercando a la verdad. La verdad no se encuentra disponible en el mercado para que puedas  ir directamente a encargarla. No se encuentra disponible a nuestro antojo. 

Tienes que experimentar. De modo que lo que sugiero es que siempre estes dispuestos a experimentar. Nunca te sientas complacido. Jamás pienses que lo que est<s haciendo es perfecto. Nunca lo es. Siempre es posible mejorarlo; siempre es posible hacerlo más perfecto.

OSHO
Día a Día (día 31)

¿CUANTO TIEMPO MEDITAR?


Leído en Sincronía

domingo, 26 de agosto de 2012

SOLO PARA REÍR...


EL HUÉSPED


Leído en Sincronía

NO PREGUNTES POR EL CAMINO


Así que no preguntes por el Camino y no preguntes por el método. No pidas la medicina, primero pregunta por la enfermedad que eres. Primero es necesaria una diagnosis profunda, y nadie puede diagnosticarla por ti. Tú has creado la enfermedad, y sólo el creador conoce todos los rincones y esquinas. Tú la has creado, así que sólo tú sabes cómo surgen estas complejidades, y sólo tú puedes resolverlas. 

Un Maestro auténtico simplemente te ayuda a ir a ti mismo. Una vez que estás ahí, el Camino se abre. El Camino no puede ser dado, pero a ti se te puede arrojar sobre ti mismo. Y entonces sucede la conversión auténtica: no que un hindú se haga cristiano o un cristiano se haga hindú, sino que una energía que se movía hacia fuera se convierta en una energía que se mueve hacia dentro: eso es conversión. Te convierte en un "mirar hacia dentro". Toda la atención se mueve hacia dentro, y entonces ves toda la complejidad, la montaña. 

Y si simplemente la observas, comienza a disolverse. Al principio parece una montaña; al final sentirás que era sólo una topera. Pero nunca la miraste porque estaba a tu espalda, y se hizo muy grande. Cuando la enfrentas, decrece inmediatamente, se convierte en una topera, te puedes reír de ella. Entonces ya no es una carga. Incluso puedes disfrutarla, y a veces puedes ir a dar un paseo matutino por ella.

Osho.

LOCURA


sábado, 25 de agosto de 2012

MUERTE Y REENCARNACIÓN


EL PICAPEDRERO


Había una vez, un picapedrero que estaba insatisfecho con él mismo y con su situación de vida. Un día, cuando pasaba por la casa de un acaudalado comerciante vio, a través del portón, exquisitas pertenencias y visitantes distinguidos:
-¡Qué poderoso debe ser ese hombre! ¡Quién pudiese ser como él!
Ni bien lo pensó, se convirtió en el acto en dicho hombre. Así comenzó a disfrutar de lujos que nunca antes había imaginado. Y también fue blanco de envidia de otros.

Al poco tiempo, se encontró en la calle con un séquito que acompañaba a un alto funcionario del gobierno, con varios guardaespaldas, a quien la gente se detenía para observar admirada. Nuestro picapedrero, ¡perdón! Rico comerciante, deseó ser ese personaje con tanto poder y dinero ¡y lo fue!
Así se encontró al cabo de unos días en medio de un acto oficial, emperifollado con un fino uniforme, muerto de calor mientras el sol le daba de lleno:
-El sol sí que es poderoso, ¡doblega a un alto oficial!
Y al pensar así, se transformó en el sol, que brilló ferozmente sobre campos y trabajadores, sobre ciudades, pueblos y bosques. Sin embargo, cuando estaba disfrutando de su poder, una nube negra se posó entre él y la Tierra, y sólo esto le bastó para desear ser la oscura nube. Con este deseo se convirtió en nube. Así lanzó toneladas de agua a su paso, llenó cauces de ríos secos, inundó comarcas, ahogó cultivos haciendo alarde de su fuerza...
Hasta que un fuerte viento le cortó la diversión lanzándolo al medio del océano, pues su próximo deseo fue ser viento. Y viento fue, sopló en todo su rigor levantando techos de moradas, destruyendo poblados, fue temido como nunca. En medio de su actividad, observó algo que se mantenía inamovible ante su furia: Era una gran roca, masiva, enorme.
-¡Quiero ser esa roca! ¡Y al fin seré lo más poderoso de la Tierra!
Y fue así como la roca sintió el ruido acompasado de un martillo hundiendo el cincel en su duro corazón. La roca estaba siendo alterada... y a su lado se encontraba nada más ni nada menos, que la figura diminuta de un picapedrero...

Leído en Blog de Joan
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