«Iluminación», replicó Daiju.
«Tienes tu propia casa del tesoro. ¿Por qué buscas fuera?», preguntó Baso.
Daiju preguntó: «¿Dónde está mi casa del tesoro?».
Baso respondió: «Lo que estás preguntando es tu casa del tesoro».
¡Daiju estaba encantado! A partir de entonces, decía continuamente a sus amigos: «Abrid vuestra propia casa del tesoro y utilizad sus riquezas».
Extracto del libro:
Zen flesh. Zen bones
Paul reps y Nyogen senzaki
Fotografía de Internet
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