A medida que se produce el cambio desde la capacidad proyectiva de la mente hacia su capacidad de descansar, vamos tomando conciencia de que para perpetuar "mi" historia tiene que haber tres grandes líneas arguméntales, tres impulsos. En el punto de cambio puedes empezar a reconocer más claramente la obsesión por estas tres grandes líneas y la fijación en ellas.
Todos los hilos de la historia se basan en la supervivencia. La línea argumental inicial y fundacional guarda relación con la supervivencia del cuerpo, con todas las ramificaciones más evidentes o sutiles de ese impulso primario. A partir de ese fundamento todas las demás líneas arguméntales guardan relación con el sexo y/o con el poder.
Mantienes estos hilos volviendo a contar tu historia innumerables veces, incluso en el mismo día. Inicialmente los hilos se establecen por muy buenas razones. La identificación del "yo" con un cuerpo individual favorece la supervivencia del cuerpo: si el bebé no llora, probablemente morirá. Y se necesita sexo para tener más bebés. También existe la preocupación por la propia posición en el rebaño, de modo que el cuerpo esté protegido (incluso exaltado) para poder sobrevivir.
En este momento, en esta etapa de tu vida, puedes reconocer que estos hilos guardan relación con "mi" historia y con la perpetuación del cuerpo, equiparando el "yo' con el cuerpo.
Ahora bien, puede darse un reconocimiento más profundo de que ciertos pensamientos ya no tienen que continuar siendo pensados. De hecho, el problema del hambre ya está resuelto y no tienes necesidad de pensar, planear u obsesionarte con ello.
Lo mismo es válido para el sexo. La perpetuación de la especie ya no es un problema. La energía sexual puede presentarse, pero sentir la necesidad de obcecarse con ella sólo causa un sufrimiento innecesario.
La obstinación por el poder personal —formar parte del rebaño para estar protegido o llegar a lo más alto para tener más poder — conlleva el mismo sufrimiento.
En este momento tienes la oportunidad de detener esta historia innecesaria, de modo que su continuidad inconsciente pueda hacerse consciente. Cuando es consciente, existe la oportunidad de dejar de obsesionarse, de detener la adicción, de dejar de proyectar la historia, de dejar de ensayarla y de confiar en que todos los mecanismos de supervivencia apropiados ya están en su lugar.
Ahora mismo, en tu vida, tienes la capacidad de reconocer que esta corriente de vida, gracias a las bendiciones y a la suerte, tiene alimento y abrigo, tiene tiempo libre y tiene el apoyo necesario para poder ponerse a considerar aquello que es más profundo y significativo que la supervivencia, la procreación y el poder. Este es un tesoro raro y precioso. A lo largo de nuestra historia, y en nuestra situación mundial actual, la mayoría de la gente no tiene esta oportunidad. Pero para ti, que vives en la abundancia, la supervivencia no es un problema. Por supuesto, puedes convertirlo en ello. Puedes preocuparte por tener una existencia cada vez mejor, con más garantías, pero, si dices la verdad, la supervivencia ya no es una traba para ti. Tienes que convertirlo en un obstáculo. Tienes que perpetuar la lucha, la presión, el llanto, el sufrimiento, la exigencia de garantías. Esa perpetuación es la práctica de contar la historia una, otra, y otra vez —pasado, presente y futuro—, evaluando, comprobando, sopesando y fijando.
Tienes una vida muy privilegiada. Siempre puedes encontrar a otros más favorecidos, pero más fácilmente encontrarás a otros que lo son menos. ¿Qué vas a hacer con este privilegio? ¿Qué vas a hacer con las luchas y con los esfuerzos de tus antepasados para que pudieras tener esta vida afortunada?
¿Cómo vas a pasar tu tiempo? ¿A qué vas a dedicar esta existencia particular? ¿Hacia dónde dirigirás tu atención?
Nadie puede responder a estas preguntas por ti. Cualesquiera que sean tus circunstancias, hay grandes santos, sabios y seres despiertos que pueden llamarte a una vida más profunda. La mayoría de vosotros habéis saboreado todo tipo de placeres sensuales. ¿Dónde está vuestra atención ahora? ¿Está en volver a saborearlos una y otra vez o está liberada para poder hacer una exploración nueva y más profunda?
Ya sabes cómo conseguir comida. Ya sabes cómo conseguir abrigo. Sabes cómo conseguir sexo. Sabes cómo conseguir poder personal. Y sabes que, si tu atención se queda fijada en eso, nunca podrás tener suficiente. Jamás poseerás bastante. Si tu atención está liberada de eso, entonces lo que tienes siempre es más que sobrado. Lo que eres siempre es más que suficiente.
Cuando hablo de libertad estoy hablando de liberar la atención, de permitirle que explore libremente y no de atender obsesivamente aquello de lo que ya te encargaste hace mucho tiempo.
Esa batalla ya ha sido librada y, por fortuna, ganada. Ahora, ¿qué vas a hacer con este tiempo de paz?
La mayoría de la gente generará otra guerra. Eso los hace sentirse vivos. Les da algo que hacer, un enemigo con el que enfrentarse, aliados que reunir. El verdadero reto consiste en ser pacífico, en ser quien eres, en honrar lo que de algún modo ya te ha sido dado en esta vida. Honrarlo es compartirlo. Entonces tu existencia se convierte en paz que reconoces por doquier, independientemente de las circunstancias.
Extracto del libro:
Libertad y resolución
Gangaji
Imágenes tomadas de internet
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
¡aho! Gracias comentar.
Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.