Si vas a Bodhgaya, donde Gautama Buda alcanzó la iluminación, cerca del árbol Bodhi, encontrarás un pequeño camino. Buda recorría ese caminito constantemente. Meditaba una hora debajo del árbol y después caminaba una hora. Cuando sus discípulos le preguntaban por qué, les decía:
-Porque si permanezco sentado bajo el árbol demasiado tiempo, comienzo a sentirme soñoliento.
FUENTE: OSHO: ‘El Hombre que Amaba las Gaviotas y Otros Relatos’, Grupo Editorial Norma, Bogotá, 2003, ISBN 958-04-7279-3, Pag. 274
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
¡aho! Gracias comentar.
Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.