martes, 9 de abril de 2019

EL CONFLICTO CON LA PATERNIDAD


El conflicto con la paternidad

Sobre el amor por los hijos
el oficio de la paternidad maternal

Como veo las cosas, más allá de cualquier cliché romántico, ser padre es una bendición: ¿qué se puede transmitir más grande que la vida? Reconocemos un origen casi sagrado en la maternidad, pero no le otorgamos demasiada trascendencia al hecho de ser padres. La teoría del instinto maternal ha creado un efecto de halo antipaternal y una evidente distorsión sobre su desempeño, como si el varón sufriera de una especie de incapacidad congénita que lo inhabilita para la crianza infantil. Las escenas de papás "encartados"cargando bebés recién nacidos mientras las felices parturientas, cuñadas y suegras miran con condescendencia la natural torpeza masculina, es claramente sexista, además de ofensiva. Claro que, para suavizar las cosas, en algunas propagandas de seguros de vida y talcos para niños, el padre derrama una o dos lágrimas antes de "desencantarse"rápidamente del bebé (no vaya a ser cosa que lo estrangule sin darse cuenta), mostrando que el primate civilizado posee un lado tierno.

Estos estereotipos sociales, manejados y divulgados sobre todo por los hombres, han bloqueado en parte las potencialidades masculinas para ejercer una adecuada paternidad. Mientras la maternidad es un factor de realización personal donde la felicidad es lo determinante, la paternidad es experimentada por muchos varones con miedo y una enorme carga de responsabilidad. A veces, el sentimiento de alegría por ser padres se ve empañado con preocupaciones de otra índole, y el placer se nos va de las manos. Los hijos sólo son asimilables desde una actitud más positiva. La vivencia de la paternidad debe romper con el angustioso sentido del deber que ha instaurado el mito del proveedor, para regresar a la sensibilidad básica que produce el mero hecho de ser papá. No estoy diciendo que ignoremos los problemas obvios que conlleva la crianza, sino que veamos también el lado bueno de la misma. Crear vida es uno de los hechos más significativos de la existencia humana, y si no alcanzamos a vislumbrar la magia que esto encierra, la paternidad se disipará en un conflicto de intereses, mal planteado e inexistente: "Mis hijos o yo", en vez de: "Mis hijos y yo".



Extracto tomado del libro:
Intimidades masculinas
Walter Riso
Imágenes tomadas de internet
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