A veces enseñar es un trabajo difícil. Un maestro se parece a un bote de basura dentro del cuál la gente arroja sus frustraciones y problemas. Cuanto mayor es la cantidad de personas a las que usted enseña, más grande es el recipiente de basura de los problemas.
Pero enseñar es una maravillosa manera de practicar el Dhamma. Los que enseñan crecen en paciencia y entendimiento.
En realidad, un maestro no puede resolver nuestras dificultades. Es sólo un recurso para investigar el Sendero. Él no puede despejarlo. De hecho, lo que dice no vale la pena escucharlo. El Buda nunca elogió la creencia en otros. Debemos creernos a nosotros mismos. Esto es difícil, si, pero es así como realmente es. Miramos hacia fuera pero en realidad nunca vemos. Tenemos que decidirnos a practicar de verdad. Las dudas no desaparecen preguntándole a los otros, sino a través de nuestra propia práctica incesante.
Extracto del libro:
No Ajahn Chah
Reflexiones
Fotografía de Internet
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