Vida
Equilibrio
Aceptación
Conciencia
Dios está disponible, la verdad está disponible, la luz está disponible; ¡pero tú eres tan miserable para recibir! No sólo eres miserable para dar, también lo eres para recibir. Un miserable debe serlo en cualquier cosa que haga. No puedes dar; no puedes recibir. ¿Qué clase de vida llevas? Dar y recibir son las dos caras de una misma moneda. Si puedes dar, también puedes recibir. Por eso, tanta insistencia en el hecho de dar (dar a la gente lo que puedas dar), dar por amor. Tanta insistencia de parte de todas las religiones: dar. Da más y más. ¿Por qué? Para que puedas recibir más y más.
Recuerda: es como la inhalación y la exhalación. Si exhalas con profundidad, automáticamente inhalarás con profundidad. Si quieres inhalar profundamente, tienes que exhalar profundamente: no hay otra manera. Y la vida es un equilibrio entre la exhalación y la inhalación. Si tienes miedo de la exhalación, tu respiración se tornará superficial: tu inhalación no podrá ser muy profunda; será imposible. La exhalación es dar; dar lo que puedas dar. Y, cuanto más das, más capacidad tienes de recibir. Y el momento en que puedes dar por completo, en forma total y absoluta, es el momento de la aceptación.
Es la luz de la conciencia la que torna preciosas, extraordinarias, las cosas. Entonces, las cosas pequeñas dejan de ser pequeñas. Cuando un hombre consciente, sensible y afectuoso toca un guijarro de la orilla, éste se transforma en un diamante. Y, si tocas un diamante en tu estado de inconciencia, no es más que un guijarro ordinario (ni siquiera eso). La profundidad y el sentido de tu vida serán proporcionales a tu nivel de conciencia.
Referencia:
El dios de todos (Osho)
Un camino espiritual para descubrir a Dios
Fotografía tomada de internet
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