La concentración sigue al interés, es una sombra del interés.
Si consideras que te falta concentración, no hay nada que puedas hacer de manera directa; deberás hacer algo con el interés. Por ejemplo, un niño sentado en la escuela de pronto empieza a escuchar el canto de los pájaros más allá de la ventana y se concentra completamente en eso. El maestro grita: «¡Concéntrate en esto!». Pero no puede concentrarse en la pizarra, su mente no para de regresar junto a los pájaros. Son muy alegres y está interesado en ellos, de modo que su concentración está ahí.
El maestro dice: «¡Concentración!». El niño se esté concentrando... de hecho, el maestro lo distrae de su concentración. Pero el maestro quiere que se concentre en algo en lo que no tiene interés; por eso le resulta difícil.
Recuerda siempre: si consideras que no dejas de olvidar cosas, eso simplemente significa que en alguna parte falta el interés, o tienes otro interés. Quizá quieres ganar dinero con algo, pero tu interés está en el dinero, no en el trabajo... entonces empezarás a olvidar cosas. Así que fíjate en tu interés.
Y sin importar lo que hagas, si lo ejecutas con un interés profundo, no hay necesidad de preocuparse de recordar... es algo que te llega. Empieza a tener más interés. Permanece en el momento, pon más interés en lo que sea que estes haciendo. Y después de dos o tres meses, verás que la memoria aparece como una consecuencia de manera natural.
Extracto del libro:
DÍA A DÍA
Osho
Día 349
Osho
Día 349
Fotografía tomada de internet
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