No hay nada que puedas hacer. La iluminación sucede cuando sucede, pero con tus actos preparas el camino para que acontezca.
No puedes forzar la iluminación. No es algo de causa y efecto, en lo que haces algo para que deba tener lugar un efecto. No es de esa manera. Pero haces algo; le preparas el camino. Puedes hacer algo que entorpezca el camino... sucede cuando sucede, pero si no estas listo, puede que la pases por alto y ni siquiera la reconozcas.
Muchas personas alcanzan los primeros vislumbres del satori, del samadhi, de la iluminación, en el transcurso natural de la vida, pero no pueden reconocerlos porque no están preparados para ello. Es como si a alguien que jamás ha oído hablar de diamantes se le regalara un gran diamante. Lo considerará una piedra porque no tiene forma de reconocerlo.
Hay que convertirse en una especie de joyero para poder reconocer. Cuando sucede, sucede solo entonces. No hay modo de forzarlo y de manipularlo. No puedes hacer que suceda, pero si acontece, estarás listo para reconocerlo. Si dejas de meditar, tu estado de preparación desaparecerá. Continua con las meditaciones para que estés preparado, palpitante, a la espera, de forma que cuando pase por tu lado estés abierto para recibirlo.
Del libro
DÍA DÍA
Osho
Día 126
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