jueves, 13 de octubre de 2022

NO SOMOS COMO PENSAMOS QUE SOMOS


 

LOS SUEÑOS DEL REY



Había un monarca en un floreciente y prospero reino del norte 
de la India.

Era rico y poderoso. Su padre la había enseñado a ser magnánimo y generoso, y antes de fallecer le había dicho:

- Hijo, cualquiera puede, por destino o por azar, tener mucho, pero lo importante no es tenerlo, sino saberlo dar y compartir. No hay peor cualidad que la avaricia. Se siempre generoso. Tienes mucho, así que da mucho a los otros.

Durante muchos años, tras la muerte de su padre, el rey se mostró generoso y esplendido.

Pero a partir de un día, poco a poco, se fue tornando avaro y no solo empezó a no compartir nada con los otros, sino que comenzó incluso a negarse hasta las necesidades básicas a si mismo.

Realmente se comportaba como un pordiosero.

Su asistente personal, que también lo había sido de su padre, estaba tan preocupado que mando llamar a un rishi (sabio) que vivía en una cueva en las altas montañas del Himalaya.

-Es increíble - se lamento el asistente ante el rishi -.

-Es uno de los reyes mas ricos y se comporta como un pordiosero.

-Te estaríamos todos muy agradecidos si pudieras descubrir la razón.

El asistente le pidió al rey que recibiera al rishi.

El monarca convino:

-De acuerdo, siempre que no vaya a solicitarme nada, -Porque soy tan pobre!

El rishi y el monarca se encerraron en una de las cámaras del palacio.

El rey iba vestido con harapos, sucio y maloliente, en contraste con el palacio esplendoroso en que habitaba.

Incluso iba descalzo y ni siquiera lucia ningún adorno real.

- Estoy arruinado - se quejo el rey.

- Pero, señor, eres rico y poderoso - replico el rishi.

- No me vengas con zarandajas - dijo el monarca - . Nada puedes sacarme, porque nada tengo. Incluso cuando esos harapos se terminen de arruinar, ¿con que cubriré mi cuerpo?

Y el rey se puso a llorar sin poder impedirlo.

Entonces el rishi entorno los ojos, concentro su mente y, como un punto de luz, se coló en el cerebro del monarca.

Allí vio el sueño que tenia el rey noche tras noche: soñaba que era un mendigo, el mas misérrimo de los mendigos.

Y de ese modo, aunque era un rey rico y poderoso, se comportaba como un pordiosero. Logro en días sucesivos enseñar al rey a que dominara sus pensamientos y cambiara la actitud de su mente.

El monarca volvió a ser generoso, pero no consiguió que el rishi aceptara ningún obsequio.

El maestro dice: Tal es el poder del pensamiento.

Así como piensas, así eres.

Conquista el pensamiento y te habrás conquistado a ti mismo.




Extracto del libro:
Recopilaciones "Cuentos y Fábulas del Buda"
Sri Deva Fénix
Fotografía de internet

miércoles, 12 de octubre de 2022

SER TÚ MISMO


 

EN BUSCA DE FELICIDAD


P: ¿Buscamos felicidad por un vacío, o por nuestra naturaleza de querer más?

R: Buscamos primero la felicidad y algo más, luego la verdad espiritual o llenar un vacío interior. Ambas situaciones llevan al fracaso porque todo lo que colocamos en el vacío, y cada experiencia que tenemos es disuelta en ese espacio. Llenar el vacío es como intentar llenar un cubo con agujeros— ¡nunca se logra, sin importar cuánta agua coloques!

Luego de varios fracasos, nos cansamos tanto de buscar la felicidad que finalmente nos permitimos experimentar el vacío en sí. ¿Cómo es el vacío? ¿Es el vacío una mala sensación? ¿Qué hay presente en el vacío? ¿Cuáles son las cualidades del mismo? Una de las sorpresas que descubre que disfruta, en realidad fluye de ese vacío. Cuando buscamos descansos, es posible reconocer la felicidad y paz que están presentes en el momento preciso.

Si aún busca o desea algo, incluso la felicidad, entonces usualmente lo mejor es seguir buscando. ¡Lo peor que puede suceder es que se canse rápidamente! También es posible que ya esté bastante exhausto con la búsqueda, y desee descansar y aceptar el vacío. Puede encontrar algo de alegría, paz y amor en ese vacío, o la experiencia podría provocar otro intento de comprender el vacío, lo cual solo le cansaría más. 

Cuando la felicidad aparezca, solo dedíquele su atención: ¿De dónde viene? ¿Obtener o saber algo, en realidad le hace feliz, o solamente le permite descansar por un momento, lo suficiente para percatarse por fin de la felicidad que ya estaba allí? ¿Alguna vez surge la felicidad cuando no obtiene lo que desea? ¿Está presente la felicidad cuando permanece quieto por un momento y por fin se permite sentir el vacío? Eventualmente, descubre que puede confiar en el vacío, más que en su búsqueda.



Extracto del libro:
Eso es eso
aka Nirmala
Fotografía tomada de internet

martes, 11 de octubre de 2022

ACEPTAR LOS HECHOS


 

ACEPTAR LA REALIDAD NO ES SOMETERSE


Aceptar la realidad tal como se nos presenta no tiene nada que ver con someterse. No 
resistir a la vida no quiere decir someterse. La sumisión es la resistencia no expresada.

Someterse es resistir a lo que está ahí, sin decir nada, acumulando la frustración y el resentimiento, y soportando hasta el momento en que uno no puede más. Es lo que hace la víctima para poder victimizarse todavía un poco más. La sumisión impide obrar.

Aceptar, es simplemente reconocer los hechos tal como son, beneficiarse alegremente de ellos si estos nos son favorables y si no lo son, obrar inteligente y conscientemente para modificarlos proclamando constantemente nuestro poder frente a la situación. La aceptación da el poder de obrar. Después de todo, existe un principio muy conocido en psicología, a saber: cuanto más resistimos a una cosa, más persiste. La mejor manera de cambiar las cosas es cesar de resistir a ellas; en ese estado de abandono la acción justa resulta posible.

Annie Marquier



Extracto del libro:
365 semillas de conciencia para una vida plena
Fotografías tomadas de Internet

lunes, 10 de octubre de 2022

DETRÁS DE ESE YO, LA BELLEZA INDESCRIPTIBLE


 

EL LOTO


Mi amigo me tenía totalmente asombrado. Estaba decidido a demostrar a toda la vecindad lo santo que era. Incluso se había puesto un ropaje adecuado a dicho propósito. Yo siempre había creído que cuando un hombre es auténticamente santo, resulta evidente para los demás, sin necesidad de ayudarles a que lo vean. Pero mi amigo estaba determinado a proporcionar esta ayuda a sus vecinos. Llegó incluso a organizar un pequeño grupo de discípulos que demostraran ante todo el mundo esa pretendida santidad. Lo llamaban «dar testimonio».

Al pasar por el estanque, vi un loto en flor e instintivamente le dije: «¡Qué hermoso eres, querido loto! ¡Y qué hermoso debe de ser Dios, que te ha creado!».

El loto se ruborizó, porque jamás había tenido la menor conciencia de su gran hermosura. Pero le encantó que Dios fuera glorificado.

Era mucho más hermoso por el hecho de ser tan inconsciente de su belleza. Y me atraía irresistiblemente porque en modo alguno pretendía impresionarme.

* * *

En otro estanque situado un poco más allá pude ver cómo otro loto desplegaba sus pétalos ante mí con absoluto descaro y me decía: «Fíjate en mi belleza y glorifica a mi Hacedor».

Y me marché con mal sabor de boca.

Cuando trato de edificar, estoy tratando de impresionar a los demás. ¡Cuidado con el fariseo bienintencionado!



Del libro:
Anthony de Mello
El Canto del Pájaro
Fotografía tomada del internet
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...