miércoles, 11 de mayo de 2022

ATENDER A LOS FENÓMENOS... DESATENDER LO QUE YA TIENES


 

LA PRÁCTICA COLECTIVA DE LA PLENA CONSCIENCIA


Podemos intensificar la cualidad de nuestra práctica manteniendo un contacto regular con nuestra comunidad. Una comunidad de practicantes capaz de generar la energía colectiva de la concentración y la atención plena resulta de una ayuda inestimable.

Quizás, al comienzo de nuestra práctica, la atención y la concentración no sean lo suficientemente poderosas como para permitirnos reconocer y abrazar nuestro dolor y nuestro miedo. Con el apoyo de una comunidad, sin embargo, se abre el abanico de posibilidades.

Cuando sufrimos, podemos recurrir a la sangha y decir:

«Queridos amigos, este es mi dolor, mi desesperación y mi odio. Esto es más de lo que puedo soportar. Ayudadme, por favor, a sobrellevar este dolor, este sufrimiento y este miedo». Si dejamos que la sangha nos abrace y nos sostenga con la poderosa energía colectiva de la concentración y la atención plena, no tardaremos en sentir que somos más capaces de permanecer con nuestro miedo y de abrazar nuestro dolor y nuestro sufrimiento. De este modo al sentarte a respirar atentamente con la sangha, te aliviarás y empezarás a transformarte y a sanarte. La presencia de la sangha en la vida de un practicante es muy importante. Siempre debemos tener en cuenta pues, como practicantes, la posibilidad de crear una sangha en nuestro entorno, vivamos donde vivamos.

En la tradición budista llamamos cuerpo del Dharma a nuestra práctica. Cuando tenemos una práctica espiritual, contamos, además de con nuestro cuerpo físico, con otro cuerpo, el cuerpo del Dharma, con el que podemos enfrentarnos a todas las dificultades y sufrimientos.

Cuando nuestro cuerpo del Dharma es poderoso, también podemos ayudar a los demás.

El Dharma puede ser entendido con las enseñanzas de sabiduría.

Además del Dharma hablado y escrito, también existe el Dharma vivo.

Cuando practicamos la respiración atenta y cuando ejercitamos la meditación caminando, aun cuando no digamos nada y no escuchemos ninguna enseñanza del Dharma, estamos encarnando el Dharma vivo.

Cuando vemos a una hermana o un hermano caminar atentamente y disfrutar de cada paso, vemos que está encarnando el Dharma vivo.

Irradiar paz, alegría y vida hacia todo lo que nos rodea es lo que nosotros denominamos Dharma vivo.



Extracto del libro:
Miedo
Thich Nhat Hanh
Fotografía tomada de internet

JUZGAR LO QUE SENTIMOS Y TRATAR DE CAMBIARLO POR OTRO QUE SE JUZGA COMO MEJOR


 

EL FARSANTE


La sala estaba abarrotada, en su mayoría por ancianas damas. Se trataba de una especie de nueva religión o secta. Uno de los oradores se levantó para hablar, vestido únicamente con un turbante y un taparrabos. Y habló emocionadamente acerca del poder de la mente sobre la materia y de la psique sobre el soma.

Todo el mundo escuchaba embelesado. Al acabar, el orador regresó a su sitio, justamente enfrente de mí. Su vecino de asiento se dirigió a él y le preguntó en voz baja, aunque perfectamente audible: «¿Cree usted realmente lo que dice de que el cuerpo no siente nada, sino que todo está en la mente y que la mente puede ser conscientemente influida por la voluntad?».

«Naturalmente que lo creo», respondió el farsante con piadosa convicción.

«Entonces», le replicó su vecino, «¿le importaría cambiarme el sitio? Es que estoy en medio de una corriente…».

Muchas veces he intentado desesperadamente practicar lo que predico.

Si me limitara a predicar lo que practico, sería mucho menos farsante.



Del libro:
Anthony de Mello
El Canto del Pájaro
Fotografía tomada del internet

lunes, 9 de mayo de 2022

SE NOS HA CONDICIONADO A CONSIDERAR QUE CIETAS ÁREAS DE NUESTRA EXPERIENCIA SON IMPERFECCIONES


 

LAS BENDICIONES DE LA VIDA


El Creador nos recuerda que las bendiciones
se cuentan por la manera en que elegimos verlas.

Cualquier cosa que traiga una sonrisa a tus labios, alegría a tu corazón o ligereza a tu paso es una Bendición.

Cualquier cosa que haga tu vida más cómoda, aligere tu carga o traiga calor a tu hogar es una Bendición.

Cualquier cosa que apoye a tu cuerpo, aumente tu resistencia o abra tu corazón es una Bendición.

Cualquier cosa que te haga mirar más profundamente, expanda tu comprensión o aumente tu compasión es una Bendición.

Cualquier cosa que ponga a prueba tu fuerza, fortalezca tu compromiso o te obligue a crecer es una Bendición.

Cualquier cosa que te recuerde cuán preciada es la vida y te enseñe a atesorar tus Relaciones es una Bendición.


Bendición Lakota

domingo, 8 de mayo de 2022

NO QUEREMOS QUE LLEGUE EL DOLOR, Y SIN EMBARGO LLEGA


 

EL ABISMO QUE NOS SEPARA DE NOSOTROS MISMOS


¿Qué podemos ganar viajando a la luna si no somos capaces de cruzar el abismo que nos 
separa de nosotros mismos? He ahí el más importante de los viajes de descubrimiento, sin el cual todo el resto, amén de inútil, es calamitoso.

Thomas Merton



Extracto del libro:
365 semillas de conciencia para una vida plena
Fotografías tomadas de Internet

sábado, 7 de mayo de 2022

LO QUE SENTIMOS AHORA ES LO QUE SENTIMOS AHORA


 

LA SENDA ESTRECHA


En cierta ocasión previno Dios al pueblo de un terremoto que habría de tragarse las aguas de toda la tierra. Y las aguas que reemplazarían a las desaparecidas habrían de enloquecer a todo el mundo.

Tan solo el profeta se tomó en serio a Dios. Transportó hasta la cueva de su montaña enormes recipientes de agua, de modo que no hubiera ya de faltarle el líquido elemento en los días de su vida.

Y efectivamente, se produjo el terremoto, desaparecieron las aguas y una nueva agua llenó los arroyos y los lagos y los ríos y los estanques. Algunos meses más tarde bajó el profeta de su montaña a ver lo que había ocurrido. Y era verdad: todo el mundo se había vuelto loco y le atacaba a él y no quería tener nada que ver con él. Y hasta se convenció todo el mundo de que era él el que estaba loco.

Así pues, el profeta regresó a su cueva de la montaña, contento por haber tenido la precaución de guardar agua. Pero, a medida que transcurría el tiempo, la soledad se le hacía insoportable.

Anhelaba tener compañía humana. De modo que descendió de nuevo a la llanura.

Pero nuevamente fue rechazado por la gente, tan diferente de él.

Entonces el profeta tomó su decisión: Tiró el agua que había guardado, bebió del agua nueva y se unió a sus semejantes en su locura.

Cuando buscas la Verdad, vas solo. La senda es demasiado estrecha para llevar compañía. Pero ¿quién puede soportar semejante soledad?



Del libro:
Anthony de Mello
El Canto del Pájaro
Fotografía tomada del internet
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