lunes, 28 de febrero de 2022

YO Y LO QUE YO QUIERO


 

DESEAFIOS


 

EL FALSO DIOS


 

34. ¿FRACASO EXISTENCIAL O IMAGINAL?


Cuando somos jóvenes deseamos ser mayores para realizar nuestros deseos 
juveniles. Es contradictorio porque ¿cómo lo desearás en ese momento futuro? Habrá cambiado. Si damos tiempo a nuestra mente, aprende nuevas cosas y no desea el pasado de la misma manera: así que provocamos el fracaso de los sueños porque ignoramos todo creyendo estar preparados para ello. Sabemos como va a ser todo en su mejor versión imaginada, una película aprendida sobre el amor, el sexo, la familia, la paternidad o la maternidad. Andando el tiempo comprobamos que nada coincide, todo se desgasta y entra en lo que llamamos la impermanencia (MUJO). No coincide y el fracaso no sabemos aceptarlo porque no sabemos que la existencia de espaldas a la propia naturaleza es un programa de frustraciones de todos con todos, sin culpables.

Nadie puede coincidir como desea, con el otro en sus deseos porque el trabajo, la amistad, el amor, la religión, la política, la cultura… están contaminadas de intereses personales, de proyectos de ganancia individuales, es decir, de egoísmo. En la falsa realidad perfecta de la imaginación, está ese mismo egoísmo de “yo y lo que yo quiero”.

No estamos preparados para caminar con los cambios, con la impermanencia del “todo llega y todo pasa”. Nunca creímos que nos ocurriría a nosotros.

Unos se evaden compensándose, otros se autodestruyen o deprimen… otros intentan comprender practicando en otra dirección.



Bibliografía:
La luciérnaga ciega: Soko Daido Ubalde
Fotografía tomada de internet

domingo, 27 de febrero de 2022

LAS CUATRO MANIFESTACIONES DE LA MENTE


La mente se manifiesta como cuatro aspectos básicos.

Está el aspecto mental, responsable de la construcción de los pensamientos y las imágenes. El aspecto físico, a través del cual experimentamos las sensaciones físicas, los sentimientos y la energía. El aspecto emocional, en el que los pensamientos se vinculan con ciertos sentimientos y experiencias, que después se constelan como emociones. Y, finalmente, el aspecto circunstancial, por el que las circunstancias de la vida que aparecen en la mente retroalimentan las sensaciones físicas, las emociones, los pensamientos, la visión del mundo, los puntos de vista, la verdad personal, etc. Esta es la experiencia común. No hay nada inusual en ella. Sin embargo, también suele ir acompañada por otra experiencia igualmente común de un enorme sufrimiento.

Finalmente, en una vida concreta, en medio de ese enorme sufrimiento, surgen pensamientos inusuales: "Quiero ser libre", o "quiero que el sufrimiento tenga un final", o "quiero ser salvado", o "quiero encontrar a Dios o que Dios me encuentre".

Estos son pensamientos diferentes de cualquier otro que hayas tenido anteriormente. Indican un distanciamiento radical de la experiencia habitual de la encarnación, del pensamiento, de la emoción, de la sensación física, de la del sentimiento o la de circunstancias. Son una gran llamada de clarín a algo desconocido.

En el mundo hay enseñanzas infinitamente diversas que nos orientan a seguir muchos caminos diferentes. De una manera u otra, la mayoría de ellas ofrecen directrices para practicar o favorecer ciertos pensamientos, emociones, sensaciones físicas o circunstancias. Nos instruyen para que tengamos mejores ideas, o para que consigamos mayores condiciones, o para que nos sintamos mejor, o para que nos divirtamos más. Y, por supuesto, ya hemos probado todo eso. Sin embargo, siempre que perseguimos algo dictado por la mente, es decir, cualquier percepción, cualquier emoción, cualquier impulso, cualquier sentimiento o cualquier circunstancia, tenemos que acabar reconociendo la limitación de esa experiencia.

En este punto de la existencia es donde aparece la más radical de todas las enseñanzas, una que, de hecho, no lo es en absoluto. Cuando uno vislumbra en un instante la absoluta falta de límites del silencio puro (eso que ningún pensamiento, ninguna emoción, ningún estado mental, ni ninguna circunstancia ha podido, ni podrá, captar o contener nunca) resulta tentador tomar ese vislumbre y ofrecérselo a la mente como otro objeto mental. Resulta tentador intentar captar la verdad y obligarla a hacer lo que tú deseas.

Comprende que este es el funcionamiento natural de la mente.

Su misión es tomar objetos, sean burdos o sutiles, y apropiarse de ellos. El reto que nos plantea esta misteriosa encarnación es ser completamente consciente de tal funcionamiento.

Como he dicho antes, hay muchas enseñanzas que te orientan hacia la persecución de los objetos mentales. En Occidente, todos nosotros hemos experimentado con ello. La radicalidad de esta no-enseñanza es tomar conciencia de esa tendencia y dejar que se queme a medida que la identificación se traslada del movimiento de la mente al silencio del Ser.

Cuando la mente oye este reto, no puede entenderlo. Esa es su belleza. La libertad del silencio puro e ilimitado sólo puede ser alcanzada y experimentada en el momento presente. No tiene nada que ver con ninguna experiencia del pasado. No tiene nada que ver con nada. Está libre de todos los pensamientos, emociones, cuerpos y circunstancias; y es la verdad de quien eres.

En las enseñanzas espirituales se dice frecuentemente que es extremadamente raro que uno realice la verdad de su ser. Ha sido raro, pero no tiene por qué seguir siéndolo, porque es la verdad de quien uno es. La verdad definitiva es que tú eres ese silencio.

Hasta que el cuerpo se vaya y la mente se acabe completamente, hasta que exhales tu último aliento, debes estar dispuesto a mantenerte completamente consciente del impulso mental de ir hacia o de ir en contra de todos los objetos mentales, emocionales, físicos y circunstanciales. En esa disposición puedes ver la libertad que es la verdad de nuestro ser revelada en la pureza de la no-enseñanza: aquiétate.

Presta atención a lo que ya está aquietado.

Cuanto más experimentas esta quietud, más profundos y sutiles son los retos de detectar la tendencia mental a moverse, a tomar, mantener alejado o negar el movimiento. 

Puedes usar tu tiempo de una manera extremadamente rara y preciosa para ver qué objeto está siguiendo tu mente. El silencio no se puede seguir, no va a ninguna parte. Sólo es posible encontrarse con el silencio estando en silencio.

Te invito a renunciar a todos los conceptos sobre tu vida, tu destino, tu propósito, tu pasado, tu presente, tu futuro y a ver lo que no ha sido tocado por este pronombre posesivo del sufrimiento. Y cuando digo "sufrimiento" no estoy excluyendo el placer. El placer y el dolor más intensos están incluidos en el sufrimiento.

La invitación de Ramana, que habla desde el núcleo de tu propio ser, te llama con esta simple frase: "Aquiétate".



Extracto del libro:
Libertad y resolución
Gangaji
Imágenes tomadas de internet

conSentido año 2022


 



SENTIMIENTO DE CARENCIA, DE VACÍO O COMO DE UN AGUJERO


 

SUEÑOS SEMILLA


En 1980 me crucé con algunos de los libros del Dr. Ira Progoff y 
con su metáforo maravilloso del roble y la bellota. De la lectura de sus trabajos surgió esta idea.

En el silencio de mi reflexión
percibo todo mi mundo interno
como si fuera una semilla,
de alguna manera pequeña e insignificante
pero también pletórica de potencialidades.

... Y veo en sus entrañas
el germen de un árbol magnífico,
el árbol de mi propia vida
en proceso de desarrollo.

En su pequeñez, cada semilla contiene
el espíritu del árbol que será después.
Cada semilla sabe cómo transformarse en árbol,
Cayendo en tierra fértil,
absorbiendo los jugos que la alimentan,
expandiendo las ramas y el follaje,
llenándose de flores y frutos,
para poder dar lo que tienen que dar.

Cada semilla sabe
cómo llegar a ser árbol.
Y tantas son las semillas
como son los sueños secretos.

Dentro de nosotros, innumerables sueños
esperan el tiempo de germinar,
echar raíces y darse a luz
morir como semillas...
para convertirse en árboles.

Arboles magníficos y orgullosos
que a su vez nos digan, en su solidez,
que oigamos nuestra voz interior,
que escuchemos
la sabiduría de nuestros sueños semilla.

Ellos, los sueños, indican el camino
con símbolos y señales de toda clase,
en cada hecho, en cada momento,
entre las cosas y entre las personas,
en los dolores y en los placeres,
en los triunfos y en los fracasos.
Lo soñado, nos enseña, dormidos o despiertos,
a vernos,
a escucharnos,
a darnos cuenta.
Nos muestra el rumbo en presentimientos huidizos
o en relámpagos de lucidez enceguecedora.

Y así crecemos,
nos desarrollamos,
evolucionamos...

Y un día, mientras transitamos
este eterno presente que llamamos vida,
las semillas de nuestros sueños
se transformarán en árboles,
y desplegarán sus ramas
que, como alas gigantescas,
cruzarán el cielo,
uniendo en un solo trazo
nuestro pasado y nuestro futuro.

Nada hay que temer,
... una sabiduría interior las acompaña...
porque cada semilla sabe...
cómo llegar a ser árbol.



Extracto del libro:
Cuentos para pensar
Jorge Bucay
Fotografía de Internet

sábado, 26 de febrero de 2022

SOMOS COMO OLAS


 

GRAN ESPÍRITU



Oh gran espíritu, cuya voz oigo en el viento y cuyo respiro da vida a todo el universo. óyeme, soy pequeño y débil, uno de tus muchos hijos.

Déjame pasear en la belleza y permíteme que mis ojos siempre puedan contemplar el rojo y el púrpura de la puesta de sol.

Haz que mis manos respeten las muchas cosas que tus has creado y agudiza mis oídos para oír tu voz.

Hazme sabio para comprender todas las lecciones que tu has escondido detrás de cada hoja y de cada roca.

Dame fuerza no para ser más fuerte que mi hermano sino para luchar contra mi peor enemigo: yo mismo. y hazme siempre listo para ir ante ti con las manos limpias y la mirada recta para que cuando la luz se desvanezca como se desvanece la puesta de sol mi espíritu pueda llegar ante ti sin ninguna vergüenza.


Encontrada en algún lugar de internet.
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