viernes, 9 de julio de 2021

TRABAJO DESAGRADABLE


Estoy en una situación en el trabajo que es desagradable. He intentado entregarme a ella, pero lo encuentro imposible. Sigue surgiendo mucha resistencia.

Eckhart Tolle:
Si usted no puede entregarse, actúe inmediatamente. Hable o haga algo para producir un cambio en la situación, o apártese de ella. Asuma responsabilidad de su vida. No contamine su hermoso, radiante Ser interior ni la Tierra con negatividad. No le dé a la infelicidad en cualquier forma un lugar de residencia en su interior. Si usted no puede actuar, por ejemplo, si está en prisión, le quedan dos elecciones: la resistencia o la entrega. La sujeción o la libertad interior de las condiciones externas. El sufrimiento o la paz interior.


Del libro:
El Poder del Ahora
Eckhart Tolle
Imagen tomada del internet

SI NO EXISTIERA LA MENTE HUMANA


 

jueves, 8 de julio de 2021

DÉJAME VIVIR MI VIDA COMO QUIERA


 

10. EL ÚLTIMO POEMA DE HOSHIN


El maestro zen Hoshin vivió durante muchos años en China.

Después, regresó al noreste de Japón, donde enseñaba a sus discípulos.

Cuando ya se estaba haciendo muy mayor, les contó una historia que había oído en China. Ésta es la historia:

El veinticinco de diciembre de cierto año, Tokufu, que era muy mayor, dijo a sus discípulos: «No seguiré vivo el año que viene, de modo que deberíais tratarme bien este año».

Los discípulos creyeron que estaba bromeando, pero como era un maestro de gran corazón, cada uno le trató con gran atención en los siguientes días del año que se iba.

En la víspera del nuevo año, Tokufu concluyó: «Habéis sido buenos conmigo. Os dejaré mañana por la tarde cuando haya dejado de nevar».

Los discípulos rieron, pensando que estaba chocheando y diciendo sandeces, dado que la noche era clara y sin nieve. Pero a medianoche comenzó a caer la nieve, y al día siguiente no pudieron encontrar a su maestro. Se dirigieron a la sala de meditación. Allí, donde lo hallaron muerto.

Hoshin, que relató esta historia, dijo a sus discípulos: «No es necesario para un maestro zen predecir su muerte, pero si realmente lo desea, puede hacerlo».

«¿Puedes tú?», preguntó alguien.

«Sí», contestó Hosin. «Os mostraré lo que puedo hacer de aquí en siete días».

Ninguno de los discípulos lo creyó, y la mayoría de ellos incluso habían olvidado la conversación cuando Hoshin los volvió a llamar.

«Hace siete días», remarcó, «dije que iba a dejaros. Es costumbre escribir un poema de despedida, pero no soy poeta ni calígrafo.

Dejemos que uno de vosotros escriba mis últimas palabras».

Sus seguidores creyeron que estaba bromeando, pero uno de ellos comenzó a escribir.

«¿Estás preparado?», preguntó Hoshin.

«Sí, señor», replicó el escriba.

Entonces Hoshin dictó:

Vengo del resplandor.
Y regreso a él.
¿Qué es esto?

El poema sólo tenía tres líneas, en lugar de las cuatro habituales, de modo que el discípulo dijo: «Maestro, falta un verso».

Hoshin, con el rugido de un león victorioso, gritó «¡Kaa!» y se fue.



Extracto del libro:
Zen flesh. Zen bones
Paul reps y Nyogen senzaki
Fotografía de Internet

miércoles, 7 de julio de 2021

LA VIDA ES VIVIR, NO ES UN DOGMA


 

TAN SENCILLO COMO SEA POSIBLE, PERO NO MÁS SENCILLO


Se debe hacer todo tan sencillo como sea 
posible, pero no más sencillo.
(Albert Einstein)

En Simplifica tu vida, Elaine St. James explica que es necesario reducir la complejidad de nuestra vida para poder disfrutar realmente de ella.

Empezó su proyecto, junto a su marido, en el momento en que «finalmente habíamos comprendido que no íbamos a ser capaces de llevar a cabo todo lo que nos habíamos propuesto, de modo que nos sentamos e hicimos recuento de lo que podíamos hacer y, lo que es más importante, de aquello que realmente queríamos hacer. Comenzamos mediante la simplificación a organizar nuestras vidas de manera que pudiéramos dedicar el tiempo y la energía suficientes a aquellas cosas que más nos importaban y desprendernos del resto».

En su libro nos guía en un proceso de simplificación que ella empezó librándose de ciertas necesidades exteriores —reduciendo su hogar, sus necesidades económicas, sus actividades...— para luego hacer más sencilla su vida cotidiana.

El primer paso hacia la simplicidad está en darnos cuenta de que muchas de las cosas que hacemos son en realidad cosas que «creemos que debemos hacer», al igual que la mayoría de las cosas que poseemos son cosas que «creemos necesitar». Por ello, prescindir de muchas posesiones y analizar nuestros gastos —de tiempo, energía y dinero— nos ayudará a averiguar qué es realmente importante para nosotros a fin de concentrarnos en ello, descartando cuanto no nos aporta nada.

Entre sus consejos para simplificar la vida destacan los siguientes:

  • Reduce el desorden en tu vida. Líbrate de trastos y abrevia el tiempo que dedicas a tareas como limpiar o comprar.
  • No compres nada que no necesites. Nuevos objetos significan mantenimiento y limpieza, igual que nuevas prendas de ropa. Simplifica tu vestuario y tu mobiliario.
  • Vive en el espacio que necesites. Busca un piso más pequeño y cómodo.
  • Reduce tu agenda. Solo haz aquello que sea necesario y que te aporte algo. Haz que tu tiempo de trabajo cunda y que tu tiempo de ocio realmente sea libre.
  • Desconecta. Olvida el teléfono, el correo, los e-mails y el timbre. Atiende únicamente aquellas visitas o llamadas que quieras o debas atender.
  • Sanea tu economía. Salda tus deudas, replantéate tus hábitos de compra y vive con la mitad.
  • Dedícate a aquello que te haga disfrutar. Busca un trabajo que te permita aprender, crecer y dar lo mejor de ti mismo. No seas esclavo de tu trabajo, y trabaja en tu casa o cerca de ella.
  • Practica meditación y yoga. Y ríe y juega sin parar.
  • Sé tú mismo y confía en tu intuición. Elimina aquellas relaciones que no significan nada para ti.
  • Disfruta de la compañía, pero también de la soledad.



Tomado del libro:
Einstein para despistados
Allan Percy
Fotografía de Internet

martes, 6 de julio de 2021

LA LUCHA ESTÉRIL CONTRA LA CONDUCTA INCONSCIENTE DE LOS DEMÁS


 

YOSSEL, FILÓSOFO JUDÍO


He oído acerca de un filósofo judío. Él era un campesino ordinario pero muy filosófico. Se llamaba Yossel. Pensaba acerca de todo, como suelen hacer los filósofos. Le era muy difícil hacer nada porque el pensar llenaba todo su tiempo, y cuando por fin estaba listo ya había pasado la oportunidad.

Una vez fue al mercado de una aldea cercana, para vender su trigo. Le dijo a su esposa: «En cuanto haya vendido el trigo, te mandaré un telegrama».
Vendió el trigo obteniendo una gran ganancia, y luego fue a mandar el telegrama; fue a la oficina de correos, relleno el impreso de envío, y empezó a pensar en que poner.
Escribió: «Trigo vendido provechosamente. Llego mañana. Amor y besos, Yossel».

Entonces empezó a pensar, y pensó: «Mi esposa se va a creer que me he vuelto loco. ¿Por qué ‘provechosamente’? ¿Acaso vendería el trigo con pérdidas?». Así que tachó la palabra ‘provechosamente’. Entonces se preocupó más aún, porque si había cometido un error con una palabra, puede que hubiera cometido otros errores. Así que volvió a leerlo parándose a pensar en cada palabra. Y pensó: «¿Por qué poner: ‘llego mañana’?. Acaso voy a regresar el mes que viene? ¿El año que viene? Ella ya sabe que voy a regresar tan pronto como haya vendido el trigo». Así que tachó las palabras ‘llego mañana’.

Más tarde pensó: «Mi esposa también sabe que he venido a vender el trigo, entonces para que escribir: ‘Trigo vendido’? Y también tachó eso.
Entonces se echó a reír y dijo: «Le estoy escribiendo a mi propia esposa, ¿para qué le voy a poner ‘amor y besos’? ¿Acaso le estoy escribiendo a la esposa de otro? ¿Acaso es su cumpleaños o algo por estilo?». Y también tachó eso.

Ya sólo quedaba su nombre: Yossel. Y se dijo a sí mismo: «Yossel, te has vuelto loco? Tu mujer ya sabe tu nombre». Así que rompió el telegrama, contento de haberse ahorrado un dinerillo y algunas palabras sin sentido.



FUENTE: OSHO: ‘El Libro de la Nada’, capítulo 3, tomado de la dirección internet www.oshogulaab.com
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