sábado, 5 de diciembre de 2020

LA CONVIVENCIA CON TUS PENSAMIENTOS


 

VIVE EN ALEGRÍA, EN LA SALUD, AÚN ENTRE LOS AFILIGIDOS


Por «salud» Buda entiende totalidad. Una persona curada es una persona sana, una persona total. Con «salud» Buda no se refiere a la definición médica corriente del término; no es un término de la medicina, sino de la meditación, aunque quizá os sorprenda que las palabras «meditación» y «medicina» procedan de la misma raíz. La medicina cura físicamente; la meditación, espiritualmente. Ambas son procesos curativos, ambas proporcionan salud.

Pero Buda no se refiere a la salud del cuerpo; se refiere a la salud del alma. Sé sano, sé total. No te fragmentes, no te dividas. Sé un individuo, literalmente: indivisible, de una sola pieza.

Las personas no son de una sola pieza; son muchos fragmentos que logran mantenerse unidos. Pueden separarse en cualquier momento. Son una maraña, un montón de cosas. Ante cualquier situación nueva, ante cualquier peligro nuevo, ante cualquier inseguridad, se vienen abajo. Muere tu esposa, te arruinas o te quedas sin trabajo… cualquier cosa puede ser la gota que colme el vaso. Se trata de una diferencia de grados. Una cosa hierve a noventa y ocho grados de temperatura, otra a noventa y nueve, otra a noventa y nueve y medio, pero la diferencia son los grados y cualquier pequeñez puede cambiar el equilibrio. Puedes volverte loco en cualquier momento, porque en tu interior hay toda una multitud. Si te fijas, no encontrarás a una sola persona en tu interior, sino muchas caras que cambian a cada momento. Parece como si estuvieras en un mercado por el que va y viene mucha gente, con mucho ruido, y todo sin sentido. Vas acumulando.

La infancia es lo más próximo a la «budancia». A medida que envejeces enloqueces. A medida que envejeces te alejas más y más de la «budancia». Es un estado muy extraño, que no debería ocurrir. Deberíamos acercarnos a la «budancia», pero la mayoría se aleja.

Buda dice: «Vive en la alegría, en la salud, aun entre los afligidos».

Es muy importante recordar este sutra, y más aún si tenemos en cuenta que los cristianos tienen un enfoque completamente erróneo de la vida. Dicen: «Con tanto sufrimiento en el mundo, ¿cómo puedes estar alegre?». A veces vienen a verme y me dicen: «La gente se muere de hambre, es pobre. ¿Cómo puedes enseñar a bailar, a cantar y a estar alegre? Hay tantas personas afectadas por múltiples enfermedades… ¿y tú enseñas la meditación? ¡Qué egoísmo!».

Pero eso es exactamente lo que dice Buda.



Bibliografía: 
Alegría: Osho
Fotografía tomada de internet

viernes, 4 de diciembre de 2020

PEDIR O AGRADECER



NOTAR LA GRATITUD


La gratitud muchas veces es sugerida como una buena prescripción.

Nos han enseñado a expresar gratitud y ser agradecido por aquello que tenemos. Sin embargo, ¿es difícil sentir algo que te han dicho debes sentir, incluso si eso te haría sentir mejor? ¿Qué tal si en tu interior, ya sientes gratitud?

La consciencia—el Ser—está lleno de gratitud. La consciencia ama las sensaciones, experiencias y pensamientos de cada momento. Hay una apreciación natural para todo lo que existe en la consciencia en sí. La Consciencia no puede evitarlo, porque en los niveles más profundos reconoce todo lo que toca como si fuese ella misma. Solo hay consciencia, eso siente la consciencia en cada momento, y eso agradece.

Y sin embargo, esa no es nuestra experiencia consciente en la mayoría de, si no todos, los momentos. Parecería que mucho de lo que toca la consciencia son cosas que apreciamos o por las que damos gracias.

¿Qué tal nuestros problemas y experiencias dolorosas? Parece ridículo sugerir que sintamos gratitud por esas situaciones cuando estamos en proceso de rechazarlas.

La clave para alinearnos con un nivel más profundo de gratitud, donde ésta fluya libremente, es muy sencilla. Solo requiere hacerse consciente de la gratitud que siente en este instante. Note qué toca la consciencia en este preciso momento, ya que ahí es donde aparece la gratitud al nivel de la consciencia.

Otro truco para experimentar niveles más profundos de nuestro Ser donde fluye la consciencia es, simplemente notar o admitir cuánto disfruta rechazar algo en el momento que lo hace. Aunque quizá no sienta gratitud por algo mientras intenta rechazarlo, podría sentir gratitud por su propia capacidad de raciocinio y discriminación. También puede encontrar que cuando se permite a sí mismo sentir gratitud por su habilidad de rechazar algo, termina sintiendo gratitud por aquello que Estar en el momento presente rechaza. ¡No hay problema en sentir gratitud por todo!

Fundamentalmente, la consciencia ama todo tipo de experiencias.

Tanto que cuando no es capaz de poner a un lado su enojo para dar paso a la realidad del momento, entonces la consciencia se limita a disfrutar el enojo. Toda emoción y sensación es rica y única, y la consciencia agradece profundamente cada experiencia vivida.



Extracto del libro:
Eso es eso
aka Nirmala
Fotografía tomada de internet

jueves, 3 de diciembre de 2020

PODER Y DECADENCIA


 

ANTEOJERAS


Si te empeñas en que yo tenga autoridad sobre ti, le decía el Maestro a un candoroso discípulo, 
te haces daño a ti mismo, porque te niegas a ver las cosas por ti mismo. Y, tras una pausa, añadió apaciblemente: Y también me haces daño a mí, porque té niegas a verme como soy.



Anthony de Mello 
Fotografía tomada del internet

martes, 1 de diciembre de 2020

EL AMOR ES ETERNO (MITO 3 SOBRE EL AMOR)


Felicidad conyugal imperecedera, infinita, inagotable.

"Reloj no marques las horas": presente continuo. Si el amor tiene su propia inercia, su propia dimensión temporal, si es inmortal e indestructible, ¿qué papel juega uno en su mantenimiento? Una vez instalado, ¿el amor manda? ¿No puedo acortarlo, alargarlo o modificarlo? Es el síndrome de la asfixia amorosa: el amor no te toca, sino que se incrusta por siempre. Y hay mil: si nos gusta el pensamiento mágico o somos amantes de la Nueva Era, el amor puede sentirse en quinta dimensión: no sólo funciona en esta vida, sino en las otras. Fusión total e irremediable, almas gemelas que vagan por el cosmos hasta reencontrarse nuevamente para alcanzar el amor perfecto de Platón, la fantasía de Stendhal o la fascinación a la que aludía De Rougemont.

Por desgracia para los soñadores, el enamoramiento o amor romántico es de tiempo limitado (más a menos, de dos a tres años). El amor pasional, si no haces nada para mantenerlo activo, tiende a bajar; ésa es su dinámica natural. El único amor estable que puedo concebir es aquél que surge de los acuerdos, la amistad de pareja y la afinidad en algunos intereses básicos. Bernard Shaw decía "que el matrimonio ocurre, cuando dos personas se encuentran bajo la influencia de la más violenta, la más demente, la más engañosa y la más transitoria de las pasiones. Se les exige que juren que permanecerán en ese estado excitado, anormal y agotador hasta que las muerte los separe". ¿Juramos en vano, por ignorancia o por" anhelo? Amor prometido, y lo prometido es deuda.

Un pacto inteligente: "Hasta que la muerte nos separe, si todo va bien...". Benjamín Franklin decía: "Ten los ojos bien abiertos antes del matrimonio y medio cerrados después".

Llámese casorio, noviazgo o relación de amantes, la "atención despierta", al mejor estilo budista, es imprescindible para sobrevivir en pareja.

El mito del amor eterno lleva implícita la idea de la certeza.

Si ya me enamoré y soy correspondido, se acabó definitivamente la soledad y ya no habrá incertidumbre sobre mi futuro afectivo. Zygmunt Bauman, en su libro Amor líquido, rebate esta concepción: Cuando hay dos, no hay certezas y cuando se reconoce al otro como un 'segundo' soberano, no una simple extensión, o un eco, o un instrumento o un subordinado mío, se admite y se acepta esa incertidumbre. Ser dos significa apenas un futuro indeterminado.


Extracto del libro:
Los límites del amor
Walter Riso
Fotografías tomadas de Internet

JUNTOS


 

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