sábado, 5 de octubre de 2019

EL TAMBOR DEL LADRÓN


Un ladrón estaba abriendo en plena noche un agujero en una pared. El amo de la casa, que estaba enfermo, no dormía y oyó el ruido. Subió a la terraza y dijo al ladrón:

"¿Pero qué haces ahí? ¿Quién eres?"

El ladrón respondió:

"¡Soy un tamborilero y toco mi instrumento!"

El hombre replicó:

"Pero entonces, ¿cómo es que no oigo el sonido del tambor?-¡Ya lo oirás mañana por la mañana!" respondió el ladrón.



150 Cuentos sufíes
Maulana Jalāl al-Dīn Rūmī
Fotografía tomada de internet

viernes, 4 de octubre de 2019

AMOR INSTANTÁNEO


CUANDO NO BASTA VER PARA CREER


CAPITULO 5
CUANDO NO BASTA VER PARA CREER

Estoy diciendo que es posible que creer que tu vida puede ser feliz la mayor parte del tiempo puede hacer que lo sea. Pero esto no es ninguna novedad.

Eso ya lo habíamos oído contar.

Este libro trata de lo que no te han contado. Trata de una verdad más amplia todavía, que se encierra detrás de esa verdad. Una verdad tan amplia, tan, cómo decirlo... tan ajena a nuestras vivencias y a todo lo que nos han enseñado...que, como ya he comentado dos veces, muchas personas no son capaces de creerla ni siquiera cuando la ven. Cuando ven cobrar vida a esta verdad delante mismo de ellos, la achacan a otra cosa.

Según un viejo dicho, «hay que ver para creer»; pero voy a hablaros ahora del barco de Magallanes.

Esto me lo contó mi querido amigo Stephen Simon, productor y director de Conversaciones con Dios, la película y de Indigo, coproductor de Más allá de los sueños, y que ha intervenido en la producción de otras muchas películas que te sonarán, tales como El alucinante viaje de Billy Ted.

Tal como lo cuenta Stephen, Magallanes y sus hombres exploraron muchas islas sin encontrar resistencia por parte de los nativos que vivían en ellas.

Éstos bien podían haberse subido a sus canoas hechas con troncos de árboles para atacar en masa a aquellos marineros de aspecto extraño que podían venir con malas intenciones; sin embargo, los recibían con los brazos abiertos. ¿Por qué?

Porque cuando los vigías nativos vieron por primera vez el barco de Magallanes, no sabían qué era lo que estaban viendo.

No habían visto nunca una cosa tan inmensa y majestuosa que llevara a gente por el agua. Aquellos barcos gigantescos, con mástiles enormes y velas que se henchían al viento, estaban tan alejados de las vivencias anteriores de aquellos nativos isleños, que éstos no tenían ningún punto de referencia que les permitiera empezar a plantearse siquiera lo que podían ser aquellas naves. Dejaban ancladas sus canoas, dejaban las lanzas, llenos de temor, y recibían a Magallanes y a sus hombres como a dioses.

Stephen me explicó que éste es el síndrome del barco de Magallanes; es el fenómeno que se produce cuando una persona ve algo que está tan apartado de sus vivencias anteriores, que literalmente no sabe cómo interpretar lo que ve.

Pues bien, esa Verdad Callada de la que he estado hablando aquí está tan alejada de cualquier cosa que nos hayan dicho o enseñado a la mayoría de nosotros, que aún cuando está ejerciendo su efecto en nuestras vidas, cuando está produciendo una manifestación directa delante mismo de nosotros, literalmente no sabemos qué es lo que estamos viendo. Vemos una cosa y decimos que es otra.

Vemos los resultados de la Verdad Callada y decimos que son frutos de la coincidencia, de la casualidad, del azar, de un accidente... o de la simple suerte loca.

En realidad, la cosa no habrá tenido nada de «loca»; todo lo contrario, habrá sido obra de la inteligencia más elevada del universo.



Del libro:
Dios es felicidad
Convierte tu vida en una experiencia extraordinaria
Neale Donald Walsh
Foto tomada de internet

jueves, 3 de octubre de 2019

HIJOS INÚTILES


EL PODER DE DETENERSE


LA AUTOINDAGACIÓN NO ES un camino que te lleve a alguna parte.

Es el camino que hace que te pares en seco para poder descubrir quién eres directamente, por ti mismo.

El poder de detenerse es indescriptible. En el momento en que te paras, no hay ningún concepto de nada, y sin embargo hay conciencia. La conciencia sin conceptos es natural e intrínsecamente libre. En un instante, es manifiesta. Estamos tan acostumbrados a seguir nuestros conceptos, que llegamos a convertir la consciencia misma en un concepto.

En el momento intemporal de reconocer que la consciencia existe sin ninguna necesidad de conceptos, la identificación con el concepto cae. Ésta es una experiencia esencial. A continuación se produce una profundización en el reconocimiento de que la conciencia es libre e independiente del concepto. Ésta es la verdadera libertad. El concepto que tienes de ti mismo como hombre o mujer ni siquiera comienza a tocar tu verdad como conciencia.

El miedo suele participar de este cambio esencial que nos aleja de la identificación con los conceptos y nos lleva a identificarnos con el fundamento silencioso del ser, porque este cambio amenaza la estructura de vida que conocemos. El miedo puede tener muchos disfraces, como el enfado, la insensibilidad y la desesperación. Este terror existencial es como la gárgola a la puerta de un santuario. A menos que lo afrontes y quede expuesto como otra estrategia mental, puede mantenerte alejado de la revelación de la paz consciente y silente que está en el núcleo de tu ser.

Los grandes maestros que han descubierto su naturaleza esencial nos animan a afrontar ese terror a la disolución de nuestra individualidad. El resultado de este encuentro es paradójico: el individuo queda disuelto. Lo particular y único de la consciencia es que puede reconocerse a través de la forma individual, y reconocerse simultáneamente como la fuerza que lo anima todo.

Llega a un punto en el que estás dispuesto a someter tu individualidad. En esa disposición, de lo que te liberas en realidad es de la individualidad condicionada, y la conciencia individual se revela unificada con toda la conciencia. Sin embargo, antes debes estar dispuesto a perder todo lo que percibes como tu yo individual. El miedo sólo surge porque no podemos imaginarnos cuál es la realidad de esta pérdida. Cuando se produce la pérdida, verdaderamente asistimos a una estupenda noticia. Se revela que la entidad individual es la cáscara que recubre la dulce verdad de la autorrealización.

Simplemente concédete un momento, este momento, para soltarlo todo: la búsqueda, la negación, el rechazo, el apego. Deja que todo se vaya y, sólo durante un instante, descansa en la verdad de tu ser. Así, cualquier cosa que venga después podrá ser vista y experimentada en el marco del santuario de la seidad.



Extracto del libro:
El Diamante en tu bolsillo: Descubre tu verdadero resplandor
Gangaji
Imágenes tomadas de internet

miércoles, 2 de octubre de 2019

SOBRE CONQUISTAS


EL ARROYO DE LA LUNA


Un rebaño de elefantes se había instalado a la orilla de un arroyo y los demás animales se lamentaban de que esta presencia los privaba del libre acceso al curso de agua. Todos se pusieron a buscar una estratagema para hacer que se largaran, pues estaba claro que ninguna fuerza bastaba para obligarlos a irse.

El primer día de la luna, un viejo conejo subió a un montículo y gritó a los elefantes:

"¡Oh, sultán de los elefantes! ¡Soy un mensajero, el mensajero de la luna! Si quieres tener la prueba de mis palabras, escucha esto: dentro de quince días, la luna se mostrará en el agua. Y he aquí el mensaje que la luna os envía: "Este arroyo nos pertenece y está prohibido a todos acercarse a él bajo pena de volverse ciegos" Creedme, si os quedáis cerca de este arroyo, seréis cegados por medio de unos destellos. ¡Y si os atrevéis a calmar en él vuestra sed, la luna se estremecerá en el agua para mostrar su cólera!"

Al octavo día de la luna, el sultán de los elefantes fue a beber al arroyo, pero cuando mojó su trompa en él, vio la luna estremecerse en su superficie. Entonces empezó a creer lo que le había dicho el viejo conejo, pero los demás elefantes lo tranquilizaron diciéndole:

"¡No somos tan tontos como para huir porque la luna se haya movido!"



150 Cuentos sufíes
Maulana Jalāl al-Dīn Rūmī
Fotografía tomada de internet
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