Silencio
Interioridad
Superficialidad
Viaje
Horizontalidad
Verticalidad
Cruz cristiana
Debes sentarte, en silencio y buscar los sitios remotos de tu interior.
Eres un universo vasto, recuerda. La superficie que tú has dado por descontado que eres es sólo el comienzo, la entrada. Si estás hablando en la entrada, esto se debe a ti. Hay rincones remotos dentro de la casa. Mucha gente pasa toda su vida en la entrada, junto al camino: el mercado, la familia, los objetos, el prestigio, la política. Vives en la superficie. ¿Cómo puedes volverte hacia tu interior? Primero, deja de viajar.
Hay dos movimientos de energía, solamente dos. La energía tiene sólo dos dimensiones: una es horizontal y la otra vertical, igual que la cruz cristiana. Y la cruz cristiana es, en verdad, el símbolo de esto. Una es horizontal: vas de un pensamiento a otro, de A a B, de B a C, en forma horizontal. Después, hay otro movimiento de la energía: no vas de A a B, te metes más profundamente en A, de A1 a A2, a A3; te metes más profundamente, o en forma vertical, o más alta, pues todas estas denominaciones aluden a lo mismo.