Una cultura basada en el conformismo está condenada al atraso. El progreso implica la ruptura de algunas viejas reglas y la aceptación de otras nuevas. Lo que nos mueve es la apertura al cambio.72 Como ya dije antes, no me refiero al rebelde sin causa que protesta por protestar, sino a la capacidad razonada y razonable de inducir y promover transformaciones cuando sea necesario; y lo es cuando el bienestar de las personas se ve afectado o cuando un sistema de funcionamiento (organizacional o social) empieza a ser obsoleto. La actitud inconformista tiene que ver con mantener vivo un espíritu de sana oposición y sensato que ve en la renovación un factor de crecimiento. El pensamiento inconformista implica una mente abierta, antidogmática y flexible, lejos de los imperativos rígidos y más cerca de un cuestionamiento inteligente ¿Su peor enemiga? La resistencia al cambio.
El pensamiento inconformista te permite:
- Superar la necesidad de aprobación.
- Tener más claros tus propios gustos y preferencias.