miércoles, 1 de marzo de 2017

CONTRADICCIONES


Coherencia 
Silencio 
Diálogo interior 
Verdad

No me interesa mucho lo que te digo. Me interesa más lo que te pasa cuando te di­go algo, x, y, z. A veces, no dejo de contrade­cirme: hoy afirmo algo, y mañana digo otra co­sa, porque lo que digo no es lo importante. Mis charlas no son más que poesía. No soy un filó­sofo. Tal vez sea un poeta, pero no soy un filó­sofo. Mañana diré otra cosa, y pasado mañana, otra distinta. Ése no es el punto. Mis afirmacio­nes pueden ser contradictorias, pero yo no soy contradictorio, porque hoy digo algo y te que­das callado; mañana afirmo algo totalmente contradictorio y te quedas callado; pasado ma­ñana vuelvo a decir algo totalmente contradic­torio (todo lo que he afirmado lo contradice), pero te quedas callado.

Tu silencio es mi coherencia. Soy coheren­te, siempre coherente: contradictorio en la su­perficie, pero la corriente interior sigue siendo la misma.

SABER ESCUCHAR





Tomado del libro:
El Librito Que Fortalece
Proverbios reconfortantes y máximas motivadora
Lucia Canovi
Fotografía extraída de internet

martes, 28 de febrero de 2017

SU VÍNCULO CON LO NO MANIFESTADO


¿Cuál es la relación entre la presencia y el cuerpo interior?

Eckhart Tolle:
La presencia es conciencia pura, conciencia reclamada a la mente, al mundo de la forma. El cuerpo interior es su vínculo con lo No Manifestado y en su aspecto más profundo es lo No Manifestado: la Fuente de la cual emana la conciencia como la luz emana del sol. La conciencia del cuerpo interior es la conciencia que recuerda su origen y retorna a la Fuente.

¿Lo No Manifestado es lo mismo que el Ser?

Eckhart Tolle:
Sí. Las palabras No Manifestado intentan, por medio de la negación, expresar Aquello que no puede ser expresado, pensado o imaginado. Apuntan a lo que es, diciendo lo que no es. El Ser, por otra parte, es un término positivo. Por favor, no se apegue a ninguna de esas palabras ni empiece a creer en ellas. No son más que postes indicadores. 

CAMBIOS




Tomado del libro:
El Librito Que Fortalece
Proverbios reconfortantes y máximas motivadora
Lucia Canovi
Fotografía extraída de internet

lunes, 27 de febrero de 2017

VIDA INFINITA Y ETERNA


EL PEQUEÑO MONO


Érase una vez ... un pequeño mono que, con su larga cola, su aire travieso y su mechón de pelos en la punta de cada oreja, se parecía un poco a un tití. ¿Por qué circunstancias fue a parar al dojo de Yagyu Tajima, el gran maestro del arte del sable? Nadie lo supo nunca. Pero estaba presente en todos los ejercicios, se mezclaba con los discípulos y se esforzaba en imitarlos.

Una mañana un ronin se presentó ante la puerta del dojo del maestro Tagyu Tajima y solicitó el honor de recibir la enseñanza del sable. Con el fin de mostrar su valor, se ofreció a luchar con el adversario que quisieran oponerle. El maestro sonrió y dijo:

-Te acepto como discípulo si puedes vencer a mi mono.

El ronin, sorprendido pero seguro de sí, estuvo de acuerdo. Dieron a cada uno el sable de madera que se usa para los ejercicios y el maestro dio la señal del combate. El pequeño mono ejecutó algunos molinetes a una velocidad loca, efectuó un salto peligroso y se puso en equilibrio sobre la espalda de su adversario, y, antes de que éste se recobrara, le hizo saltar el sable de las manos. El ronin, molesto y confuso, se retiró.

¿TE SUBES AL TREN O TE QUEDAS VIENDO COMO SE ALEJA?


domingo, 26 de febrero de 2017

BAJA AUTOEFICACIA: «NO SERÉ CAPAZ DE ENFRENTARME A LO QUE VIENE»


El pensamiento normativo se alimenta de una serie de mandatos aparentemente irrevocables (y se esconde detrás de ellos) para justificar su conformismo y evitar la entrada de lo nuevo en escena. 

Tres de estas distorsiones que fomentan la resistencia al cambio: 

1) resignación normativa: «Nada va a cambiar»;
2) fatalismo conformista: «El cambio no es conveniente»; y 
3) baja autoeficacia: «No seré capaz de enfrentarme a lo que viene.»


BAJA AUTOEFICACIA: «NO SERÉ CAPAZ DE ENFRENTARME A LO QUE VIENE» 

Aquí el problema es más personal. La dificultad no está tanto en el cambio en sí, sino en la incapacidad percibida para hacerle frente: «¿Seré capaz de adaptarme?» Si dudo de mi potencial, mi inteligencia y mi disposición para acoplarme a los imponderables, los cambios venideros serán vistos como una cuestión de vida o muerte y no como una oportunidad para crecer.

Lo que desconocen las personas con baja autoeficacia es que la adaptación requiere tiempo y que durante este proceso de adaptación es normal que cometamos errores. No existen transformaciones cómodas e indoloras; todas duelen. El cambio —es decir, pasar de un estado a otro— así sea positivo, siempre produce algún tipo de crisis: es la mente que se actualiza a sí misma. El miedo a no ser capaz, a equivocarse y a quedar relegado son los temores más incapacitantes, porque bloquean la mayoría de las funciones psicológicas e incrementan la resistencia al cambio. Al dudar de uno mismo, ya no habrá un punto de referencia en el que confiar. La dificultad se multiplica y el yo entra en estado de hibernación. El sociólogo Bauman71 sostiene que, en la actualidad, el miedo a quedar rezagados aparece cuando nos enfrentamos a los avances de la tecnología y a una posmodernidad que exige, cada vez más, respuestas inteligentes y adaptativas: 

SI EL "YO" NO ESTÁ ALLÍ


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