Eso todavía nos deja una gran pregunta: ¿Hago algo para cambiarme a mí mismo?
¡Le tengo una gran sorpresa, muchas buenas noticias!
Usted no tiene que hacer nada. Cuanto más haga, peor será. Todo lo que tiene que hacer es comprender.
Piense en alguien con quien vive o con quien trabaja y que no le parece agradable, que le causa sentimientos negativos. Veamos lo que sucede. Lo primero que usted necesita comprender es que el sentimiento negativo está en usted. Usted es el responsable del sentimiento negativo, no la otra persona. Otra persona en su lugar estaría completamente calmada y a sus anchas en presencia de esa persona; no se afectaría. Usted si. Ahora comprenda otra cosa: usted está haciendo una exigencia. Usted espera algo de esta persona ¿entiende? Entonces dígale a esa persona. "Yo no tengo el derecho de exigirle nada a usted". Al decir eso, descartará su expectativa. "Yo no tengo derecho a exigirle nada a usted. Claro que me protegeré de las consecuencias de sus acciones o de su mal humor o de lo que sea, pero puede seguir adelante y ser lo que quiera ser. No tengo derecho a hacerle ninguna exigencia".