miércoles, 7 de septiembre de 2016

DESCUBRIMIENTO


Crecimiento
Revelación 
Reminiscencia

El crecimiento espiritual no es en reali­dad un crecimiento como el de la semilla. La semilla debe crecer para transformarse en árbol. Entre la semilla y el árbol, hay una brecha. Esta brecha debe ser recorrida; hay una distancia. Tú no creces como una semilla; tú ya eres el crecimiento. Es sólo una revela­ción. No hay distancia entre tú como eres y tú como serás. ¡No hay distancia! Lo ideal, lo per­fecto, ya está allí.

Entonces, no es verdaderamente una cuestión de crecimiento. Es una cuestión de correr el ve­lo; es un descubrimiento. Algo está escondido; corres la pantalla y allí está. Es como si estuvie­ras sentado con los ojos cerrados: el sol está allí sobre el horizonte, pero tú estás a oscuras. De pronto, abres los ojos y es de día, hay luz.

ACCIONES




Tomado del libro:
El Librito Que Fortalece
Proverbios reconfortantesy máximas motivadora
Lucia Canovi
Fotografía extraída de internet

martes, 6 de septiembre de 2016

LO INVISIBLE


Dios
El yo 
Trascendencia 
Braluna 
Equilibrio

Hay un descubrimiento muy sutil de Oriente, y es el siguiente: si te identifi­cas con el punto inmóvil, nunca conocerás a Dios. Conocerás el yo, pero nunca a Dios. Y hay muchas tradiciones, en particular jainistas, que se identificaron demasiado con el yo; y en­tonces decían que no había Dios, que el yo era el único Dios. Hay dos orillas, y tú estás en al­gún lugar intermedio entre las dos: ni en movi­miento, ni quieto. Ésta es la trascendencia últi­ma. A esto llaman Brahma los hindúes.

Esfuerzo y falta de esfuerzo, movimiento y ausencia de movimiento, actividad y falta de ac­tividad, la materia y el alma: éstas son las dos orillas. Y, entre estas dos orillas, flota lo invisi­ble. Estas dos son visibles, y entre ellas flota lo invisible. Eso eres tú. Tattwamasi Swetketu, di­ce la Upanishad. Eso que flota entre estas dos orillas, eso que no se puede ver, eso que real­mente constituye un sutil equilibrio, nada más, entre estas dos orillas: eso eres tú. A esto se lo ha llamado el Brahma, el supremo yo.

LA NATURALEZA INTRÍNSECA


lunes, 5 de septiembre de 2016

UNA NUBE BLANCA, SIN MENTE


Una nube blanca flota en el cielo, sin tiempo, porque carece de futuro y de mente. Es aquí y ahora. Cada momento constituye la eternidad total. Pero, como la mente no puede existir sin objetivos, sigue creando objetivos. Si los así llamados objetivos mundanos se pierden, la mente crea objetivos religiosos, objetivos de otro mundo. Si el dinero ya no sirve, entonces resulta útil la meditación.
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