jueves, 25 de agosto de 2016
miércoles, 24 de agosto de 2016
martes, 23 de agosto de 2016
LAS SEMILLAS DE LA IRA, LAS SEMILLAS DE LA COMPASIÓN
A menudo hablamos de la conciencia como de un terreno. Las semillas de las formaciones mentales se entierran en nuestra conciencia-receptáculo. Estas formaciones mentales nacen y surgen de nuestra mente consciente, se quedan ahí durante un tiempo y después vuelven a la conciencia-receptáculo bajo la forma de una semilla.
Nuestra compasión también reposa en nuestra conciencia-receptáculo bajo la forma de una semilla. Cada vez que sentimos o regamos una semilla, brotará y se manifestará en nuestra mente consciente, el nivel superior de la conciencia. Si una semilla positiva, como la de la alegría o la compasión, se riega y se manifiesta, hará que nos sintamos felices. En cambio, si una semilla negativa, como la de la envidia, se riega y se manifiesta, hará que nos sintamos infelices. Mientras nuestra alegría o nuestra cólera están enterradas en la tierra y nadie las despierta, las llamamos semillas. Pero cuando se manifiestan en la mente consciente, las llamamos formaciones mentales. Hemos de reconocer la ira bajo sus dos formas: como una semilla en nuestra conciencia-receptáculo y como una formación mental, una zona activa de energía que aflora a nuestra mente consciente. Hemos de comprender que aunque la ira no se manifieste, sigue estando ahí.
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