Recuerda siempre una cosa: que como te encuentras ahora, como se encuentra todo el mundo... ya estas loco. La humanidad está loca, esta Tierra es un manicomio. De modo que solo te puedes volver cuerdo, no loco; eso no es un problema.
Otra cosa es que tengas miedo de volverte cuerdo, pero no temas volverte loco, porque, ¿qué más podría suceder? ¡Lo peor ya ha pasado! Vivimos en la peor clase de infierno. De manera que si caes, quizá lo hagas en el cielo. No puedes caer en otro sitio porque este es el último. Pero la gente tiene miedo, porque cree que es lo normal aquello en lo que ha estado viviendo. Nadie es normal. Muy rara vez hay un hombre normal como Jesucristo o Buda: todos los demás son anormales. Pero lo anormal es la mayoría, de modo que se llaman normales; Jesucristo parece anormal. Y, desde luego, la mayoría puede decidir, en última instancia posee los votos para decidir quién es normal y quién no. Es un mundo extraño: aquí las personas normales aparecen como anormales y las anormales son consideradas normales.