En sí misma, la vida es neutral. Nosotros la hacemos hermosa o fea; la vida es la energía que nosotros le aportemos.
Si vertes belleza en la vida, es bella. Si simplemente te sientas ahí y quieres que sea hermosa, no lo será... debes crear esa belleza. La belleza no está presente como un objeto, como una roca. Hay que crearla. Hay que entregar una visión a la realidad, hay que darle color a la realidad, hay que darle una canción... entonces es hermosa.
De modo que siempre que participes en crear belleza, está ahí; siempre que dejes de crear, desaparece. La belleza es una creación, igual que la fealdad. La felicidad es una creación, también la desdicha.