jueves, 11 de febrero de 2016

LA FARSA DE LA CARIDAD


La caridad es realmente el amor propio disfrazado de altruismo. Usted dice que es muy difícil aceptar que puede haber ocasiones en que usted no está realmente tratando de ser amoroso o confiado. Simplifiquémoslo lo más posible. Hagámoslo tan brusco y tan extremo como sea posible, al menos para empezar. Hay dos tipos de egoísmo. el primer tipo es el que consiste en darme gusto de darme gusto. eso es lo que generalmente llamamos egoísmo. El segundo tipo es el que consiste de darme el placer de agradar a los demás. Éste sería un tipo más refinado de egoísmo.

El primero es muy obvio, pero el segundo está oculto, muy oculto, y por eso es más peligroso, porque llegamos a pensar que realmente somos maravillosos. Pero, al fin y al cabo, tal vez no seamos tan maravillosos. 

Usted, señora, dice que, en su caso, vive sola, y que va a la parroquia y dedica varias horas de su tiempo. Pero también admite que lo hace por una razón egoísta - Usted necesita que la necesiten - y usted también sabe que necesita que la necesiten de una manera que haga sentir que está contribuyendo con algo al mundo. Pero también admite que, como ellos también la necesitan, es un intercambio.

¡Usted está a punto de entender! Tenemos que aprender de usted. Eso es lo correcto. Usted dice: "Doy algo, recibo algo". Está en lo cierto. Voy a ayudar, doy algo, recibo algo. eso es bello. eso es verdad, eso es real. Eso no es caridad, eso es el amor propio ilustrado.

miércoles, 10 de febrero de 2016

SEGURIDAD


LA FRONTERA DEL ARTE


Fue la batalla más larga de cuantas se pelearon en Tuscatlán o en cualquier región de El Salvador. Empezó a la media noche, cuando las primeras granadas cayeron dese la loma, y duró toda la noche y hasta la tarde del día siguiente. Los militares decían que Cinquera era inexpugnable. Cuatro veces la habían asaltado los guerrilleros, y cuatro veces habían fracasado. La quinta vez, cuando se alzó la bandera blanca en el mástil de la comandancia, los tiros al aire empezaron los festejos.

Julio Ama, que peleaba y fotografiaba la guerra, andaba caminando por las calles. Llevaba su fusil en la mano, y la cámara, también cargada y lista para disparar, colgada del cuello. Andaba Julio por las calles polvorientas, en busca de los hermanos gemelos. Esos gemelos eran los únicos sobrevivientes de una aldea exterminada por el ejército. Tenían dieciséis años. Les gustaba combatir junto a Julio; y en las entreguerras, él les enseñaba a leer y a fotografiar. En el Torbellino de esta batalla, Julio había perdido a los gemelos, y ahora no los veía entre los vivos ni entre los muertos.

Caminó a través del parque. En la esquina de la Iglesia, se metió en un callejón. Y entonces, por fin, los encontró. Uno de los gemelos estaba sentado en el suelo, de espaldas contra un muro. Sobre sus rodillas, yacía el otro, bañado en sangre; y a los pies, en cruz, estaban los dos fusiles.

PROFUNDIDAD


Un único momento puede convertirse en la eternidad, porque no se trata de duración, sino de profundidad. Hay que entender esto: el tiempo es duración, la meditación es profundidad. 

El tiempo es duración: un momento que sigue a otro momento que sigue a otro momento; una hilera, una línea, un proceso lineal... pero uno se mueve horizontalmente en el mismo plano. Tic... tic... pasan los momentos... pero el plano sigue siendo el mismo.

En momentos de profundidad, de repente desciendes o asciendes. Ambas cosas son lo mismo, pero has dejado de estar en un plano horizontal... te vuelves vertical. De repente un giro, y escapas del proceso lineal. Uno siente miedo porque la mente solo existe en el plano horizontal. La mente se asusta. ¿Adónde vas?

martes, 9 de febrero de 2016

SERVIR A NUESTRO PAÍS


El Gobierno francés se está esforzando mucho por ocuparse de los jóvenes violentos y tiene para ello cierta visión. Entiende que la violencia y el sufrimiento de estos jóvenes los ha causado la sociedad. Para saber cómo responder, hemos de escuchar como lo haría un médico. Hemos de escuchar con gran atención al organismo de la sociedad, para ver por qué los jóvenes se vuelven tan violentos y se enfurecen. Si lo hacemos, veremos que sus raíces de la ira y la violencia se encuentran en la familia, en la forma en que los padres se comportan en la vida cotidiana. Y las raíces de la violencia de la familia se encuentran en la forma en que la sociedad está organizada y en el modo de consumir de la gente.

El Gobierno también está compuesto por personas. Está formado de padres, madres, hijos e hijas, y estos padres, madres, hijos e hijas pueden llevar en ellos la violencia que hay en sus familias. Por eso, si el primer ministro francés no hace la práctica de observar profundamente, si no ve la ira, la violencia, la depresión y el sufrimiento que hay en él, no podrá comprender la violencia, la ira y la depresión que hay en la generación más joven.
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...