El filósofo inventa la verdad; no es un descubrimiento.
Es su propia invención intelectual. Teoriza; realiza conjeturas.
La verdad no ha de inventarse. Todo lo que se inventa será falso. La verdad ya está ahí... o aquí. Hay que descubrirla. No hay necesidad de inventarla, porque aquello que inventes va a ser falso. No sabes qué es la verdad; ¿cómo podrías inventarla? Al no conocerla, resulta imposible inventarla. Aquello que se invente en la ignorancia no será más que una proyección de ignorancia. La verdad no puede inventarse; solo puede descubrirse, porque ya es el caso.