El carácter transitivo del amor: «Tu alegría me alegra y tu dolor me duele»
Es el cara acara de cualquier relación normal. No únicamente compartes sexo, hijos, deudas o amigos, también intercambias estados de ánimo. Este flujo de ida y vuelta garantiza el equilibrio emocional y por eso es importante mantenerlo vivo y despierto: no sólo te comunicas verbalmente, tu cuerpo habla y transmite lo que sientes en cada gesto y cada postura. El asunto se complica cuando uno de los dos miembros de la pareja muestra, al menos, uno de los siguientes impedimentos: a) incapacidad de descifrar lo que el otro siente (analfabetismo emocional), y/o b) indiferencia, apatía o desgana ante los sentimientos del otro (indolencia amorosa).