Cómo salirse del juego perverso de aparentar «ser menos» para que el otro se «sienta más»
2. TODAS LAS PAREJAS SON DISPAREJAS
¿No sería más lógico que tu pareja se sintiera orgullosa por ser quien eres, en vez de compararse y deprimirse por ser «menos»? Simplemente, sé tú, con tus capacidades y desaciertos, descaradamente, sin esconder ni disimular nada, aunque el otro se retuerza de rabia. Si sacar tu lado bueno le genera inseguridad a la persona que amas, es ella quien debe cambiar y no tú: ella debe alcanzarte a ti y no tú detener la marcha. Y como ya he mencionado antes, si notas algún atisbo de rivalidad por tus éxitos, escapa lo más lejos posible. El amor «envidioso» no es amor.