Donde hay amor, no hay sacrificio.
JACINTO BENAVENTE
Todo exceso, lo mismo que toda
renunciación, trae su castigo.
OSCAR WILDE
Amor por contraste: parecer un poco más ignorante para que la pareja se sienta más inteligente; pasar desapercibido para que ella o él se destaque; fracasar para que los errores del otro se diluyan; afearse para que la persona amada se vea mejor. Un sacrificio de los peores y el más autodestructivo: ser menos para que la persona amada se sienta más. ¿Habrá mayor estupidez «amorosa»? Aunque parezca extraño, infinidad de parejas sufren de esta compensación negativa. Tú mismo podrías estar, precisamente ahora, metido en este juego enfermizo de intentar equilibrar disparidades por lo bajo. Una joven mujer, muy triunfante en su profesión, me decía: «¿Cómo voy a seguir triunfando si él no tiene éxito?