Siempre que haya algo de presión del exterior, la entrada directa a la meditación se torna difícil. De modo que antes de meditar; durante un periodo de quince minutos, tienes que hacer algo para cancelar la presión.
Durante quince minutos, siéntate en silencio, piensa que todo el mundo es un sueño... ¡y lo es! Piensa que es un sueño y que no hay nada de importancia en él. Eso es lo primero.