Cómo afrontar la ambigüedad afectiva y no caer en el juego de una espera inútil.
1. NO ACEPTES PASIVA NI CONDESCENDIENTEMENTE EL RECHAZO
¿Por qué debemos aceptar resignadamente la inconsistencia y el rechazo del otro? Una «minidesgana» esporádica es normal y ocurre en todas las relaciones, pero el disgusto hacia tu persona, aunque no sea minuto a minuto, es inaceptable. Tú reconoces cuándo te quieren de verdad, cuándo te aman o se hartan de ti. Tú lo sabes y no necesitas un grupo de especialistas para que te reafirmen lo evidente. Un hombre enamorado, a quien su esposa lo maltrataba psicológicamente, me dijo una vez: