Mi sugerencia es: disfruta de la música, de la poesía, de la naturaleza, pero evita la tentación de diseccionarlas. Y tampoco compares, porque las comparaciones son inútiles.
No compares una rosa con una caléndula. Las dos son flores, de modo que es indudable que poseen ciertas similitudes, pero ahí es donde termina su parecido. También son únicas. Una caléndula es una caléndula... su color es de un dorado danzarín. La rosa