viernes, 3 de mayo de 2013

PESADILLAS


Cuando tenía unos diez años, mi mejor amiga empezó a tener pesadillas: iba corriendo en medio de un gran edificio oscuro perseguida por horribles monstruos. Llegaba a la puerta, luchaba por abrirla y en cuanto la cerraba tras de sí, oía que era abierta por los monstruos que volvían a pisarle los talones. Se despertaba llorando y pidiendo ayuda.

Un día estábamos sentadas en su cocina hablando de sus pesadillas. Cuando le pregunté qué aspecto tenían sus demonios me dijo que no lo sabía porque siempre había huido de ellos. Después de que le hiciera mi pregunta, mi amiga comenzó a plantearse preguntas sobre los monstruos. Se preguntaba si tendrían aspecto de brujas y si alguno de ellos llevaría un cuchillo. La próxima vez que tuvo la pesadilla, cuando los monstruos estaban empezando a perseguirla, se paró y se dio la vuelta.

Necesitó un coraje enorme, su corazón latía tan fuerte que parecía que se le iba a salir del pecho, pero apoyó la espalda contra la pared y los miró de frente. Todos se detuvieron justo delante de ella y empezaron a dar saltos arriba y abajo, pero ninguno se acercó más. Eran cinco en total y cada uno de ellos se parecía a un animal. Uno era un oso gris que en lugar de zarpas de oso tenía unas largas uñas rojas, otro tenía cuatro ojos y el tercero tenía una herida en la mejilla. Mirados de frente tenían un aspecto menos monstruoso y se parecían más a dibujos en dos dimensiones, de esos que aparecen en los libros de cómics.

A continuación, poco a poco, comenzaron a desvanecerse. Después mi amiga se despertó y ése fue el fin de sus pesadillas.

Del libro:
Cuando Todo Se Derrumba
Pema Chödron

LA PEQUEÑA MENTE

Llevamos con nosotros una imagen de nosotros mismos, una imagen que mantenemos en mente. Una manera de describirla es llamarla «pequeña mente».

También puede ser denominada sem. En tibetano hay varias palabras que significan mente, pero dos de ellas son particularmente útiles de conocer: son sem y rikpa. Sem es lo que experimentamos como pensamiento discursivo, una corriente de parloteo que siempre está reforzando la imagen que tenemos de nosotros mismos. Rikpa significa literalmente «inteligencia» o «brillantez». Detrás de toda planificación y preocupación, detrás de todos los deseos y querencias, detrás de todas nuestras elecciones, la mente no creada, la mente sabia de rikpa siempre está presente. Rikpa está aquí en el momento en que dejamos de hablarnos a nosotros mismos.

En Nepal los perros ladran durante toda la noche. Aproximadamente cada veinte minutos todos se callan a la vez y se pueden disfrutar unos momentos de inmenso alivio y quietud. A continuación vuelven a empezar. La pequeña mente, o sem, nos produce una sensación muy parecida. Cuando empezamos a practicar la meditación es como si los perros nunca dejaran de ladrar. Después de un tiempo, empieza a haber descansos. El pensamiento discursivo se parece mucho a un perro salvaje que necesita ser domado, pero en lugar de golpearlo o de tirarle piedras, lo vamos domando con la compasión. Nos observamos una y otra vez con precisión y bondad para permitirle que se vaya calmando gradualmente. A veces tenemos la sensación de que hay mucho más espacio, sólo alguna pequeña alteración por aquí o por allá.

Evidentemente, el ruido va a continuar, pero no estamos tratando de librarnos de los perros. Sin embargo, una vez que hemos conectado con el amplio espacio de rikpa, comienza a impregnarlo todo. Una vez que hemos vislumbrado esa amplitud, si practicamos con maitri, se seguirá expandiendo. Se expande entre nuestro resentimiento, impregna nuestro miedo, se extiende por nuestros conceptos y opiniones sobre las cosas y, también, dentro de lo que pensamos que somos. A veces podemos llegar a sentir que la vida es como un sueño.

Del libro:
Cuando Todo Se Derrumba
Pema Chödron

VIAJES Y GEOGRAFÍA


El principio de la exploración como herramienta para desprenderse de los apegos. Walter Riso propone una serie de actividades que refuerzan dichso principio...

5. Viajes y geografía. No sé si te ha pasado alguna vez que cuando estás viendo el canal Discovery, la Nacional Geographic o Planeta Animal, comienzas a sentir cierta envidia por los realizadores. Somos viajeros del tiempo y del mundo. Para pasear no es necesario ser un Jacques Cousteau con lancha y patrocinios millonarios; sólo se requiere espíritu de aventura, de alma de conquistador. Ganas de salir y arriesgarse a conocer. Puedes ir a donde quiera que el presupuesto te lo permita. Puedes acampar de mala gana, pelear con los insoportables mosquitos, ingerir alimentos enlatados medio descompuestos, mojarte por la noche, soportar una invasión de arañas y, pese a todo, estar contento. Nadie recuerda las experiencias recatadas y prudentes del pasado. 

La memoria siempre gira alrededor de las locuras y las metidas de para que alguna vez hicimos. Puedes vagar de un pueblo a otro, ir a una playa distante o al Viejo Continente, pero no te quedes quieto y fosilizado. Hay personas que siempre salen al mismo paseo, con la misma gente y en la misma época. Son viajes planeados, predecibles, esterilizados, controlados y, claro está, aburridísimos. Acercarte indiscretamente a culturas y costumbres distintas, te hará ciudadano del mundo.


Del libro:
AMAR O DEPENDER
Walter Riso

NO VEMOS EL MUNDO COMO ES, VEMOS EL MUNDO COMO SOMOS


Bruce Lipton: Somos víctimas de nuestras creencias, pero podemos cambiarlas.

Pero las creencias están inscritas en lo más profundo de nuestro subconsciente.

Cierto. El subconsciente es un procesador de información un millón de veces más rápido que la mente consciente y utiliza entre el 95% y el 99% del tiempo la información ya almacenada desde nuestra niñez como un referente. Por eso cuando decidimos algo conscientemente como, por ejemplo, ganar más dinero, si nuestro subconsciente contiene información de que es muy difícil ganarse la vida, no lo conseguiremos.

¿Entonces?

Si cambiamos las percepciones que tenemos en el subconsciente, cambiará nuestra realidad, y lo he comprobado a través de numerosos experimentos. Al reprogramar las creencias y percepciones que tenemos de cómo es la felicidad, la paz, la abundancia, podemos conquistarlas.

Me suena a fórmula feliz…

Así es como funciona el efecto placebo. Si pienso que una pastilla me puede sanar, me la tomo y me encuentro mejor. ¿Qué me ha sanado?…

¿La creencia?

Eso parece. Al igual que los pensamientos positivos y el efecto placebo afectan a nuestra biología, existe el efecto nocebo: si crees que algo te hará daño, acabará por hacerte daño. Henry Ford decía que tanto si crees que puedes como si crees que no puedes, tienen razón. Si eliges vivir un mundo lleno de amor, tu salud mejorará.

¿Y eso por qué?

La química que provoca la alegría y el amor hace que nuestras células crezcan, y la química que provoca el miedo hace que las células mueran. Los pensamientos positivos son un imperativo biológico para una vida feliz y saludable. Existen dos mecanismos de supervivencia: el crecimiento y la protección, y ambos no pueden operar al mismo tiempo.

¿La culpa de todo la tienen los padres?

Las percepciones que formamos durante los primeros seis años, cuando el cerebro recibe la máxima información en un mínimo tiempo para entender el entorno, nos afectan el resto de la vida.

Y las creencias inconscientes pasan de padres a hijos.

Así es, los comportamientos, creencias y actitudes que observamos en nuestros padres se graban en nuestro cerebro y controlan nuestra biología el resto de la vida, a menos que aprendamos a volver a programarla.

Nada se soluciona hasta que uno no se esfuerza por cambiar. Deshágase de los miedos infundados y procure no inculcar creencias limitadoras en el subconsciente de sus hijos.

*
Extracto de una entrevista con Bruce Lipton, doctor en Medicina, investigador en biología celular. La Vanguardia
Tomado del blog de Plano Creativo

jueves, 2 de mayo de 2013

LOS PROBLEMAS SON COMO MOCHUELOS


El maestro dijo:

-Los problemas que no queremos resolver son como mochuelos que revoletean a nuestro alrededor, dándonos jaquecas. Otros nos los tragamos por no poder compartirlos con nadie, provocándonos una pesada indigestión. Otros los encerramos bajo la alfombra, con lo que se intoxicarán nuestros pobres herederos cuando los encuentren. Y otros se los pasamos a los que conviven con nosotros, fastidiándoles sus esqueletos . Conocí a una mujer que transformó sus hombros en un posadero de mochuelos ajenos y padecía dolor de hombros.

-¡Mejor sería matar mi mochuelo de un tiro!- exclamó el discípulo.

-¡Insensato! El mochuelo es tu maestro, si no te mata, escúchalo. Cuando hayas entendido su mensaje, él sólo se marchará lejos.

Si la crisis no te mata, vívela en modo crisálida. Prepárate para lo nuevo que nacerá en ti y en tu mundo.

Carmen sol
Tomado del blog de Plano Creativo

ESPACIO ABIERTO


Lo doloroso es que cuando aceptamos la desaprobación, estamos practicando la desaprobación; cuando aceptamos la rudeza, estamos siendo rudos. Y cuanto más lo hagamos, más fuertes se vuelven estas cualidades. Es muy triste que nos hayamos hecho expertos en hacernos daño a nosotros mismos y a los demás. El truco, en este caso, consiste en practicar la suavidad y en saber soltar.

Podemos aprender a encontrarnos con lo que surja con curiosidad y sin hacer gran cosa de ello. En lugar de luchar contra la fuerza de la confusión, podemos encontrarnos con ella y relajarnos. Cuando lo hacemos, vamos descubriendo gradualmente que la claridad siempre está presente. En medio de las peores circunstancias de la peor persona del mundo, en medio del pesado diálogo con nosotros mismos, el espacio abierto siempre está disponible.

Del libro:
Cuando Todo Se Derrumba
Pema Chödron

ENSAYOS DE COMPORTAMIENTO


Continuando con el principio de la exploración como herramienta para desprenderse de los apegos, Walter Riso propone una serie de actividades que refuercen este principio...

4. Ensayos de comportamiento. Cuando en mis años jóvenes estudiaba teatro, una de las técnicas que más me fascinaba era actuar en la vida diaria el papel del personaje que iba a interpretar. Junto a mis compañeros solíamos asumir el papel por semanas, y si lográbamos sobrevivir a la experiencia, la puesta en escena resultaba magistral. Recuerdo que en cierta ocasión debíamos hacer el papel de unos periodistas franceses. Durante varios días usamos bufandas rayadas y boinas, chapuceamos un francés acentuado sin significado, nos movimos como peluqueros y no nos bañamos. Ensayar comportamientos que parecen ajenos a nuestra manera de ser aporta información valiosa sobre cómo somos realmente. Es una manera de explorara nuestro interior y, de paso, divertirse. Los ensayos se pueden hacer prácticamente en cualquier área. Intenta probar comidas nuevas y hacer de cocinero (descubrirás que cocinar es una forma de alquimia). No importa cuánto ensucies o rompas, tus mejunjes sabrán a gloria.

Cambia tu apariencia, a ver qué pasa. Renueva tu vestuario y tira esos vejestorios que todavía guardas. Ensaya peinados nuevos, tinturas de pelo, depiladas, cortes, colores audaces o disfrázate de Drácula. Si eres introvertido, busca la moda más lanzada, tómate un tranquilizante y exhíbete.

Ni qué hablar del sexo. Si tu pareja es de esas personas previsibles, insensibles y poco comestibles, sazónala. Invítala a que juntos se conviertan en una lujuria amorosa ambulante. Ensaya posiciones apócrifas y desconocidas hasta para el Kamasutra. Despójate del pudor y ámala desvergonzadamente. Cuélgate de la lámpara (asegúrate primero de que esté bien firme), aúlla como Tarzán, infla los condones y juega voleibol. Un sexo sin creatividad es demasiado animal.

Del libro:
AMAR O DEPENDER
Walter Riso

miércoles, 1 de mayo de 2013

INCURSIONAR EN EL ARTE


Continuando con el principio de la exploración como herramienta para desprenderse de los apegos, Walter Riso propone una serie de actividades que refuercen este principio...

3. Incursionar en el arte.  ¿Hace cuánto que no te sientas en un parque a leer poesías? La poesía no es para señores de barba y sandalias, o para declamadores de rimas prosaicas y deprimentes. La literatura es para cualquiera que sea sensible a la palabra. No escuches a los expertos en arte, son artistas frustrados. No tienes que ser un especialista, saber fechas, lingüística avanzada o estar en cinco talleres de escritores. Simplemente debes leer, sentir y disfrutar. Para dejar que las letras entren en tu alma, tienes que mandar la mitad del cerebro a otra parte y creer ciegamente. Debussy decía: “El arte es la más bella de las mentiras”.

¿Hace cuánto que no vas a una obra de teatro, un concierto o un cine para sombríos intelectuales? Acercarse al arte es el mejor de los comienzos para crear una actitud anti-apego. Muchos de mis pacientes han encontrado una vena artística que jamás pensaron tener. ¿Nunca has pensado en tocar un instrumento? ¿Vas a esperar hasta la vejez para decidirte? ¿Querías ser bailarina? ¡Empieza! Entra a tus clases con la tranquilidad del que ya no quiere ser el mejor (nunca serás la estrella del Lago de los Cisnes) y verás que lo disfrutas.

Si tu pareja es una de esas personas cerradas, obsesivas y con la sensibilidad de una tortuga, mejor no la invites. No necesitas compañía para embelesarte con una bella pintura, una escultura imponente o el lamento de un saxofón al atardecer. Hay placeres que no son para compartir.

Del libro:
AMAR O DEPENDER
Walter Riso

ALMA GEMELA


La gente cree que un alma gemela es
alguien con quien encajas perfectamente,
y eso es lo que todos quieren.
Pero un verdadero compañero del alma
es un espejo, es la persona que te muestra
todo lo que te bloquea, la persona que te conduce
a tu propia atención para que puedas cambiar tu vida.
Elizabeth Gilbert
Fuente, blog Sincronía

MIEDO AL FUTURO


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