miércoles, 30 de enero de 2013

AMAR ESTE CUERPO, AMAR A ESTA TIERRA

Hay que amar este cuerpo, hay que amar esta tierra

"El Nuevo Hombre será terrenal...será realista, amará esta Tierra. Como no hemos amado esta Tierra y nuestras llamadas religiones nos han estado enseñando a odiar esta Tierra, la hemos destruido. Es un bello planeta, uno de los más bellos, porque es uno de los más vivos. Este planeta tiene que ser amado, hay que regocijarse en él: es un don. Este cuerpo contiene tantos misterios que incluso un Buda es posible sólo debido a este cuerpo. Este cuerpo se convierte en el templo de la mayor posibilidad: el estado búdico, el nirvana. Hay que amar este cuerpo, hay que amar esta tierra.

El Nuevo Hombre encontrará su religión en la naturaleza; no en las estatuas muertas, sino en los árboles vivos que bailan al viento. Encontrará su religión haciendo surf en el mar, escalando una montaña virgen. Encontrará su oración con la nieve, con la luna, con las estrellas. Dialogará con la existencia tal como es. No vivirá con ideas abstractas. Vivirá con realidades. Su compromiso será con la naturaleza, y a través de ese compromiso llegará a conocer la super-naturaleza. Dios está oculto aquí, en esta Tierra, en este mismo cuerpo: este mismo cuerpo es el buda, esta misma Tierra, el paraíso.

El Nuevo Hombre leerá la sagrada escritura de la naturaleza. Éste será su Veda, su Corán, su Biblia. Ahí encontrará sermones en las piedras. Tratará de descifrar los misterios de la vida, no tratará de desmitificar la vida. Tratará de amar esos misterios, de penetrar en esos misterios. Será un poeta, no será un filósofo. Será un artista, no será un teólogo... Su ciencia será para comprender la naturaleza, no para conquistar la naturaleza. No violará a la naturaleza; amará a la naturaleza y la persuadirá para que le revele sus secretos".

Osho
El secreto de los secretos. Charlas sobre el secreto de la Flor Dorada
Del blog: Osho Maestro

martes, 29 de enero de 2013

CREATIVIDAD: EL CAMPO DE LA NO-MENTE

La mente es esencialmente una máquina de supervivencia. Ataque y defensa contra otras mentes, recoger, almacenar y analizar información, eso es en lo que es buena, pero no es creativa en absoluto. Todos los artistas verdaderos, lo sepan o no, crean desde un lugar de no-­mente, de quietud interior. La mente entonces da forma a la visión o impulso creativo. Incluso los grandes científicos han dicho que sus grandes logros creativos llegaron en un momento de quietud mental.
El sorprendente resultado de una encuesta nacional entre los matemáticos más eminentes de Norteamérica, incluido Einstein, para conocer sus métodos de trabajo, fue que el pensamiento "juega sólo un papel subordinado en la breve y decisiva fase del acto creativo en sí mismo" (A. KoestIer, The Ghost in the Machine (Arkana, Londres, 1989) p. 180). 

Así pues, yo diría que la sencilla razón por la que la mayoría de los científicos no son creativos, no es porque no saben pensar sino ¡porque no saben cómo dejar de pensar! 

No fue por medio de la mente, del pensamiento, como el milagro de la vida sobre la tierra o el de su propio cuerpo, fueron creados y se sostienen. Hay claramente una inteligencia trabajando que es mucho más grande que la mente. ¿Cómo puede una simple célula humana que mide 1/1.000 de pulgada contener instrucciones en su ADN que llenarían mil libros de seiscientas páginas? Cuanto más aprendemos sobre el funcionamiento del cuerpo, más descubrimos cuán vasta es la inteligencia que funciona en él y qué poco conocemos. Cuando la mente se vuelve a conectar con esto, se vuelve una herramienta sumamente maravillosa. Entonces le sirve a algo más grande que ella misma.

Extracto del libro:
El poder del ahora
Eckhart Tolle

DESEO VS APEGO

El hecho de que desees a tu pareja, que la degustes de arriba abajo, que no veas la hora de enredarte en sus brazos, que te deleites con su presencia, su sonrisa o su más tierna estupidez, no significa que sufras de apego. El placer (o si quieres, la suerte) de amar y ser amado es para disfrutarlo, sentirlo y saborearlo. Si tu pareja está disponible, aprovéchala hasta el cansancio; eso no es apego sino intercambio de reforzadores. Pero si el bienestar recibido se vuelve indispensable, la urgencia por verla no te deja en paz y tu mente se desgasta pensando en ella; bienvenido al mundo de los adictos afectivos.

Recuerda: el deseo mueve al mundo y la dependencia lo frena. La idea no es reprimir las ganas naturales que surgen del amor, sino fortalecer la capacidad de soltarse cuando haya que hacerlo. Un buen sibarita jamás crea adicción.

Del libro:
AMAR O DEPENDER
Walter Riso

QUIZA

Duda más. Emplea más el «quizá» y el «tal vez», y permítele a los otros toda la libertad para decidir por su propia cuenta.

Cuidad cada palabra que digas. Nuestra lengua y nuestra manera de hablar son tales que, adrede o inadvertidamente, realizamos declaraciones absolutas. Jamás hagas eso. Utiliza más el «quizá». Duda más. Emplea «tal vez» más, y permítele al otro toda la libertad para decidir por su propia cuenta. Pruebalo durante un mes. Tendrás que estar muy alerta, porque hablar en términos absolutos es un hábito muy arraigado, pero con atención se puede abandonar. Entonces veras que las discusiones se desvanecen y ya no hay, necesidad de defender, nada.

Del libro:
DÍA A DÍA
OSHO
Día 84

lunes, 28 de enero de 2013

EL DESEO NO ES APEGO

La apetencia por sí sola no alcanza para configurar la enfermedad del apego. El gusto por la droga no es lo único que define al adicto, sino su incompetencia para dejarla o tenerla bajo control. Abdicar, resignarse y desistir son palabras que el apegado desconoce. Querer algo con todas las fuerzas no es malo, convertirlo en imprescindible, sí. La persona apegada nunca está preparada para la pérdida, porque no concibe la vida sin su fuente de seguridad y/o placer. Lo que define el apego no es tanto el deseo como la incapacidad de renunciar a él. Si hay un síndrome de abstinencia, hay apego.

De manera más específica, podría decirse que detrás de todo apego hay miedo, y más atrás, algún tipo de incapacidad. Por ejemplo, si soy incapaz de hacerme cargo de mí mismo, tendré temor a quedarme solo, y me apegaré a las fuentes de seguridad disponibles representadas en distintas personas. El apego es la muletilla preferida del miedo, un calmante con peligrosas contraindicaciones.

Del libro
AMAR O DEPENDER
Walter Riso
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...