domingo, 23 de septiembre de 2012

LA HISTORIA DEL CAMBIO


NUESTRA VERDADERA ESENCIA



CÓMO DESCUBRIR NUESTRA VERDADERA ESENCIA

Gnothi Seauton – Conócete a ti mismo. Estas eran las palabras que aparecían inscritas en la entrada del templo de Apolo en Delfos, sede del oráculo sagrado. 

Los habitantes de la Antigua Grecia visitaban al oráculo con la esperanza de descubrir lo que les deparaba el destino o lo que debían hacer en una determinada situación. Es probable que la mayoría de los visitantes leyeran esas palabras al ingresar al tempo sin darse cuenta que apuntaban a una verdad más profunda que cualquiera otra que el oráculo les pudiera indicar. Quizás también hubiera pasado desapercibido para ellos el hecho de que, independientemente de la magnitud de la revelación o de la exactitud de la información recibida, en últimas, de nada les serviría ni los salvaría de la infelicidad y del sufrimiento provocado por ellos mismos si no encontraban la verdad oculta en ese imperativo de "Conócete a ti mismo". Lo que esas palabras implican es lo siguiente: antes de hacer ninguna otra pregunta, primero debemos hacer la pregunta más fundamental en la vida: ¿Quién soy? 

Las personas que viven en la inconsciencia (y muchas permanecen en esa inconsciencia, atrapadas en el ego durante toda la vida), se apresuran a responder esa pregunta: hablan de su nombre, ocupación, historia personal, la forma o el estado de su cuerpo, y de cualquier otra cosa con la cual se identifican. Otras parecerían más evolucionadas al decir que son espíritu o almas inmortales. ¿Pero realmente se conocen a sí mismas, o apenas han adoptado algunos conceptos de visos espirituales como parte del contenido de su mente? Conocernos a nosotros mismos no es limitarnos a adoptar una serie de ideas o creencias. En el mejor de los casos, las ideas y las creencias espirituales son pautas importantes, pero rara vez encierran el poder para desalojar los conceptos medulares arraigados de lo que creemos ser, los cuales son parte del condicionamiento de la mente humana. El conocimiento profundo de nuestro ser no tiene nada que ver con las ideas que flotan en nuestra mente. Conocernos a nosotros mismos implica estar anclados en el Ser, en lugar de estar perdidos en la mente. 

SIMPLE: RESPIRA


AL LADO DE LA MUERTE


sábado, 22 de septiembre de 2012

INSTINTO

Tomado de Plano Creativo Blog

CIENCIA MÉDICA SIN MEDITACIÓN

La ciencia médica permanecerá incompleta sin la meditación

"Aunque la enfermedad comience en el exterior, sus vibraciones resuenan en el camino al alma.
Supongamos que tiro una piedra en un lago en calma: la perturbación ocurre en el lugar donde la piedra choca con el agua, pero las ondas que provoca llegan hasta las orillas del lago donde la piedra no ha chocado. De una forma similar, sea lo que sea que le ocurra a nuestro cuerpo, sus ondas alcanzan el alma. Y si la medicina clínica trata solamente el cuerpo, ¿qué sucederá entonces con esas ondas que han llegado hasta las orillas más lejanas?...
Una vez que el hombre enferma, las vibraciones de la enfermedad penetran el alma y por eso a veces la enfermedad persiste incluso después de que el cuerpo haya sido tratado y sanado. Esta persistencia de la enfermedad se debe a las reverberaciones de las vibraciones en el camino al ser interior, para las cuales la medicina todavía no tiene remedios. Por eso la ciencia médica permanecerá incompleta sin la meditación. Tal vez curemos la enfermedad, pero no curaremos al paciente. Por supuesto, al médico le conviene que el paciente no se cure, que solamente se cure la enfermedad; de esta forma el paciente siempre tiene que regresar".

Osho
De la medicación a la meditación 
Osho Maestro (Blog)

viernes, 21 de septiembre de 2012

RECURSOS HUMANOS


EL LEÓN Y EL MOSQUITO.



Un mosquito se acercó a un león y le dijo:
- No te temo, y además, no eres más fuerte que yo. Si crees lo contrario, demuéstramelo. ¿ Que arañas con tus garras y muerdes con tus dientes ? ¡ Eso también lo hacen los débiles defendiéndose de un ladrón ! Yo soy más fuerte que tú, y si quieres, ahora mismo te desafío a combate.
Y haciendo sonar su zumbido, cayó el mosquito sobre el león, picándole repetidamente alrededor de la nariz, donde no tiene pelo. El león empezó a arañarse con sus propias garras, hasta que renunció al combate.
El mosquito victorioso hizo sonar de nuevo su zumbido; y sin darse cuenta, de tanta alegría, fue a enredarse en una tela de araña.
Al tiempo que era devorado por la araña, se lamentaba de que él, que luchaba contra los más poderosos venciéndolos, fuese a perecer a manos de un insignificante animal, la araña.
No importa que tan grandes sean los éxitos en tu vida, cuida siempre que la dicha por haber obtenido uno de ellos, no lo arruine todo.

Esopo.
Tomado de el blog de Joan.

NECESIDADES Y DESEOS


Hay una historia sufi que cuenta que cuando Alejandro murió y llegó al cielo, iba cargado con todo su peso -su reino entero, oro, diamantes-, desde luego, no en realidad, simbólicamente. Iba demasiado cargado por ser Alejandro. El guardián de la puerta se puso a reír y preguntó: «¿Por qué llevas tanta carga?». Alejandro repuso: «¿Qué carga?». De modo que el guardián le dio una balanza y puso un ojo en un extremo. Le dijo a Alejandro que pusiera todo su peso, toda su grandeza, tesoros y reino en el otro extremo de la balanza. Pero ese único ojo seguía siendo más pesado que todo su reino. 

«Este es un ojo humano», informó el guardián de la puerta. «Representa el deseo humano. No se puede satisfacer, sin importar lo grandes que sean el reino y tus esfuerzos.» Entonces el guardián arrojó un poco de polvo sobre el ojo. Este de inmediato parpadeó y perdió todo su peso. Sobre el ojo del deseo hay que echar un poco de polvo de comprensión. El deseo desaparece y únicamente permanecen las necesidades, que no son pesadas. Las necesidades son muy pocas y hermosas. Los deseos son feos y convierten en monstruos a los hombres. Crean personas dementes. En cuanto aprendas cómo elegir lo apacible, una habitación pequeña bastará; una cantidad pequeña de comida bastará; unas pocas prendas de vestir bastarán; un amante, un hombre muy corriente, podrá bastar como amante. Pero si continuas pidiendo más y más, hasta el hombre más hermoso tarde o temprano estará acabado. El deseo continúa y continúa. No conoce fin.

OSHO
Día a Día (día 36)

EL AMOR Y LOS GATOS


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