Todo lo que es hermoso y verdadero, siempre llega como una sorpresa. Así que retiene la capacidad de poder sorprenderte. Esa capacidad es una de las grandes bendiciones de la vida.
En cuanto pierdes esa capacidad, estas muerto. Si las cosas te pueden sorprender, aún siegues vivo. Y cuanto más te sorprenden, más vivo estas. Es la vivacidad de un niño al que sorprenden las cosas más triviales. Ni siquiera podemos creer por qué se sorprende... un árbol corriente, un pájaro, un perro, un gato, un guijarro en la playa. Está más sorprendido de lo que lo estarías tú si te encontraras con un gran diamante... ni siquiera entonces te sorprenderías. Pero como él se sorprende y posee la capacidad de hacerlo, cada guijarro se convierte en un diamante. Si no te sorprendes, incluso un diamante puede convertirse en un guijarro ordinario.