La sexualidad es para el ser humano, mas que para ningún otro ser vivo, una fuente de placer.
En la especie humana, el encuentro sexual se produce, las mas veces, sin estar ligado a la intención de procrear.
Pero como en nuestra cultura no hay placer sin culpa, entonces hablar de sexualidad aparece la historia del placer culposo.
Cuando éramos chicos, la masturbación era una historia dramática, terrible y peligrosa que las madres y los padres censuraban y criticaban.