La gente suele preguntarme cómo rendirse, cómo aquietarse, porque rendirse y aquietarse, en realidad, son lo mismo. No hay un "cómo" hacerlo. El "cómo" está en cómo la mente se aferra, en cómo se resiste. Este es un "cómo" muy importante, porque una vez que descubres cómo lo hace y cómo defiende ese aferramiento, la rendición es simplemente dejar de aferrarse. La comprensión de por qué se defiende vendrá de manera natural.
No tienes que ir buscando los porqués. Te serán revelados.
El reto consiste en responder de verdad las preguntas: ¿Qué estoy defendiendo? ¿Qué estoy protegiendo? Entonces puede haber elección. No hay nada malo en proteger y defender. No significa que no seas el Ser. No significa que no vayas a ir al cielo. No significa que no lograrás la realización no dual. No significa nada. Esto es lo bueno de la situación. Pero al dedicar tu actividad, enfoque y atención a cómo proteger, das un falso significado a lo que está siendo protegido.
No estoy hablando del cuerpo. Él no necesita protección.
Mientras el cuerpo esté aquí protégelo lo mejor que puedas.
Vístelo, aliméntalo y abrígalo. Cuando enferme, déjalo descansar y dale medicinas. De lo que estoy hablando es de algo mucho más cercano que el cuerpo. De lo que tiene un muro imaginario de protección y defensa construido a su alrededor.
La tragedia de este muro es que sólo es una defensa contra la realización de tu verdadero ser.
En realidad, indagar qué está protegiendo la mente es lo mismo que hacerlo sobre a quién está protegiendo. Me he dado cuenta de que al preguntar a quién, a menudo se produce un salto a la comprensión no dual, un salto sobre el muro defensivo y diez minutos después, una hora después, un día después, un mes después, se produce la experiencia de sufrimiento. Me gustaría abordar cuál es la función del muro. ¿Qué protege?
No tienes que demolerlo. Ni siquiera tienes que ver que es una ilusión, que lo que está protegiendo también lo es, y que el protector mismo es una ilusión.
Todo eso es verdad, pero, en este momento, di la verdad relativa, con respecto a lo que está siendo protegido, a lo que está siendo defendido. Es la actividad de la mente, la estrategia y la planificación, el conseguir algo o mantener otra cosa alejada. En la raíz de todas estas tácticas mentales hay algún tipo de defensa, algún tipo de protección.
De momento, olvidémonos de que el protector es irreal, aunque lo es absoluta y totalmente. Releguemos que el muro es irreal, aunque lo es total y absolutamente. Veamos lo que creemos que estamos protegiendo, porque, al verlo, la mente tiene la capacidad de soltar, de quedar desprotegida, aquietada. Estar aquietada es ser una; punto.
Extracto del libro:
Libertad y resolución
Gangaji
Imágenes tomadas de internet