lunes, 16 de agosto de 2021

NO SE RESISTA A LA FUERZA DEL OPONENTE, CEDA PARA SUPERARLA


¿Y qué hay de la no resistencia frente a la violencia, la agresión y las situaciones similares?


Eckhart Tolle:

La no resistencia no significa necesariamente no hacer nada. Todo lo que significa es que cualquier acto se vuelve no reactivo. Recuerde la profunda sabiduría que subyace en la práctica de las artes marciales orientales: no se resista a la fuerza del oponente. Ceda para superarla.


Se ha dicho que "no hacer nada" cuando usted está en un estado de intensa presencia es un elemento transformador poderoso y un curador de la situaciones y de la gente. En el taoísmo, hay un término llamado wu wei, que se traduce habitualmente como "actividad sin acción" o sentarse en silencio sin hacer nada. En la antigua China, esto se consideraba uno de los más altos logros o virtudes. Es radicalmente diferente de la inactividad en el estado ordinario de conciencia, o más bien de inconsciencia, que brota del miedo, la inercia o la indecisión. El verdadero "no hacer nada" implica no resistencia interior e intenso estado de alerta.


Por otro lado, si se requiere acción, usted ya no reaccionará a partir de su mente condicionada, sino que responderá a la situación a partir de su presencia consciente. En ese estado, su mente está libre de conceptos, incluido el concepto de no violencia. ¿Así que, quién puede predecir lo que usted hará?


El ego cree que su fuerza se encuentra en su resistencia, mientras que en verdad la resistencia lo separa del Ser, el único lugar de verdadero poder. La resistencia es debilidad y miedo enmascarados como fuerza. Lo que el ego ve como debilidad es su Ser en su pureza, inocencia y poder. Lo que ve como fuerza es debilidad. Así pues el ego existe en un modo de resistencia continua y simula papeles para encubrir su "debilidad", que en realidad es su poder.


Hasta que haya entrega, la representación inconsciente de papeles en un drama constituye una parte importante de la interacción humana. En la entrega, usted ya no necesita defensas del ego ni falsas máscaras. Usted se vuelve muy sencillo, muy real. "Eso es peligroso" dice el ego. "Vas a resultar herido. Te vas a volver vulnerable". Lo que el ego no sabe, desde luego, es que sólo abandonando la resistencia, volviéndose "vulnerable", usted puede descubrir su verdadera invulnerabilidad.


Del libro:
El Poder del Ahora
Eckhart Tolle
Imagen tomada del internet

domingo, 15 de agosto de 2021

ERES TÚ QUIEN CONTROLA TU MENTE



Un estudiante de zen se quejaba de que no podía meditar: sus pensamientos no se lo permitían. Habló de esto con su maestro diciéndole: “Maestro, los pensamientos y las imágenes mentales no me dejan meditar; cuando se van unos segundos, luego vuelven con más fuerza. No puedo meditar. No me dejan en paz”. El maestro le dijo que esto dependía de él mismo y que dejara de cavilar. No obstante, el estudiante seguía lamentándose de que los pensamientos no le dejaban en paz y que su mente estaba confusa. Cada vez que intentaba concentrarse, todo un tren de pensamientos y reflexiones, a menudo inútiles y triviales, irrumpían en su cabeza…

El maestro entonces le dijo: “Bien. Aferra esa cuchara y tenla en tu mano. Ahora siéntate y medita”. El discípulo obedeció. Al cabo de un rato el maestro le ordenó:” ¡Deja la cuchara!”. El alumno así hizo y la cuchara cayó obviamente al suelo. Miró a su maestro con estupor y éste le preguntó: “Entonces, ahora dime ¿quién agarraba a quién, tú a la cuchara, o la cuchara a ti?

LA MUERTE DE LO PERSONAL


 

sábado, 14 de agosto de 2021

TRANSFORMACIÓN EN LAS RELACIONES


 

FELICIDAD Y CAMBIO


Ellos no quieren oír, no quieren ser felices, no quieren cambiar - Pues bien, deja que 
sigan así. ¿Por qué deberías querer gastar tu aliento? ¿Tienes necesidad de concederte esa sensación de bienestar que resulta de convertir a todos y de ser la causa de su iluminación? Quizás debas, ahora, mirar dentro de ti. No serás feliz a menos que te consagres como un gran maestro.

-¿No quieren oír? Allá ellos, es su responsabilidad. Así, pues, nada en todo este mundo tiene el poder de perturbarte, ¡nada! En realidad, nada te ha perturbado jamás, nadie te ha dañado jamás. ¿Qué me dices de esto? ¡Vaya! No te habrá gustado.

-¡Oh, no! ¿Quiere usted decir que nadie me dañó?

- Hmm. No, nadie te dañó jamás; tú te has dañado tontamente a ti mismo.

Ahora, eso me lleva a la segunda parte:

-¡Oh!, ellos no me dañaron; la realidad no me dañó, ¿no es así? Entonces, no puedo ensañarme contra ellos.

- Entonces, ¿quién te dañó?

- ¿Este bueno de mí mismo? ¿Yo me dañé a mí mismo?

- Sí.

- Ahora me ensañaré contra mí mismo; me odiaré por haberme hecho esto. ¿Por qué lo hago? Me perturbo a causa de mí mismo. Me enojo conmigo mismo. ¿Qué más sabe usted al respecto?

- Pues, te tengo buenas noticias: el daño no me lo hicieron los demás, no me lo hizo el mundo, no me lo hizo la vida, y, lo mejor de todo, no me lo hice yo mismo.

¿No es maravilloso? Entonces, ¿quién lo hizo?

En honor a la verdad, ¿alguien, en su sano juicio, se dedicaría a perturbarse en forma consciente, gustosa y deliberada? ¡Vamos! ¿Crees tú que lo harías?

- No, no lo haría, no me perturbaría deliberadamente. Es como si el hacerlo estuviera fuera de mi control. ¿No es así?

- Entonces, deja de culparte a ti mismo.

Eso ha sido grabado dentro de ti. Has sido programado para eso has sido condicionado de esa manera. Esto es lo que debes comprender.

No tienes que hacer nada para alcanzar la iluminación, no tienes que hacer nada para lograr la liberación y para obtener la espiritualidad. Todo lo que tienes que hacer es comprender algo, entender algo. Si lo entendieras serías liberado.

- De modo que estoy perturbado; ellos me han perturbado.

-¡ Equivocado!

- Yo me he perturbado.

- ¡Equivocado!

- Es mi programación la que me perturba; es mi cultura la que lo hace. Esta es la manera en que he sido educado; así es como he sido adiestrado.

Ese nativo de esa región de África fue desterrado.

- La condena lo mató.

-¡ Equivocado!

- Él mismo se mató.

-¡Equivocado! Fue su programación la que lo hizo. Así es, pues, como hemos sido educados y adiestrados.



Extracto del libro:
Redescubrir la vida
Anthony de Mello
Fotografías tomadas de Internet

viernes, 13 de agosto de 2021

SÓLO CUANDO UNA ESCUCHA, OYE LA CANCIÓN PROFUNDA DE LAS PALABRAS


 

ADÁN


Adán no fue el primer hombre porque fuese el primero -antes que él habrá habido muchos otros- sino porque ninguno de ellos dijo ‘no’. Por lo tanto, la historia no los puede recordar; no tienen ego. En mi opinión, ¿cómo podría ser Adán el primer hombre? Probablemente, habrá habido millones de hombres antes que él, pero ninguno de ellos dijo ‘no’. No podían convertirse en hombres, no podían convertirse en egos.

Adán dijo ‘no’. Por supuesto, sufrió por decirlo; fue expulsado del jardín de la felicidad.

Adán es un hombre y todos los hombres son como Adán. La infancia es el jardín del Edén. Los niños son tan felices como los animales, tan felices como los hombres primitivos, tan felices como los árboles. ¿Han observado a un niño correr entre los árboles o en la playa? Todavía no es humano. Sus ojos siguen siendo transparentes pero es inconsciente. Deberá salir del jardín del Edén. Este es el significado de la expulsión de Adán del jardín del Edén, deja de formar parte de la felicidad inconsciente. Al comer la fruta del árbol de la sabiduría se ha vuelto consciente. Se ha convertido en un hombre.

No significa que Adán fuera expulsado una vez, cada Adán deberá ser expulsado una y otra vez. Cada niño deberá ser expulsado del jardín de los dioses; forma parte del aprendizaje. Es el dolor del aprendizaje. Hay que perderlo para volverlo a encontrar, encontrarlo conscientemente. Esta es la carga del hombre y su destino, su tormento y su libertad, el problema y a la vez la grandeza del hombre.



FUENTE: OSHO: ‘El Libro del Hombre’, tomado de la dirección internet www.oshogulaab.com

jueves, 12 de agosto de 2021

SI NO CUIDAMOS LAS RAÍCES


 

LAS RAÍCES


Mao Zedong (Mao-Tse Tung) escribió las memorias de su infancia:

-Cuando era pequeño, -decía- había un bello jardín cerca de la cabaña. El jardín era tan bonito, tenía unas flores tan bellas, que la gente solía venir desde lugares muy lejanos para verlas. Después su madre envejeció y enfermó. No le preocupaba ni su enfermedad ni su edad. Su única preocupación era qué le sucedería a su jardín. Mao era joven. Le dijo a su madre: ‘No te preocupes, yo cuidaré tu jardín.’

Y Mao cuidó el jardín, trabajando de la mañana a la noche. Al cabo de un mes su madre mejoró, y en cuanto pudo andar un poco se acercó al jardín. ¡Al ver el estado del jardín se disgustó! ¡El jardín estaba destrozado! Todas las plantas se habían secado. Todas las flores se habían marchitado y se habían caído. Se enfadó mucho y le dijo a Mao:

-Idiota! Estabas todo el día en el jardín. Qué has hecho? Todas las flores se han estropeado. El jardín se ha marchitado. Las plantas están a punto de morirse. Qué has estado haciendo?

Mao empezó a llorar. Él mismo estaba afligido. Había trabajado mucho todos los días, pero por alguna razón el jardín se había ido secando. Empezó a llorar y le dijo:

-Lo he cuidado mucho. Le daba un beso y le daba cariño a cada flor. Limpiaba el polvo de cada hoja, pero no sé qué ha pasado. Yo también estaba preocupado, pero las flores se iban marchitando, las hojas se iban secando y el jardín se ha ido muriendo.

Su madre se empezó a reír y le dijo:

-Eres idiota! Todavía no sabes que la vida de las flores no está en las flores y que la vida de las hojas no está en las hojas? La vida de una planta se halla en un sitio que no es obvio para nadie: está en las raíces escondidas bajo la tierra. Si no cuidamos las raíces es imposible cuidar las flores y las hojas. Por mucho que las beses, por mucho que las quieras, por mucho que les quites el polvo, la planta se marchitará. Pero si no nos preocupamos por las flores en absoluto y cuidamos las raíces, las flores se cuidarán a sí mismas.

Si le preguntamos a cualquier persona cuál es la parte más importante del cuerpo humano, inconscientemente su mano señalará la cabeza y dirá que la cabeza es la parte más importante. Si es una mujer, entonces quizás señale el corazón y diga que el corazón es la parte más importante. Ni la cabeza ni el corazón son las partes más importantes. Los hombres han hecho énfasis en la cabeza y las mujeres han hecho énfasis en el corazón pero ninguna de estas partes es la más importante del cuerpo humano; ambas son desarrollos recientes. Las raíces del hombre no están ahí.

¿Qué quiero decir con las raíces del hombre? Del mismo modo que las plantas tienen raíces en la tierra de donde extraen su energía vital, los fluidos vitales, y viven a través de ellas, de un modo similar, en algún lugar del cuerpo humano hay raíces que extraen la energía vital. Gracias a esto, el cuerpo se mantiene vivo. El día que esas raíces se debiliten, el cuerpo empezará a morirse. Las raíces de las plantas están en la tierra, las raíces del cuerpo humano están en el alma.

Toda la educación es mental, por eso la mente se va desarrollando cada vez más, mientras que nuestras raíces se van quedando cada vez más pequeñas. Cuidamos la mente porque las flores brotan ahí, de modo que va creciendo la mente mientras nuestras raíces van desapareciendo. La energía vital se va debilitando, y nuestro contacto con el alma se debilita.



FUENTE: ZEDONG, Mao: tomado de ‘El Libro del Hara’, de la dirección www.oshogulaab.com/
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