jueves, 29 de julio de 2021
LAS TRES VERDADES. (#2 NADA QUE SEA BUENO...ES GRATIS)
Nada que sea bueno... es gratis.
Y de aquí se derivan para mí, por lo menos dos ideas.
La primera: Si deseo algo que es bueno para mí, debería saber que voy a pagar un precio por ello. Por supuesto, ese pago no siempre es en dinero (si fuera sólo dinero sería tan fácil!).
Este precio es a veces alto y otras muy pequeño, pero siempre existe. Porque nada que sea bueno, es gratis.
La segunda: Darme cuenta de que si algo recibo del afuera, si algo bueno me está pasando, si vivo situaciones de placer y de goce es porque me las he ganado; he pagado por ellas, me las merezco.
(Sólo para alertar a los pesimistas y desalentar a los aprovechadores quiero aclarar que los pagos son siempre por anticipado; aquello bueno que vivo ya lo pagué, no hay cuotas posteriores!!!).
Algunos de los que me escuchan decir esto preguntan:
¿Y lo malo?.¿No es cierto que tampoco lo malo es gratis?¿Si algo malo me pasa no es también por algo que hice,... porque de alguna forma, me lo merezco?
Quizás sea cierto. Sin embargo, estoy hablando de verdades para mí incuestionables, sin excepciones, universales. Y para mí esta aseveración "me merezco todo lo que me pasa incluido lo malo" no es necesariamente cierta.
Puedo asegurar que conozco a algunas personas a las que les han acontecido hechos desgraciados y dolorosos que son ninguna duda, no merecían!!!
Incorporar esta verdad (Nada que sea bueno es gratis), es abandonar para siempre la idea infantil de que alguien debe darme algo porque sí, porque yo lo quiero. Que la vida tiene que procurarme lo que deseo "por mi sólo desearlo", de pura suerte, mágicamente.
Extracto del libro:
Cuentos para pensar
Jorge Bucay
Fotografía de Internet
miércoles, 28 de julio de 2021
11. LA HISTORIA DE SHUNKAI
La exquisita Shunkai, también llamada Suzu, fue obligada a casarse en contra de su voluntad cuando era muy joven. Más tarde, después de que el matrimonio finalizara, fue a la universidad, donde estudió filosofía.
Ver a Shunkai era enamorarse de ella. Más aún, donde quiera que fuese, ella misma se enamoraba de los demás. El amor estuvo junto a ella en la universidad, y después, cuando la filosofía no la satisfizo y se fue a un templo para aprender zen, también los estudiantes de allí se enamoraron de ella. Toda la vida de Shunkai estaba repleta de amor.
Finalmente, en Kyoto se convirtió en una verdadera estudiante de zen. Sus hermanos del subtemplo de Kennin elogiaban su sinceridad.
Uno de ellos resultó ser un espíritu afín y la asistió en el estudio del zen.
El abad de Kennin, Mokurai, El Trueno Silencioso, era severo. Él mismo guardaba los preceptos y esperaba que sus sacerdotes hicieran lo mismo. En el Japón moderno, el interés que los monjes habían perdido por el budismo lo habían ganado para poseer esposas. Mokurai acostumbraba a coger una escoba y ahuyentar a las mujeres cuando las encontraba en cualquiera de sus templos, pero cuantas más esposas echaba, más parecían volver.
En este particular templo, la esposa del sacerdote principal tuvo celos de la aplicación y belleza de Shunkai. Escuchar a los estudiantes elogiar su seriedad en el zen hizo que esta esposa se retorciera de rabia.
Po ello, difundió un rumor sobre Shunkai y el joven que era su amigo.
Y, como consecuencia de esto, él fue expulsado y Shunkai fue trasladada del templo.
«Puedo haber cometido el error de amar», pensó Shunkai, «pero la mujer del sacerdote no debería permanecer tampoco en el templo si mi amigo va a ser tratado tan injustamente».
Esa misma noche, Shunkai prendió fuego al templo de quinientos años y lo quemó hasta los cimientos. Por la mañana, se encontró a sí misma en manos de la policía.
Un joven abogado se interesó en su caso e intentó ayudarla para reducir su condena. «No me ayudes», le dijo ella. «Puede que decida hacer algo que sólo llevaría a que me encarcelaran de nuevo».
Finalmente, tras cumplir una sentencia de siete años, Shunkai salió de prisión, cuyo guardián, que contaba sesenta años, se había enamorado de ella.
Pero ahora todo el mundo la miraba como a una «presidiaria».
Nadie quería verse relacionado con ella. Incluso la gente del mundo zen, que supuestamente cree en la iluminación en esta vida y con este cuerpo, se apartaba de ella. El zen, descubrió Shunkai, era una cosa, y los seguidores del zen, otra bien distinta. Sus familiares tampoco quisieron saber nada de ella. Y Shunkai enfermó, se empobreció y se debilitó.
Finalmente, encontró a un sacerdote de la secta Shinshu que le enseñó el nombre del Buda del Amor, y en éste halló Shunkai consuelo y paz. Murió cuando aún era exquisitamente hermosa y con apenas treinta años de edad.
Escribió su propia historia en un fútil intento por mantenerse, y parte de la misma se la contó a una escritora. De ese modo llegó a la gente de Japón. Aquellos que rechazaron a Shunkai, los que la difamaron y la odiaron, leen ahora su vida con lágrimas de remordimiento.
Extracto del libro:
Zen flesh. Zen bones
Paul reps y Nyogen senzaki
Fotografía de Internet
martes, 27 de julio de 2021
LAS TRES VERDADES. (#1 LO QUE ES, ES+YO SOY QUIEN SOY+VOS...SOS QUIEN SOS)
yo soy quien soy.
Otra vez
Yo no soy el que quisiera ser.
No soy el que debería ser.
No soy el que mi mamá quería que yo fuese.
Ni siquiera soy el que fui.
Yo soy quien soy.
De paso, para mí, toda nuestra patología psicológica proviene de negar esta frase.
Todas nuestras neurosis empiezan cuando tratamos de ser lo que no somos.
En "Recuentos para Demián" escribí sobre el autorrechazo:
...Todo empezó aquel día gris
en que dejaste de decir orgulloso
YO SOY...
Y entre avergonzado y temeroso
bajaste la cabeza y cambiaste
tus dichos y actitudes
por un terrible pensamiento:
YO DEBERIA SER...
... Y si es difícil aceptar que yo soy quien soy, cuánto más difícil nos es, a veces, aceptar la tercera derivación de "Lo que es, es":
Vos... sos quien sos.
Es decir, Vos no sos quien yo necesito que seasVos no sos el que fuisteVos no sos como a mí me convieneVos no sos como yo quieroVos sos como sos
Aceptar esto es respetarte y no pedirte que cambies.
Hace poco empecé a definir el verdadero amor como la desinteresada tarea de crear espacios para que el otro sea quien es.
Esta primera "verdad" es el principio (en sus dos sentidos, de primero y de primordial) de toda relación adulta.
Se materializa cuando yo te acepto como vos sos y percibo que vos también me aceptas tal como yo soy.
Extracto del libro:
Cuentos para pensar
Jorge Bucay
Fotografía de Internet
lunes, 26 de julio de 2021
LA MUERTE DE RAMAKRISHNA
Justo antes de la muerte de Ramakrishna, cuando el médico dijo: «Ya no puede seguir viviendo», su esposa, Sharda, empezó a llorar. Y estas son las últimas palabras de Ramakrishna: «No llores, porque yo no voy a morir. Lo que el médico dice sólo tiene que ver con las ropas».
Ramakrishna, que murió de cáncer, dijo: «En lo que a mí concierne no tengo ningún cáncer. El cáncer es algo que concierne a las ropas. Así que acuérdate, cuando el médico diga que yo he muerto no le creas, créeme a mí; estaré vivo».
Y Sharda fue la única viuda en la India, en toda la historia de la India, que nunca enviudó; porque las viudas hindúes, cuando sus maridos mueren, tienen que cambiar su estilo de vida. No pueden usar ropas de color, porque el color se ha ido de sus vidas. No pueden usar ornamentos, porque para quién?
Pero Sharda continuó igual que cuando Ramakrishna vivía. Y la gente pensó que se había vuelto loca, venían y le decían: «Sharda deja ya tus ornamentos, en especial las pulseras. Rómpelas! Eres una viuda».
Y ella se reía y decía: «A quién voy a creer, a ustedes o a Ramakrishna? Porque él me dijo: ‘Sólo las ropas morirán, no yo’. Y yo estaba casada con él, no con sus ropas.
FUENTE: OSHO: ‘El Libro de la Nada’, capítulo 4, tomado de la dirección internet www.oshogulaab.com
domingo, 25 de julio de 2021
LAS TRES VERDADES. (#1 LO QUE ES, ES)
(LAS TRES VERDADES)
Todos los que hemos vivido buscando la verdad, nos hemos encontrado en el camino, con muchas ideas que nos sedujeron y habitaron en nosotros con la fuerza suficiente como para condicionar nuestro sistema de creencias.
Sin embargo, pasado un tiempo, muchas de las verdades terminaban siendo descartadas porque no soportaban nuestros cuestionamientos internos, o porque una "nueva verdad", incompatible con aquellas, competía en nosotros por los mismos espacios, o simplemente, porque estas verdades dejaban de serlo.
En cualquier caso, aquellos conceptos que habíamos tenido como referentes dejaban de ser tales y nos encontrábamos, de pronto, a la deriva. Dueños del timón de nuestro barco y conscientes de nuestras posibilidades, pero incapaces de trazar un rumbo confiable.
Mientras escribo esto, recuerdo de pronto El Principito de Antoine de Saint-Exupery
"....En sus viajes por los pequeños planetas de su galaxia se encontró con un geógrafo que anotaba, en un gran libra de registro: montañas, ríos y estrellas.
El Principito quiso registrar a su flor (aquella que había dejado en su planeta ), pero el geógrafo le dijo:- No registramos flores, porque no se puede tomar como referenda a las cosas efímeras -.
Y el geógrafo le explicó al Principito que efímero quiere decir amenazado de pronta desaparición.Cuando el principito escuchó esto, se entristeció mucho. Se había dado cuenta de que su rosa era efímera...."
Y entonces me pregunto, por un lado: ¿Existirán las verdades sólidas como rocas e imperturbables como accidentes geográficos?, ¿o será la verdad sólo un concepto que lleva en sí mismo la esencia de lo transitorio y frágil de las flores?.
Y por otro lado, desde una perspectiva macrocósmica: ¿Es que acaso las montañas, los ríos y las estrellas no están también amenazadas de pronta desaparición?.
¿Cuánto es "pronto" comparado con "siempre" ?.
¿No son, desde esta mirada, las montañas también efímeras ?...
Creo que lo que me gustaría hoy es intentar escribir sobre algunas ideas-montaña, ideas-río, ideas-estrella con las que me fui cruzando en mi camino.
Algunas verdades que seguramente son cuestionables para otros y lo serán también para mí, algún día, pero que contienen hoy, me parece, la solidez y la confiabilidad que da la indiscutible mirada del sentido común.
I.- El primero de estos pensamientos confiables forma parte inseparable de la filosofía guestáltica y es la idea de saber que
Lo que es, es.
(Escribo esto y pienso en la defraudación de quien me lee: "¡Lo que es, es!"....¿esa es la verdad???...)
El concepto, no por obvio menos ignorado, contiene en sí mismo tres implicancias que me parece significativo remarcar:
Saber que "lo que es, es" implica la aceptación de que los hechos, las cosas, las situaciones son como son.
La realidad No es como a mí me convendría que sea.No es como debería ser.No es como me dijeron que iba a ser.No es como fue.No es como será mañana.
Pacientes y alumnos que me escuchan repetir este concepto se empeñan en ver en él un dejo de resignación, de postura lapidaria, de bajar la guardia.
Me parece útil recordar que el cambio sólo puede producirse cuando somos conscientes de la situación presente. ¿Cómo podríamos diagramar nuestra ruta a Nueva York sin saber en qué punto del universo nos hallamos?
Sólo puedo empezar mi camino desde mi punto de partida, y esto es aceptar que las cosas son como son.
Extracto del libro:
Cuentos para pensar
Jorge Bucay
Fotografía de Internet
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