martes, 8 de octubre de 2019

EL DON DE VIVIR SIN MIEDO


Si tienes a un ser querido que esté enfrentándose a la posibilidad de morir, conocerás bien el miedo que acompaña a esa situación. El mejor modo de ayudar a alguien así pasa por aprender a cultivar la ausencia de miedo, fundamento de la verdadera felicidad. Ese no miedo es el mejor de los regalos que puedes ofrecer a alguien. Si en esos momentos difíciles puedes sentarte y acompañar a tu amigo, le ayudarás a morir tranquilamente y sin miedo. La ausencia de miedo es el fundamento de la enseñanza budista. 

La práctica de la meditación nos ayuda a generar la energía de la plena consciencia y de la concentración. Esta energía nos permite darnos cuenta de que, en realidad, nada nace y nada muere, lo que contribuye a eliminar el miedo a la muerte. Y es que, cuando entendemos que no podemos ser destruidos, nos liberamos del miedo. 

Esta es una gran liberación. La ausencia de miedo es la alegría última. 

Si tenemos miedo, no podremos ser completamente felices. Y como el miedo va unido al deseo, el hecho de que corramos en pos de algún objeto de deseo es una evidencia de que todavía tenemos miedo. 

Queremos estar seguros y ser felices, de modo que empezamos a desear a la persona, el objeto o la idea (como, por ejemplo, la riqueza o la fama) que creemos que nos garantizará el bienestar. Pero como nunca podemos satisfacer completamente nuestros deseos, seguimos asustados y huyendo. Cuando nuestro miedo desaparezca, dejaremos de correr en pos del objeto de nuestro deseo (independientemente de que se trate de una persona, de una cosa o de una idea). Solo estaremos en paz cuando el miedo concluya. Y cuando la paz impregna nuestro cuerpo y nuestra mente, no solo dejaremos de estar acosados por las preocupaciones, sino que, de hecho, tendremos menos accidentes. 

Entonces seremos libres. 

La capacidad de encarnar el desapego y la ausencia de miedo es un regalo mucho más precioso que el dinero o las riquezas materiales. 

El miedo estropea nuestra vida y nos hace miserables. Nos identificamos con objetos y personas como el náufrago se aferra a cualquier objeto flotante. Ejercitando el desapego y compartiendo esta sabiduría con los demás, estamos regalando también la ausencia de temor. Todo es provisional. Este momento pasa y también lo hará el objeto de nuestro deseo, pero siempre podemos acceder a la felicidad. 




Extracto del libro:
Miedo
Thich Nhat Hanh
Fotografía tomada de internet

lunes, 7 de octubre de 2019

SEMILLAS


Cuando el pájaro se posa en un muro y ve las semillas que sirven de cebo a la trampa, su deseo lo impulsa hacia esas semillas. Las mira, luego mira las vastas planicies. El ave que se resiste a esa tentación vuela hacia las planicies, llena de gozo.



150 Cuentos sufíes
Maulana Jalāl al-Dīn Rūmī
Fotografía tomada de internet

LA CONSCIENCIA NO ES UN CONCEPTO


domingo, 6 de octubre de 2019

EN EL ESPACIO DONDE NO HAY HISTORIAS


LA PREGUNTA MÁS IMPORTANTE


CAPITULO 6
LA PREGUNTA MÁS IMPORTANTE
QUE SE HA FORMULADO NUNCA

El emocionante viaje de la mente que vamos a presentar a continuación bien puede ser la exploración más importante que realices en toda tu vida. Por eso te has hecho venir a ti mismo hasta aquí. Por eso has tenido el impulso de tomar este libro. Tú ya sabes todo lo que hay aquí. Sólo que no sabes que lo sabes.

O puede que sí lo sepas, sólo que te está costando mucho recordarlo. O puede que hasta lo recuerdes, pero que te esté costando mucho aplicarlo.

Si te parece que te encuentras en alguna de estas categorías, te va a beneficiar muchísimo la claridad que te vas a proporcionar, aplicando el Mecanismo de la Manifestación para explicarte a ti mismo el Mecanismo de la Manifestación.

Este mecanismo es lo que vamos a explorar. Yo, con mi vocabulario particular, lo llamo el poder que está detrás de la Creación Personal. Tiene que ver con cómo se producen las cosas. Tiene que ver con cómo se hace realidad la realidad.

Y bien, ya he dicho un poco más arriba lo que podéis estar pensando algunos: «Ah, sí, eso. Sí, ya lo había oído decir. ¿No han hecho una película que trata de eso?».

Sí que la han hecho. Pero en la película no se hablaba casi nada de la Verdad Callada. Como sucede siempre en los debates sobre la manifestación y la creación, esta verdad casi se perdió del todo porque quedó callada en gran medida. ¿A quién le interesa quedar marginado por blasfemo?

Pero ya va siendo hora de que hablemos de esta verdad oculta. Quiero decir, de que hablemos de ella todos nosotros, no sólo algunos; todos los escritores, maestros, oradores y mensajeros de la espiritualidad que queremos abordar la cuestión de Cómo Funciona la Vida.

Una cosa es decir que todos podemos ser felices, que podemos vivir en nuestras vidas todo lo que queramos, y que todos tenemos el poder de crear nuestra propia realidad; pero otra cosa es explicarnos por qué.

Hemos oído hablar mucho de cómo funciona la Creación Personal; hemos oído hablar del modo en que funciona; pero casi no hemos oído decir nada de la causa por la que funciona.

Esto ha suscitado muchas preguntas, y una de ellas en concreto puede llegar a ser la pregunta más importante de todos los tiempos.

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Esta pregunta me la han hecho con frecuencia en mis conferencias y en los retiros de renovación espiritual que dirijo. Estoy seguro de que otros mensajeros como yo la han oído también. Y ahora la han formulado en la televisión internacional.

Cuando demos respuesta plena y completa a esta pregunta, sabrás ser más feliz que Dios.

En una emisión del programa de Oprah!, de febrero de 2007, un miembro del público presente en el estudio hizo la pregunta, y estuvo a punto de interrumpir el programa. Se estaba dedicando el programa a aquella película que estaba llamando tanto la atención por entonces y que trataba de la llamada «Ley de Ia Atracción». Esta ley es un fenómeno que se ha descrito en los libros, programas, clases, conferencias, declaraciones y sermones de muchos maestros y mensajeros a lo largo de los siglos. Oprah describió así este gran principio de la vida en su programa, retransmitido por televisión a nivel internacional:

«Dice que la energía, y los pensamientos, y los sentimientos que transmites al mundo, tanto buenos como malos, son precisamente lo que te vuelve a ti (...) de manera que tienes la vida que te has creado. Hace años que hablo de ello en este programa...»

El público del estudio comentaba con entusiasmo el empleo de pensamientos y sentimientos positivos para producir de manera consciente y deliberada en nuestras vidas los resultados deseados, tal como se describía en la película, titulada El Secreto; entonces, Oprah dio la palabra a una mujer del público que, según dijo, «tiene una pregunta cuya respuesta esperan muchas personas».

Entonces se puso de pie la mujer y dijo:


—Mi marido y yo somos cristianos, y nuestros hijos también lo son.
Enseñamos a nuestros hijos a poner su fe en Dios; pero parece que El Secreto enseña a poner la fe en uno mismo. De modo que me estaba preguntando si Dios interviene en esto en alguna parte.

A Oprah le pareció que la pregunta era buena, y yo lo entiendo. A la mayoría de nosotros nos han dicho desde niños que es a Dios a quien debemos dirigirnos si necesitamos ayuda o si deseamos algo importante de verdad.
¿No es así como nos han formado a millones de personas? En cualquier cultura, en cualquier religión, si la persona cree en una deidad, ¿no es éste uno de los papeles más importantes que desempeña la deidad? ¿No es Dios quien proporciona todas las cosas buenas?

Pero ¿qué hay de la afirmación dramática de algunas enseñanzas y escritos, según la cual si necesitamos un milagro, o queremos tener mejor salud, o más dinero, o deseamos un compañero perfecto o poder ganarnos bien la vida, o simplemente una vida mejor, lo único que tenemos que hacer es servirnos del poder que tenemos dentro, «decir nuestra palabra», y entonces todo lo que ansiamos será nuestro?

Debemos preguntarnos de nuevo: ¿dónde encaja Dios en todo esto? Si es verdad lo que dijimos antes, que no «necesitamos» a Dios porque Dios está siempre con nosotros, entonces ¿dónde encaja Dios en todo esto? ¿Cuál es el papel de Dios en el Proceso de la Creación Personal?



Del libro:
Dios es felicidad
Convierte tu vida en una experiencia extraordinaria
Neale Donald Walsh
Foto tomada de internet

NO SON SINÓNIMOS


sábado, 5 de octubre de 2019

LA NATURALEZA CONSTANTEMENTE CAMBIANTE


EL TAMBOR DEL LADRÓN


Un ladrón estaba abriendo en plena noche un agujero en una pared. El amo de la casa, que estaba enfermo, no dormía y oyó el ruido. Subió a la terraza y dijo al ladrón:

"¿Pero qué haces ahí? ¿Quién eres?"

El ladrón respondió:

"¡Soy un tamborilero y toco mi instrumento!"

El hombre replicó:

"Pero entonces, ¿cómo es que no oigo el sonido del tambor?-¡Ya lo oirás mañana por la mañana!" respondió el ladrón.



150 Cuentos sufíes
Maulana Jalāl al-Dīn Rūmī
Fotografía tomada de internet

viernes, 4 de octubre de 2019

AMOR INSTANTÁNEO


CUANDO NO BASTA VER PARA CREER


CAPITULO 5
CUANDO NO BASTA VER PARA CREER

Estoy diciendo que es posible que creer que tu vida puede ser feliz la mayor parte del tiempo puede hacer que lo sea. Pero esto no es ninguna novedad.

Eso ya lo habíamos oído contar.

Este libro trata de lo que no te han contado. Trata de una verdad más amplia todavía, que se encierra detrás de esa verdad. Una verdad tan amplia, tan, cómo decirlo... tan ajena a nuestras vivencias y a todo lo que nos han enseñado...que, como ya he comentado dos veces, muchas personas no son capaces de creerla ni siquiera cuando la ven. Cuando ven cobrar vida a esta verdad delante mismo de ellos, la achacan a otra cosa.

Según un viejo dicho, «hay que ver para creer»; pero voy a hablaros ahora del barco de Magallanes.

Esto me lo contó mi querido amigo Stephen Simon, productor y director de Conversaciones con Dios, la película y de Indigo, coproductor de Más allá de los sueños, y que ha intervenido en la producción de otras muchas películas que te sonarán, tales como El alucinante viaje de Billy Ted.

Tal como lo cuenta Stephen, Magallanes y sus hombres exploraron muchas islas sin encontrar resistencia por parte de los nativos que vivían en ellas.

Éstos bien podían haberse subido a sus canoas hechas con troncos de árboles para atacar en masa a aquellos marineros de aspecto extraño que podían venir con malas intenciones; sin embargo, los recibían con los brazos abiertos. ¿Por qué?

Porque cuando los vigías nativos vieron por primera vez el barco de Magallanes, no sabían qué era lo que estaban viendo.

No habían visto nunca una cosa tan inmensa y majestuosa que llevara a gente por el agua. Aquellos barcos gigantescos, con mástiles enormes y velas que se henchían al viento, estaban tan alejados de las vivencias anteriores de aquellos nativos isleños, que éstos no tenían ningún punto de referencia que les permitiera empezar a plantearse siquiera lo que podían ser aquellas naves. Dejaban ancladas sus canoas, dejaban las lanzas, llenos de temor, y recibían a Magallanes y a sus hombres como a dioses.

Stephen me explicó que éste es el síndrome del barco de Magallanes; es el fenómeno que se produce cuando una persona ve algo que está tan apartado de sus vivencias anteriores, que literalmente no sabe cómo interpretar lo que ve.

Pues bien, esa Verdad Callada de la que he estado hablando aquí está tan alejada de cualquier cosa que nos hayan dicho o enseñado a la mayoría de nosotros, que aún cuando está ejerciendo su efecto en nuestras vidas, cuando está produciendo una manifestación directa delante mismo de nosotros, literalmente no sabemos qué es lo que estamos viendo. Vemos una cosa y decimos que es otra.

Vemos los resultados de la Verdad Callada y decimos que son frutos de la coincidencia, de la casualidad, del azar, de un accidente... o de la simple suerte loca.

En realidad, la cosa no habrá tenido nada de «loca»; todo lo contrario, habrá sido obra de la inteligencia más elevada del universo.



Del libro:
Dios es felicidad
Convierte tu vida en una experiencia extraordinaria
Neale Donald Walsh
Foto tomada de internet
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