jueves, 15 de agosto de 2019
miércoles, 14 de agosto de 2019
LA SERPIENTE-DRAGÓN
Un día, un cazador de serpientes salió de caza a las montañas. Pretendía capturar la mayor de las serpientes. Pues bien, una violenta tempestad de nieve se desencadenó en las alturas.
De pronto, nuestro cazador se quedó al acecho ante una enorme serpiente. Buscaba una serpiente pero acababa de encontrar un dragón. Presa de gran terror al principio, se dio cuenta enseguida de que el monstruo estaba entumecido por el frío. Decidió, pues, llevarlo al pueblo para que la población pudiese admirarlo.
Ya de vuelta en el pueblo, proclamó:
"¡Acabo de capturar un dragón! ¡Me ha dado mucho trabajo, pero, sin embargo, he conseguido matarlo!"
El cazador creía realmente muerta la serpiente, cuando sólo estaba adormecida por el frío. La multitud acudió para admirar el dragón mientras que el cazador contaba las peripecias imaginarias de esta captura.
La gente, llena de curiosidad, no dejaba de agruparse y esperaba que el cazador alzase la manta bajo la cual había disimulado el animal. El cazador, por su parte, esperaba sacar un buen provecho de aquel público, pero el tiempo que pasaba y el calor acabaron por sacar a la serpiente de su sopor...
Cuando la multitud vio que aquella serpiente, supuestamente muerta, aún se movía, huyó gritando de horror. La gente se atropellaba para escapar más aprisa. En cuanto a la serpiente, se tragó de un solo bocado al cazador triturándole los huesos.
Las privaciones transforman a una serpiente en un gusano. La abundancia transforma al mosquito en halcón. ¡Anda! Mejor deja al dragón sepultado en la nieve. No lo expongas al sol. Desconfía del sol del deseo porque puede transformar al búho en halcón.
150 Cuentos sufíes
Maulana Jalāl al-Dīn Rūmī
Fotografía tomada de internet
martes, 13 de agosto de 2019
EL IDIOTA
Un idiota encontró un día una cola de carnero. Todas las mañanas la utilizaba para engrasarse el bigote.
Después iba a casa de sus amigos y les decía que volvía de una recepción en la que habían festejado y habían comido platos muy suculentos. Su vientre vacío maldecía su bigote, reluciente de grasa.
¡Oh, pobre! ¡Si no fueses tan embustero, quizá te invitaría a comer un hombre generoso!
Un día, mientras el estómago de nuestro idiota se quejaba ante Dios, un gato le robó la cola de carnero.
El hijo del idiota intentó capturar al animal, pero en vano. Por temor a que su padre le regañara, se puso a llorar. Después, fue corriendo al lugar en el que su padre se reunía con sus amigos. Llegó en el mismo instante en que su padre contaba a los demás su imaginaria comida de la víspera. Le dijo:
"¡papá! El gato se ha llevado la cola de carnero con la que te engrasas el bigote todas las mañanas. He intentado perseguirlo, pero no he logrado atraparlo!"
Ante estas palabras, todos sus amigos se echaron a reír y lo invitaron a una comida, muy real esta vez. Y así, nuestro hombre, abandonando sus pretensiones, conoció el placer de ser sincero.
150 Cuentos sufíes
Maulana Jalāl al-Dīn Rūmī
Fotografía tomada de internet
lunes, 12 de agosto de 2019
sábado, 10 de agosto de 2019
POBRE CHACAL
Un día un chacal cayó en un cacharro de pintura. Cuando se vio con todo el pelaje cubierto de pintura de todos los colores, se dijo:
"¡Soy un pavo real, un elegido entre los animales!"
Y adoptando unos aires llenos de pretensiones, fue a reunirse con los demás chacales. Estos le dijeron:
"¡Oh, pobre chacal! ¿De dónde te vienen esas pretensiones y estas maneras? ¿Estás loco o estás haciéndote el payaso?"
Los que mienten y se suben a la cátedra para hacerse admirar por el pueblo ven un día que su orgullo es objeto de vergüenza. No esperan más que los halagos del pueblo pero su interior es tan engañoso como su apariencia.
150 Cuentos sufíes
Maulana Jalāl al-Dīn Rūmī
Fotografía tomada de internet
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