jueves, 20 de septiembre de 2018

MIEDO A ESTAR AFECTIVAMENTE SOLO


Aunque las fragilidades psicológicas masculinas podrían llenar varios tomos de una enciclopedia (ellas irán apareciendo a lo largo del presente texto), aquí sólo señalaré tres miedos básicos, por lo general encubiertos por el ego, comunes a casi todas las culturas, altamente dañinos y mortificantes para aquellos varones que aún se empecinan en ser duros, intrépidos y osados. 

Éstos son: 1) el miedo al miedo, 2) el miedo a estar afectivamente solo y 3) el miedo al fracaso.

Veamos cada uno en detalle.


2. El miedo a estar afectivamente solo.

Existe un déficit psicológico masculino que suele hacerse manifiesto cuando el hombre se ve obligado a estar solo. Este síndrome de soledad regresiva aparece en situaciones de estrés o en acontecimientos vitales que impliquen pérdida afectiva como la separación, el rompimiento de un noviazgo o la viudez. La deprivación afectiva en la vida de un varón tradicional es devastadora y responsable directa de todo tipo de miedos, inseguridades y depresión.

La adhesión que los hombres establecernos con las fuentes de seguridad afectiva merece ser investigada más a fondo por la ciencia psicológica. Además del imprescindible sexo que nos puedan proporcionar nuestras esposas, necesitamos compañía, apoyo y ánimo en cantidades considerables. 

Aunque querramos disimular la cosa y mostrar un desapego cercano a la iluminación, sin el soporte afectivo no sabemos vivir. Muchos superhombres exitosos, líderes económicos y políticos, en lo más reservado de su ser necesitan del consejo y el empujón femenino para seguir adelante. Trátese de un golpe de estado o de la más riesgosa inversión bursátil, la oportuna sugerencia femenina deja su marca. La mujer ideal para la mayoría de los varones: orla ninfómana en la cama y una mamá fiera de ella; una relación cuasi incestuosa en la cual los hombres proponen y las mujeres disponen.

Un caso particularmente interesante de esta necesidad de compañía femenina lo constituyen muchos de los habituales asistentes a prostíbulos. Al contrario de lo que generalmente se piensa, el asiduo visitador de burdeles, además de sexo, también suele buscar afecto. La prostituta, cuando es verdaderamente profesional, no sólo tiene relaciones sexuales con su cliente, sino que literalmente lo ama, lo cuida y lo contempla mientras dure el convenio. El hombre solitario, tímido, con pocas habilidades sociales de conquista, acomplejado, el que se siente feo, gordo, flaco o poca cosa, en las casas de citas puede hallar un lugar de aceptación "incondicional" proporcional al pago. Al no existir rituales de conquista ni cortejo alguno, el riesgo al rechazo, aunque artificial y comprado, se elimina. No existe el odioso "no", con el que tanto tenemos que lidiar los hombres, no hay nada que disimular, nada que aparentar o mostrar.

Muchísimos grandes pensadores, filósofos y escritores encontraron en esas sórdidas casas de lenocinio su mayor fuente de inspiración y una manera de esconder su tímida soledad afectiva. Ciaran decía al respecto: "La atmósfera de burdel que yo viví resulta inconcebible para los occidentales. Debo decir que todas aquellas mujeres eran húngaras, y no puede imaginarse mezcla más lograda de sensualidad e instinto maternal. En el Este, el burdel era el único lugar donde podía encontrar algún calor humano".

No estoy apoyando el comercio sexual, porque pienso que el varón que compra sexo o amor destruye gran parte de su autoestima, pero debo reconocer que muchas de estas casas de tolerancia han colaborado como centros de intervención en crisis de un sinnúmero de hombres solos, deprimidos y potencialmente sumidas. Más allá de cualquier connotación sexual o moral, no es difícil de comprender el encanto que estos lugares de relax pueden ejercer sobre los varones que sufren de soledad afectiva severa. Incluso algunos, como Charles Baudelaire en Las quejas de Icaro, han llegado a cuestionar las supuestas ventajas del amor romántico sobre el pecaminoso amor carnal:

"Los amantes de las putas
 Son felices en su hartazgo.
Yo, de estrechar a las nubes,
Tengo los brazos quebrados".

ES INCOMODO PENSAR EN LO QUE NOS ASUSTA O MOLESTA


miércoles, 19 de septiembre de 2018

TAO TE KING: PRINCIPIO 47

Se puede conocer el mundo
sin salir de la casa.

Sin mirar por la ventana
puede conocerse el SENTIDO del Cielo.

Cuanto más mundo se recorre
tanto menos se sabe.

El Sabio, para conocerlo todo,
no necesita viajar.

No necesita observar
para ser lúcido.

Tampoco necesita actuar, y sin
embargo, realiza.

ATENCIÓN ERRANTE


EL ÁRBOL Y LA VIDA


SOBRE LAS PERSONAS


DIEZ AÑOS DESPUÉS


El monarca de un reino de la India tuvo noticias de que había en la localidad un faquir capaz de realizar extraordinarias proezas. El rey lo hizo llamar y, cuando lo tuvo ante él, le preguntó: 

--¿Qué proezas puedes efectuar? 

--Muchas, majestad -repuso el faquir-. Por ejemplo, puedo permanecer bajo tierra durante meses o incluso años. 

--¿Podrías ser enterrado por diez años y seguir con vida después? -preguntó el monarca. 

--Sin duda, majestad -aseveró el faquir. 

--Si es así, cuando seas desenterrado, recibirás el diamante más puro del reino. 

Se procedió a enterrar al faquir. 

Se preparó una fosa a varios metros de profundidad y se dispuso de una urna de plomo. El faquir, antes de ser sepultado, se extendió hablando sobre sus cualidades espirituales y morales que hacían posible su autodominio y poder. Todos quedaron convencidos de su santidad. Fue introducido a continuación en la urna y enterrado. Durante diez años hubo guardianes vigilando la fosa. Nadie albergaba la menor esperanza de que el faquir sobreviviese a la prueba. Transcurrió el tiempo convenido. Toda la corte acudió a la tumba del faquir, con la certeza de que, a pesar de su santidad y poder, habría muerto y el cadáver sería solamente un conjunto de huesos putrefactos. Sacaron la urna al exterior, la abrieron y hallaron al faquir en estado de catalepsia. Poco a poco el hombre se fue reanimando, efectuó varias respiraciones profundas, abrió sus ojos, dio un salto y sus primeras palabras fueron: 

--¡Por Dios!, ¿dónde está el diamante? 

***

El Maestro dice:

MIEDO A QUE ESTE MOMENTO CONCLUYA


lunes, 17 de septiembre de 2018

EL VIAJE


Oriol Valls, que se ocupa de los recién nacidos en un hospital de Barcelona, dice que el primer gesto humano es el abrazo. Después de salir al mundo, al principio de sus días, los bebés manotean, como buscando a alguien. 

Otros médicos, que se ocupan de los ya vividos, dicen que los viejos, al fin de sus días, mueren queriendo alzar los brazos. 

Y así es la cosa, por muchas vueltas que le demos al asunto, y por muchas palabras que le pongamos. A eso, así de simple, se reduce todo: entre dos aleteos, sin más explicación, transcurre el viaje. 

IGNORAR MIEDOS


Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...