COMENTARIOS FINALES
El funcionamiento óptimo es el perfeccionamiento constante de la mente humana por desarrollar sus fortalezas básicas. Entre otras cosas, implica pasar de un estado desorganizado a uno organizado, de un nivel simple a uno complejo, de una escasa autobservación a una mejor autorreflexión, de una mente estática y rígida a una mente más plástica y menos egocéntrica. Una mente que funcione bien estará siempre activa y comprometida con una transformación profunda del yo. Así como existe una evolución de la especie a nivel global, también existe un mejoramiento o crecimiento individual que hace que nuestras estructuras psicológicas adquieran mayor flexibilidad y mayores posibilidades de adaptarse a situaciones nuevas. El funcionamiento óptimo implica escasa o nula resistencia al cambio y una profunda capacidad de autocorrección.
Como hemos visto a lo largo del libro, la propuesta básica es mover el dial hacia puntos de funcionamiento intermedios, tratando de no quedarse en los extremos nocivos que presenta la mentalidad rígida. En este sentido, ubicamos seis zonas básicas de flexibilidad mental.
Zona 1:
Alejarse del dogmatismo (creencias inamovibles) y adoptar convicciones racionales y abiertas a la crítica y a la revisión, sin caer en el «todo vale». A esto lo llamamos: pensamiento crítico.
Zona 2:
Alejarse de las actitudes de solemnidad / amargura (tomarse demasiado en serio a uno mismo) y adoptar el buen humor y la disposición a la risa como forma de vida, sin caer en la estupidez risueña de la frivolidad. A esto lo llamamos: pensamiento lúdico.
Zona 3:
Alejarse de la normatividad (aceptación ciega de las normas) y adoptar una actitud inconformista inteligente y fundamentada (rebelde con causa), evitando caer en la filosofía del «dejar hacer» (laisser faire), según la cual la norma es vista como un tabú. A esto lo llamamos: pensamiento inconformista.
Zona 4:
Alejarse de toda forma de prejuicio y fanatismo y tratar de ser ecuánimes y justos en cada acto de la vida, dejando a un lado la inferencia arbitraria y la mala costumbre de catalogar a la gente. A esto lo llamamos: pensamiento imparcial / equilibrado.
Zona 5:
Alejarse de la visión simplista del mundo (infantilismo / trivialidad) y adoptar una actitud acorde con la complejidad cognitiva o, si se quiere, una sencillez compleja (profunda, que no oscura), que no se contenta con lo superficial pero que tampoco pretende ser insondable. A esto lo llamamos: pensamiento complejo.