lunes, 9 de abril de 2018
UN ERMITAÑO EN LA CORTE
En la corte real tuvo lugar un fastuoso banquete. Todo se había dispuesto de tal manera que cada persona se sentaba a la mesa de acuerdo con su rango. Todavía no había llegado el monarca al banquete, cuando apareció un ermitaño muy pobremente vestido y al que todos tomaron por un pordiosero. Sin vacilar un instante, el ermitaño se sentó en el lugar de mayor importancia. Este insólito comportamiento indignó al primer ministro, quien, ásperamente, le preguntó:
--¿Acaso eres un visir?
--Mi rango es superior al de visir -repuso el ermitaño.
--¿Acaso eres un primer ministro?
--Mi rango es superior al de primer ministro.
Enfurecido, el primer ministro inquirió:
--¿Acaso eres el mismo rey?
--Mi rango es superior al del rey.
--¿Acaso eres Dios? -preguntó mordazmente el primer ministro.
--Mi rango es superior al de Dios. Fuera de sí, el primer ministro vociferó:
--¡Nada es superior a Dios!
Y el ermitaño dijo con mucha calma:
--Ahora sabes mi identidad. Esa nada soy yo.
***
El Maestro dice: Más allá de todas las categorías y dualidades, del ego y los conceptos, está aquel que ha liberado su mente.
domingo, 8 de abril de 2018
EL TRUCO DE NO TENER ELECCIÓN
No experimentamos el mundo plenamente a menos que estemos dispuestos a darlo todo. Samaya significa no quedarse con nada, no prepararnos una ruta de escape, no buscar alternativas, no pensar que tenemos mucho tiempo y podemos hacer las cosas más adelante.
Las enseñanzas del budismo están dirigidas a las personas que no tienen mucho tiempo que perder. Esto nos incluye a todos, seamos conscientes de ello o no. Desde el punto de vista de las enseñanzas, pensar que tenemos mucho tiempo para hacer las cosas es el mayor de los mitos, el mayor de los problemas y el mayor de los venenos. Esto, junto con nuestra continua y arraigada tendencia a tratar de escapar de lo que hacemos, oscurece nuestra percepción y nuestro pensamiento.
Si supiéramos que esta noche íbamos a quedarnos ciegos, echaríamos una última mirada real y anhelante a cada hoja de hierba, a cada formación nubosa, a cada mota de polvo, a cada arco iris y gota de lluvia, a todas las cosas. Si supiéramos que mañana nos íbamos a quedar sordos, atesoraríamos cada sonido que oyéramos. Las enseñanzas del vajrayana tratan de atemorizarnos haciéndonos tomar conciencia del poco tiempo que tenemos y de lo precioso que es el nacimiento humano.
sábado, 7 de abril de 2018
LA CATEDRAL
En un callejón del centro de Santiago de Chile, un viejo destartalado vendía cigarrillos de contrabando en una destartalada mesita. Yo me detuve a estudiar la mercadería, mientras el viejo, sentado en el suelo, bebía del pico de una botella. El me ofreció un trago de su vino de cirrosis instantánea, y estuvimos charlando un rato. Cuando yo le estaba pagando los cigarrillos, se vino la tromba. De pronto la mesita voló, volaron los cigarrillos, las moscas huyeron, se volcó el vino, yo trastabillé y una demoledora mujer levantó al viejo por el pescuezo.
Me puse a recoger los paquetes desparramados por el piso, mientras la tarzana sacudía al viejo y le gritaba mujeriego, putañero, qué te has creío, descarao, degenerao, que andái culiando con la Eva —y él balbuceaba que si yo ni la conozco—, y con la Lucy, y con la Teté, y él: ella me buscó, gemía, mientras seguía el bombardeo, que te has revolcao con la Martita, la yegua ésa, y la puta de la Charito, y la Beti, y la Mary, y él: ¿Qué pretende usté? ¿Que sea un maleducao? ¿Que les niegue el saludo?
Por la vereda iba y venía la gente, ocupada en su ajetreo, y nadie les prestaba la menor atención. Ella había aplastado al viejo contra la pared y lo tenía atrapado por el cuello. Apretando para estrangulación, amenazó:
—¡Te mandai mudar! ¡Te vai! Si no te vai, te lo corto.
Entonces lo soltó, y ante sus ojos cruzó los dedos como hojas de tijera, lentamente:
—¿Oíste? ¡Te lo corto! Quedas alvertío.
El cayó de rodillas y le abrazó las piernas. Señalándome, dijo:
—Aquí está este amigo, que no vai me dejar mentir.
Y juró:
—¿Pero usté no sabe? ¿No sabe usté que usté es mi catedral? Las otras... las otras son capillitas, nomás.
viernes, 6 de abril de 2018
jueves, 5 de abril de 2018
AUSENCIA
– Maestro, ¿dónde está Dios?
– Aquí mismo.
– ¿Dónde está el paraíso?
– Aquí mismo.
– ¿Y el infierno?
– Aquí mismo. Todo está aquí mismo. El presente, el pasado, el futuro, están aquí mismo. Aquí está la vida y aquí está la muerte. Es aquí donde los contrarios se confunden.
– ¿Y yo dónde estoy?
– Tú eres el único que no está aquí.
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