miércoles, 18 de octubre de 2017
martes, 17 de octubre de 2017
INFANTILISMO MENTAL
El búnker defensivo de la simplicidad: trivialidad e infantilismo
Señalaré tres modos cognitivos que emplean las mentes simples para reafirmar su insoportable levedad: atribuciones incompletas o infantilismo mental; la vida en blanco y negro; y «mejor cambiemos de tema» o «ya es suficiente».
ATRIBUCIONES INCOMPLETAS O INFANTILISMO MENTAL
Las mentes rígidas y simples parecen haberse quedado ancladas en ciertas etapas iniciales del desarrollo infantil. Como señalan algunos autores, las personas que muestran simplicidad mental se encuentran en una etapa de desarrollo preoperacional. Esta etapa, bautizada así por el psicólogo suizo Jean Piaget,100,101 está caracterizada, entre otras cosas, por un pensamiento inmaduro, un razonamiento con escaso nivel de abstracción y esquemas rígidos o primitivos.102
¿Mentes infantiles en cuerpos adultos? Eso parece. Mentes que cuando están en situaciones estresantes o difíciles procesan la información como niños y recurren a explicaciones fragmentarias o superficiales. Un ejemplo típico lo encontramos en el moralismo infantil, que hace referencia a cómo las personas evalúan lo bueno y lo malo tanto en ellas mismas como en los demás.103 Veamos dos casos típicos de atribuciones incompletas: realismo moral y justicia inminente.
Realismo moral
La idea es que podemos calificar la maldad de una persona exclusivamente por sus acciones, sin tener en cuenta las intenciones que la mueven a actuar. Pero no es lo mismo atropellar con el coche a un peatón sin querer, que hacerlo a propósito. Una moral cruda o extremadamente realista nunca tendrá en cuenta los atenuantes. Si robó, es un ladrón, y punto.
En cierta ocasión, presencié cómo un niño de la calle robaba unas manzanas. El comerciante afectado y un policía que se sumó al «operativo de búsqueda» salieron corriendo tras él. Los gritos alentaban a los perseguidores: «¡Deténganlo!», «¡deténganlo!», «¡ahí va!», «¡no lo dejen escapar!». No digo que hubieran tenido que dejarlo ir, pero no es lo mismo perseguir a un niño que ha robado unas frutas que a un vendedor de drogas. Ambas acciones son delitos, pero las causas son distintas. En el caso del muchacho existen muchas variables que inducen al robo: el hambre, el abandono de los padres, el no tener hogar..., en fin. Cuando lo atraparon, el dueño de la verdulería no podía disimular su satisfacción: «Si todos actuáramos así, se acabaría la inseguridad en este país», y muchos asintieron complacidos. Una mujer dijo con preocupación: «¡Pero si sólo es un niño!». «Mejor —replicó el damnificado—: Es más fácil agarrarlos ahora que cuando crezcan.»
La conclusión moral de los «vigilantes» quedó clara: hay gente que es inherentemente mala, y sus delitos no tienen ninguna otra explicación que esa maldad que traen de fábrica. No había atenuantes. El código moral de una mente rígida simplista es: «Si en alguna ocasión te comportas mal, eres malo.»
lunes, 16 de octubre de 2017
domingo, 15 de octubre de 2017
MENTE INTUITIVA Y MENTE RACIONAL
La mente intuitiva es un regalo sagrado y la mente racional es un fiel sirviente. Hemos creado una sociedad que rinde honores al sirviente y se ha olvidado del regalo.
(Albert Einstein)
El llamado sexto sentido, esa brújula interior que todos poseemos y que nos ayuda a tomar decisiones, puede estimularse y entrenarse para mejorar y crecer.
Veamos un par de ejercicios para desarrollar la intuición:
• Medita. Para desarrollar la intuición resulta muy útil la meditación diaria, ya que en este ejercicio se libera espacio mental para que pueda aflorar. Los maestros afirman que veinte minutos al día son suficientes para que la intuición se dispare. Existen múltiples técnicas, pero lo importante es que estemos cómodos, con la espalda recta y en paz mientras nos centramos en la
propia respiración.
sábado, 14 de octubre de 2017
EL GOL
Al fin del verano de 96, José Luis Chilavert hizo un gol histórico en Buenos Aires. Jugando por el club Vélez contra River Plate, Chilavert tiró de sesenta metros: la pelota atravesó las nubes y de pronto cayó verticalmente sobre el arco contrario y entró.
Los periodistas quisieron conocer el secreto de su disparo: ¿Cómo hizo la pelota ese viaje increíble? ¿Por qué cayó la pelota en línea recta desde la altura?
—Porque chocó con un ángel —explicó Chilavert.
A nadie se le ocurrió ver si la pelota estaba manchada de sangre. Nadie se fijó. Y nos perdimos la oportunidad de saber si los ángeles se nos parecen, aunque más no sea en eso.
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