domingo, 23 de julio de 2017

PARA LA CÁTEDRA DE DERECHO CIVIL


Están haciendo cola los pobres de absoluta pobrecía, los condenados a pena de pena perpetua. Olor a jabón barato, gente limpita y peinada; la ley se despierta temprano, hoy atiende el abogado de primera hora.

El abogado ve que en la cola espera una anciana con varios niños y un bebé en brazos. Cuando le llega el turno, ella muestra sus papeles. Los niños no son nietos, son hijos. Esa mujer tiene treinta años y nueve hijos, y viene a pedir ayuda. Ella había levantado un rancho de lata y madera en algún lugar de las orillas del Cerro de Montevideo; creía que era tierra de nadie, pero era de alguien. Y ahora van a echarla de allí, ya le ha llegado esa cosa que se llama orden de lanzamiento.

El abogado la escucha, revisa los papeles que ella ha traído, menea la cabeza. Demora en hablar, traga saliva, por fin dice:

—Lo lamento, señora, pero no hay nada que hacer.

El abogado lo dice en voz baja, mirando al suelo.

NUESTRA PROGRAMACIÓN


viernes, 21 de julio de 2017

LA REALIDAD FILTRADA


Quiero decir otra cosa sobre nuestra percepción de la realidad. La diré en forma de analogía: El presidente de los Estados Unidos necesita información acerca de lo que piensa la ciudadanía. el Papa en Roma necesita información acerca de toda la iglesia. Literalmente hay millones de datos que se les podrían dar, pero ellos no podrían recibirlos todos, y menos comprenderlos. Por eso tienen personas a quienes confían la elaboración de extractos, que resumen las cosas, les hacen seguimiento, las filtran ; al final de esto les llega al escritorio. Bien, eso es lo que nos pasa a nosotros. Estamos recibiendo información de la realidad a través de todos los poros o células vivas de nuestro cuerpo y a través de todos nuestros sentidos. pero constantemente filtramos las cosas. ¿Quién las filtra? ¿Nuestro condicionamiento? ¿Nuestra cultura? ¿Nuestra programación? ¿La forma en que nos enseñaron ver las cosas y a experimentarlas? Hasta nuestro idioma puede ser un filtro. Hay tanto filtro que a veces no vemos las cosas que están ahí. Es suficiente mirar a una persona paranoica que siempre se siente amenazada por algo que no está ahí, que constantemente interpreta la realidad en función de ciertas experiencia del pasado o de ciertos condicionamientos que tenga.

Pero también hay otro demonio que filtra. Se llama el apego, el deseo, el anhelo. La raíz de la tristeza es el deseo. El deseo vehemente distorsiona y destruye la percepción. Nos persiguen los temores y los deseos. Samuel Johnson dijo: "Saber que dentro de una semana va a estar colgado del patíbulo concentra maravillosamente la mente de un hombre". Bloquea todo lo demás y se concentra únicamente en el miedo, o en el deseo o en el anhelo. A nosotros nos drogaron de muchas maneras cuando jóvenes. Nos criaron para necesitar a las personas. ¿Para qué? Para que nos acepten, nos aprueben, nos aprecien, nos aplaudan - para lograr lo que llamaban el éxito . Esas son palabras que no corresponden a la realidad. Son convencionalismos, cosas inventadas, pero no nos damos cuenta de que no corresponden a la realidad. ¿Qué es el éxito? es lo que un grupo decidió que podría ser una cosa buena. Otro grupo decidirá que la misma cosa es mala. Lo que es bueno en Washington puede considerarse malo en un monasterio cartujo. El éxito en un círculo político puede considerarse como un fracaso en otros círculos. Son convencionalismos pero los tratamos como si fueran realidades, ¿verdad? Cuando éramos jóvenes nos programaron para la desdicha. Nos enseñaron que para ser felices se necesita dinero, éxito, una pareja hermosa o bien parecida, un buen empleo, amistad, espiritualidad, Dios - y todo lo demás . Nos dijeron que si no conseguíamos esas cosas no seríamos felices. Ahora, eso es lo que yo llamo un apego. 

VIDA PREDECIBLE


jueves, 20 de julio de 2017

LA FELICIDAD ESCONDIDA


Un poco antes de que la humanidad existiera, se reunieron varios duendes para hacer una travesura. Uno de ellos dijo:

—Debemos quitarles algo a los seres humanos, pero, ¿qué?

Después de mucho pensar, uno dijo:

—¡Ya sé! Vamos a quitarles la felicidad. El problema es dónde esconderla para que no puedan encontrarla.

Propuso el primero:

—Vamos a esconderla en la cima del monte más alto del mundo.

—No, recuerda que tienen fuerza; alguno podría subir y encontrarla, y si la encuentra uno, ya todos sabrán dónde está —replicó otro.

Se escuchó una nueva propuesta:

—Entonces vamos a esconderla en el fondo del mar. Otro señaló:

VIDA SIN CRECIMIENTO



miércoles, 19 de julio de 2017

PARTE DE GUERRA


La hija de don Francisco fue capturada en la sierra de Chuacús. En la madrugada, un oficial del ejército la arrastró hasta la casa de su padre, y encaró a don Francisco:

—¿Está bien lo que hacen los guerrilleros?

—No —dijo don Francisco—. No está bien.

—¿Y qué hay que hacer con ellos?

Don Francisco calló.

—¿Hay que matarlos?

Don Francisco seguía callado, mirando al suelo. Su hija estaba de rodillas, encapuchada, maniatada, con la pistola del oficial clavada en la cabeza.

—¿Hay que matarlos? —insistió el oficial.

Quizá don Francisco quiso decir: no, pero ninguna palabra le salió de la boca. Y siguió callado, con los ojos clavados en el suelo.

CONSCIENCIA PLENA EN LA VIDA DIARIA


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