Conciencia
Armonía
El yo
Desprendimiento
Supe que Mulla Nasruddin fue al banco. El banco festejaba el centenario de su fundación; por lo tanto, se proponía entregar al primero que llegara muchos regalos: un automóvil, un televisor, esto y aquello, y un cheque por mil rupias. Por casualidad, entró Mulla Nasruddin. Se lo premió, se lo fotografió, se lo entrevistó y se lo llenó de regalos: dinero en efectivo, un televisor y un automóvil que estaba estacionado afuera. Cuando todo esto hubo terminado, dijo:
-Ahora, ¿terminaron con todo esto? Así puedo seguir mi camino.
Le preguntaron adónde iba.
-Al departamento de quejas -respondió. Había ido al banco para quejarse, pues incluso todo lo sucedido no tendría que haber pasado. No podía dejar de lado su queja.
El yo siempre se dirige al departamento de quejas. Lo que pasa carece de significado pues, incluso si Dios llegara a ti, le dirías: "Espera, déjame buscar el libro de quejas." El yo siempre se dirige al libro de quejas; nada logra satisfacer al yo.