Iluminación
Éxtasis
Tensiones
Objetivos
Te contaré una breve anécdota hindú. Sucedió que un mensajero se dirigía hacia Dios y pasó por donde estaba un anciano muy ascético, viejo, muy viejo, sentado debajo de un árbol, meditando. Éste lo miró y le dijo: -Espera, ¿vas hacia Dios? Pregúntale por mí. Ha pasado demasiado tiempo. He realizado miles de esfuerzos, y ya los he repetido durante tres vidas; pregúntale cuánto tiempo más tendré que esperar.
Cuando uno pregunta cuánto tiempo más tendrá que esperar, está impaciente, está apurado. Y con Dios nada se logra con apuro, porque Él no está apurado. Él no tiene problemas de tiempo: es eternidad.
El mensajero le respondió:
-Sí, preguntaré.
Y, sólo por hacer una broma, le preguntó a otro hombre joven que bailaba debajo de otro árbol y dirigía oraciones cantadas a Dios. Le preguntó:
-¿A ti también te interesa saber cuánto tiempo más te llevará ser iluminado?
El joven ni siquiera se inmutó; ni siquiera se detuvo y no dejó de bailar.
El mensajero regresó. Le dijo al viejo:
-Le pregunté y Dios respondió: "Tres vidas más." El viejo tiró su rosario y dijo:
-¡Lo suficiente es suficiente! ¿Es justo esto? He estado continuamente desperdiciando mi vida durante tres vidas, y ahora, ¿tres vidas más?... ¡Esto es demasiado!