La fuerza sin amor es energía gastada en vano
(Albert Einstein)
Todos nos hemos enamorado alguna vez y hemos sentido en nosotros una capacidad renovada que nos lleva a componer poemas, a escribir relatos, a pintar o a cantar.
Freud había llegado a la conclusión de que la existencia del hombre se basa en el «amor creador», es decir, que el amor influye directamente en nuestra capacidad creativa y creadora.
Un estudio realizado en la Universidad de Amsterdam ha revelado que los cambios que provoca el amor en nuestro cerebro potencian de manera mesurable la creatividad. El equipo del doctor Jens Förster demostró que ese estado favorece el procesamiento de información en el hemisferio derecho, inhibiendo el pensamiento analítico y potenciando el creativo.
Si amar nos ayuda a crear, no debemos restringir ese «estado de gracia» al amor romántico. Cualquier persona que se enamore de la actividad que está realizando verá aumentado su caudal de creatividad. Esta alquimia podemos llevarla a cabo en actividades tan cotidianas como: